“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

viernes, 23 de diciembre de 2011

2011...buen año. 2012...será mejor!!!


Estamos casi en Navidad y a pocos días del 2012 y no hago otra cosa que pensar en los regalitos, en lo que hice en el 2011 y lo que voy a hacer en el 2012. Pese a mucho, la balanza se inclina para el lado bueno, y eso me empuja para más.

Es increíble la motivación y las ganas que tengo de seguir sumando kilómetros después de esta última carrera. Ya tengo programada las próximas 24hs para el 14 de abril.

Los números de este año también me ponen contento. Desde el 1º de enero de este año no hubo mes que no haya sumado menos de 300 kilómetros hasta el pico máximo de más de 600 kilómetros. En total fueron 4592km. En otras palabras más de 382km mensuales, ósea 95,650km semanales…de media!!! Para hacer estos kilómetros pasé por interminables minutos solo en la ruta o por la sierra, fartleks, progresivos, infinidades de lomas, pasadas…

Tres Ultras Maratones: los 101K de Ronda, un 100K de ruta y un 24hs en pista. Creo que si hago la nota media apruebo con un 7 u 8…según yo, así que no creo que sea muy valido…pero como guía me sirve. Ja!

Siento mucha satisfacción y orgullo, no solo por estos números sino por lo que tuvimos que pasar para conseguirlos. Con el apoyo de muchos amigos y la familia me mudé varias veces de ciudad por trabajo, volviendo a Badajoz cada fin de semana para ver a mis chicas, hasta agosto que llegamos a Málaga y pudimos, por fin, centrarnos.

Para mi es muy importante conseguir un equilibrio entre familia, entrenamiento y trabajo. No puedo entrenar tranquilo si el resto esta mal, o viceversa x2.

Sinceramente lo que intento buscar es felicidad. Trabajo para ser feliz, entreno para ser feliz…y soy feliz para mi familia.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!!!!

Familia, viejos y nuevos amigos, espero, desde el corazón, que busquen y consigan cada uno de sus sueños. Estar viendo como lo consiguen y sentirlos conmigo cuando los intente.

Gracias por estar alentándome en cada carrera…gracias por estar ahí!!!!!!

lunes, 19 de diciembre de 2011

24 hores d`atletisme


Se acabó el año. Ayer fueron las 24hs d`atletisme y la verdad es que me vine con un mal sabor de boca…pero pensándolo mejor encontré un error que creo, fue el que hizo que no haya conseguido mi objetivo: suplementación y recuperantes musculares. Pensándolo y echando la vista atrás, los corredores que estuvieron por la marca que quería yo hacer, consumían este tipo de productos.

Estuve todo el año pensando en comenzar a usar suplementación pero quería saber hasta donde podía mantenerme con una alimentación adecuada y normal. Pero viéndolo ahora desde otra perspectiva, con el esfuerzo de los últimos dos días, me doy cuenta que estar 24hs corriendo no es un esfuerzo normal.

Aunque esto suena a excusa no es ni mucho menos eso. Intento aprender de mis errores así que voy repasando paso a paso lo que me trajo hasta acá hoy, y la suplementación es lo único que no cambié. Y la sensación a partir de las 13 horas de carrera era como que no tenía músculos para moverme. Ahora súmenle 11 horas más…uff!!

Acá va la crónica. Intentaré ser breve porque imagínense todo lo que habrá dentro del coco si me pongo a revolver estas ultimas 24 horas!!!

De movida contarles que el viernes por la mañana perdimos el avión ya que la compañía me pidió el pasaporte porque soy extranjero. Así que Salvador “el piloto” (y no es broma,tardó la mitad de tiempo en ir y venir al aeropuerto) conseguimos llegar a embarcar pero no nos dejaron subir al avión. Cabr…es!!!

Alquilamos un auto y salimos para Barcelona. Casi 1000 kilómetros después llegamos, a las 10 de la noche. Entre que entregamos el coche y volvimos al hotel nos acostamos a la 1 de la mañana.

Ya al otro día, en la pista a las 10 de la mañana, acomodamos todo en el sitio que te da la organización, charla técnica, presentación de todos los corredores, foto de grupo y a las 12 en punto…LARGAMOS!!!

Despacito y sin apuros intenté seguir a rajatabla el planning programado. Estaba bien entrenado, sentía mucha confianza, disponía de todo el apoyo de mi familia (aunque Cati protestó por nuestra ausencia tanto tiempo, ja) y tenía muchas ganas. ¿Qué más me faltaba para lograr mi éxito?

Las primeras 10 horas fueron muy bien. Inclusive llegué a pensar que podría conseguir más kilómetros de los que esperaba. Pero llegando a las 12 horas de carrera, cuando ya empezaba a apretar la noche, el frío y el viento (que por cierto sopló bastante fuerte toda la competencia) empecé a decaer un poquito.

Esperaba estar dentro de los 100km para las 12 de la noche y solo conseguí 93km. Ya eso hizo darme cuenta que algo no iba bien. Casi a la 1 de la mañana conseguí completarlos.

Iba comiendo y bebiendo constantemente. Mis tripas son bastante estables, por suerte, así que le metía de todo.

Seguía avanzando la madrugada y yo cada vez peor. Sabía que estaba en un pozo; un bajón anímico típico de las carreras de larga distancia y esperaba y aguantaba para que se vaya de una p…ta vez. Patri me leía todos los mensajes de ánimos que me mandaban por Facebook. Alguno que otro casi me sacaba alguna lagrimita, sobre todo las llamadas de Cati por teléfono.

4 de la mañana e iba cada vez peor. Mi trote re lento y mis caminatas lentas me desalentaban cada vez más. El planning era que desde las 12 hasta las 7 de la mañana caminara 10 minutos y corriera 20. Tirarme media hora a dormir y correr las ultimas 4 horas y pico hasta el final. ¿Fácil, no?

5 de la mañana y era una pena. Empecé a charlar con otro corredor que lo venía pasando tan mal como yo. Y como dicen: “la miseria une” seguimos contándonos nuestras penas y quejándonos como dos nenas…pero no parábamos de avanzar.

Patri me acompañaba algunas vueltas cuando caminaba, y cuando me tocaba correr se sentaba y me esperaba, a veces despierta y otras veces cabeceando. Ja, tenían que verla. A veces pasaba y ella estaba dormida pero cuando se daba cuenta se despertaba y me alentaba…pero yo ya había pasado!

La 6 de la mañana. 18 horas corriendo. Poco más de 120 kilómetros y todavía faltaba 6 horas. Para ese momento ya llevaba en un pozo desde antes de las 12 de la noche. Creo que eso es mucho tiempo para soportar tanto dolor y desazón, así que decidimos adelantar la cabeceada y dormir 30 minutos a ver si me recuperaba.

Que alegría! Me tiré en la bolsa de dormir sobre una colchoneta de gimnasio. Parecía una cama con el mejor colchón. Me dormí al toque. Me despierto solo a la media hora y le digo a Patri que 15 minutos más. Me vuelvo a despertar solo…increíble!...e intento ponerme de pie…………incontable!!!!! Me dolía hasta la nariz, inclusive hoy me duele. Me cambio las camisetas interiores para intentar hacer las últimas horas un poco más cómodo y cuando me pongo de pie, apoyándome de todo lo que había a mi alrededor, me empiezan a venir unas ganas de vomitar tremenda. Salgo de la habitación, donde dormían otros tantos corredores más, apurado para no molestarles con mis arcadas y buscando un lugar para vomitar pero con dos piernas que no podía flexionar las rodillas. Al baño no llegaba. Levanto la cabeza y veo un montón de cajas de cartón vacías apiladas y me apoyo en la pared con las dos manos, cabeza gacha gritándole a HUGGOOO!!! Que mal cuerpo me quedó. Con todo ese sudor frío decido no esperar más y salir a la pista a seguir sumando metros.
 
7 de la mañana y Patri acompañándome en esta caminata de pena. No podía enfocar, se me cerraban los ojos, creo que me tambaleaba un poco, me costaba tener la cabeza alta e iba todo encorvado. Empieza a amanecer y parece que vuelve la alegría….pero mis músculos no funcionan. 4 horas más para el final; mucho tiempo y Patri no me dejaba pensar en otra cosa que no sea seguir adelante.

Las siguientes 2 horas sobreviví. La compañía de Patri y el aliento constante de los voluntarios me sacaron adelante.

Pasada las 9 de la mañana solamente quedaban un poco más de dos horas para el final, y aunque seguía caminando, mi paso era más vivo.

El total de corredores que largamos las 24hs fuimos 100 que dábamos vueltas a la pista por el andarivel 6,7 y 8, pero a la par se hacia una competición por equipos de 24hs también por los andariveles 4 y 5. Y a la vez, por los andariveles 1, 2 y 3 se hacían diferentes competencias a toda hora. Inclusive se largó una Maratón…si, de 42K a las 12 DE LA NOCHE. Todo eso le daba una vida a la pista que te distraía y ayudaba muchísimo en esta monotonía de dar vueltas.

10 y media de la mañana e intenté correr porque me sentía mejor y duré 200 metros. Se ve que eso me sacó lo último que me quedaba porque ya no pude conseguir caminar al ritmo de antes.

Con Patri siempre a mi lado estaba llegando al final de estas locas 24 horas. Durante estas ultimas horas caminó conmigo, ella me cocinó todo lo que necesité, me atendió todas las necesidades, me alentó y no dejó que me ganen mis malos pensamientos, y en gran parte llegar al final fue gracias a ella.

Esta última hora fue genial. Se ve que los voluntarios y algunos acompañantes se dieron cuenta de mi estado anterior y me alentaban y felicitaban por estar en el final…pero, sinceramente, a mi me daba vergüenza. Veía el esfuerzo de todos los otros corredores donde había muchos que estaban corriendo todavía y yo no…y me alentaban por eso.

Este fin de semana me dí cuenta de la grandeza del ser humano, del cuerpo y de la mente. Este tipo de competencia va más allá de un planning o de pelear un puesto. Este tipo de carreras se resume en el espíritu, en la convicción de conseguir lo que fuiste a buscar, en vivir el presente porque el futuro esta 24hs corriendo por delante, en aprovechar los baches y la euforia porque los dos pasan, en cuanto dolor podes soportar sin bajar los brazos. No fui el único que vomité o al que le dolían las rodillas al punto de no poder soportar tu propio peso, pero ahí seguían. Tendrían que ver sus ojos, sus miradas llenas de convicción y de fortaleza.

Muchas veces pensamos que la felicidad y el desarrollo personal esta en la cantidad y comodidad de las cosas materiales que podemos comprar para que nos hagan la vida más fácil pero ayer, viendo la cara de todos esos monstruos y monstruas cabezasduras con 24hs en el cuerpo sin parar, no me cabe la menor duda que no es así.

Sonó el aviso del final de las 24hs y dejamos nuestra marca en la pista para que los jueces recojan los metros totales y caminamos juntos de la mano hasta cruzar la meta donde nos esperaba todo el público haciendo un camino de aplausos y felicitaciones. No recuerdo haber sentido tanta emoción al final de alguna carrera. Tuve que contener las lágrimas, y más cuando miro a Patri y la veo llorando.

Voy a comparar este tipo de carrera a la vida, creo que el secreto del éxito de ambas es el mismo: Prepararte a conciencia con paciencia y con pasión, apoyarte en tus amigos y en tu familia, ayudar sin esperar nada a cambio, conseguir el mejor equipo que puedas, aprender de tus errores y ayudar a que otros no lo cometan, competir con caballerosidad, aprender de las derrotas y disfrutar las victorias pero guardarlas en un cajón. Yo no conseguí el éxito todavía pero lo estoy buscando.

Ítem aparte para la organización de la carrera. ¡IMPECABLE! Lo difícil que debe ser la organización para este tipo de competencia donde hubo momentos que éramos 200 o 300 personas dando vueltas a la pista por tres carriles diferentes, en direcciones diferentes y en tres competencias diferentes y no hubo ni un error, ni mala onda y siempre te recibían con una sonrisa. Me gusta hasta la camiseta de recuerdo!

Gracias Negri por bancarme tanto, sos mi pierna derecha. Gracias a todos mis amigos por esos ánimos que me ayudan muchísimo y espero seguirlos recibiendo en las próximas competencias…claro!...Habrá más carreras….o que pensaban!!!!!

Números: pasé las 12 horas con 202 vueltas y termine las 24 horas en el puesto 47con 328 vueltas osea 143,664 kilómetros.

Creo que esta fue la carrera que peor me salió este año, pero la que más aprendí.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Pasó el finde!!!

Y pasó el fin de semana…y sobreviví…con buena nota!!!

Tomándome unos mates calentitos y comiéndome un sándwich que sobró de ayer, reflexiono: -¿Esta la felicidad en los pequeños triunfos diarios caminando hacia un gran sueño? Creo que si. Hoy estoy feliz!

Sin un foco u objetivo que me motive no sería capaz de salir a entrenar diariamente, y menos estar diez horas en la calle, con toda la lluvia que te podes imaginar, porque tu entrenador te lo escribió en un plan.

Este fin de semana llovió lo que no llovía desde hace…no sé…hace 6 meses que estamos en Málaga y nunca vi llover así. El sábado tenia tres jornadas: 6 horas a la mañana, 4 horas a la tarde y 2 horas a la noche. Salvo la primera jornada, llovió a cantaros en las otras dos. Y el domingo tenia 10 horas continuadas, en donde llovió durante las 10 horas con rayo, truenos, relámpagos y todo lo que se les ocurra.

El sábado conseguí 101 kilómetros en total, acostándome a la 1 de la mañana para levantarme el domingo a las 7 y salir a hacer el resto.

El primer día pasó bastante bien. Se me hizo un poco largo por la lluvia que obligaba a cambiarme de ropa cada poco tiempo. El domingo tenia previsto parar cada 4 horas a comer y seguir rápidamente pero llovió tanto que tuve que cambiarme de ropa cada vez por miedo a alguna gripe y/o ampollas por correr tanto tiempo con las zapas y las medias mojadas. Así que de tener previsto perder 25/30 minutos pasé a perder algo así como una hora y poco, lo que se tradujo en menos kilómetros recorridos.

El domingo sumé 73 kilómetros más, así que entre los dos días salieron 174 kilómetros. YEAHHH!!!!!!!!

Todavía un poco incrédulo de haber podido estar tantas horas en movimiento con tan buenas sensaciones. Hoy solo tengo un poco de fatiga en la parte de atrás de mis piernas y la parte baja de la espalda. No lo puedo creer!

Me queda un buen reto y diez meses más de duro entrenamiento para estar en Grecia.

Aunque haya pensado alguna vez que este sueño era de locos….ayer lo comprobé ¡es una locura! Pero esta locura me trae felicidad, así que ¿donde acaba la normalidad y empieza la locura?

viernes, 18 de noviembre de 2011

Mañana empieza un fin de semana de locos


Mañana empieza un fin de semana de locos. Voy a hacer la mayor carga de kilómetros que nunca y me llegan muchas dudas…pero me siento capaz!

La semana pasada sumé más de 23 horas de entrenamiento en 7 días y sigo admirado de cómo el cuerpo se adapta a la carga de entrenamiento. No solamente la cantidad de kilómetros por asfalto que estoy haciendo sino la calidad de estos. Entrenar semanas sin un solo día de descanso o salir a trotar 3 o 5 horas ya casi es familiar y lo hago sin muchos problemas. 20 o 30 cuestas de 200 metros recuperando al trote no me causa grandes trastornos psíquicos…jaja!

Las piernas responden sin dolores. Carga articular…toda y más de la que les puedo contar. El primer kilómetro de la entrada en calor parezco un autómata, casi ni me despego del suelo, pero luego sigo sin problemas.

El estomago y sus secuaces van genial. Le meta lo que le meta, en las condiciones que sea, lo digieren sin chistar. El domingo pasado hice una salida de 8 horas de trote, salí a las 5 de la mañana para volver a casa a las 9 y desayunar con las chicas (al final fue con una porque la más chiquita se quedó durmiendo. Eso de que papá salga a correr tanto tiempo le es familiar y mucha bola no me dá. Ja!) En menos de 10 minutos me tomé un café con leche, dos magdalenas con chocolate, media banana y dos vasos de Coca Cola. Las siguientes dos horas fueron buenísimas. Parecía que había cargado nafta.

En febrero del 2008 para mi cumple, cuando empecé con esta locura, mi amigo Juan me regalo un libro que cambió mis perspectivas.

Por octubre o noviembre del 2007 encontré la página web de mi antiguo entrenador donde me enteré que había largado, unos meses atrás, una carrera en Grecia de 246 km llamada Spartathlon. Lamentablemente la tuvo que abandonar por el kilómetro 120, más o menos…en camilla. Ahondé un poco más en sus notas, la busqué por Internet y pensé: “eso lo quiero probar yo”…digamos como una preciosa utopía. Yo nunca había corrido una carrera de más de 10 kilómetros.

Me hice una pequeña planificación y empecé a entrenar con el objetivo de correr una Media Maratón en 1 hora 30 minutos para abril. Bue!...sin mucho dar vueltas contarles que para abril en vez de la Media corrí la entera..jaja!! Mi primer Maratón preparada en muy poco tiempo…les podría decir que en cuatro meses, pero en realidad fueron 5 semanas.

A partir de acá pasaron muchas Medias otras tantas Maratones hasta que hice una marca que me convenció para empezar a preparar mi primer Ultra.

Mientras pasaban esos entrenamientos llevaba en mi cabeza las vivencias del autor del libro admirándolo por sus entrenos y logros; impensado poder conseguir algo parecido.

No le llego ni a las suelas de sus zapaz pero puedo decir que hoy estoy consiguiendo lo que hace 4 años soñé. A las órdenes de mi antiguo entrenador hice la marca necesaria en 100 kilómetros para participar en el Spartathlon, estoy consiguiendo un equilibrio deportivo/personal que me cuesta tanto como los kilómetros que hago….y mañana comienzo un entrenamiento de 22 HORAS.

22 horas….puedo hacer entre 150 y 180 kilómetros! Capaz que más…o menos, no sé…pero voy a estar dos días corriendo constantemente….y estoy feliz!

domingo, 2 de octubre de 2011

100K de Santa Cruz de Bezana...CONSEGUIDO!!!!!!!!

Empiezo a escribir esta crónica todavía bastante dolorido y sin haber reflexionado totalmente sobre lo que pasó el fin de semana.
Estoy muy contento ya que conseguí terminar mis primeros 100 km en ruta en el tiempo que esperaba: 10 horas 04 minutos 27 segundos. Esta marca me permite enviar la inscripción para participar en el Spartathlon del 2012.

Hubo 158 inscriptos y por el control de los 42 kilómetros pasamos 92 corredores. El resto o no largaron o abandonaron antes. Yo pasé en el puesto 79. Terminamos la carrera 55 corredores y yo en el puesto 39.
Estaba muy confiado en que la terminaría, y sobre todo con ese cronómetro. Es muy difícil asegurar esto en una carrera donde hay tantos factores externos que pueden torcerla, pero yo sabía que estaba preparado para hacerle frente a cualquier cosa. Así me sentía!
Esta preparación fue muy diferente a la anterior ya que tuve muchas trabas para poder entrenar en condiciones y tener la cabeza al 100% en esto. Estaba motivado pero me faltaron horas de sueños, una mejor nutrición específica, un poco más de tranquilidad para sumergirme las semanas anteriores de lleno en mi mundo de la competición. En estos últimos meses nos mudamos de ciudad, casa y trabajo; viajando cada fin de semana unos 900 km en coche hacía que no estuviera lo suficientemente descansado para afrontar los duros retos diarios que exigía cada entrenamiento, pero a pesar de esto conseguí completar cada uno al pie de la letra……por eso me sentía tan confiado!
A diferencia que las anteriores Ultras en las que participé esta era otra cosa. Las Ultra Maratones de 100km de ruta se hacen en circuitos de 10km, haciendo 10 vueltas al mismo. Esto facilita que puedas conseguir un mismo ritmo y lo mantengas todo el tiempo que puedas. Este circuito en especial, era un sube y baja constante. De poder mantener un ritmo…nada! No sé si había algún tramo plano; si no subías, bajabas.
También, a diferencia del resto, al dar vueltas en un circuito y saber lo que venia en cada vuelta, hacía que todo pasara por dentro tuyo. Dudas, incertidumbres, aburrimiento de las primeras vueltas, paciencia, calma, para comenzar con el dolor muscular, dolor articular, desgano, autoconvencimiento y decisión en llegar. Todo esto sin parar de correr en ningún instante.
Esperando largar

Acá va la crónica:
El jueves por la noche salimos de Málaga con Cati para Badajoz donde cambiaría de acompañante, y seguir por la mañana hasta Cantabria. Llegamos a las 2 de la madrugada para salir al otro día a las 10 de la mañana para Santander ya con Patri.
Las 6 de la tarde y llegamos al hotel. Dejamos los bolsos y nos fuimos a buscar el dorsal. Todo muy bien y muy tranqui. Nos acostamos a las 11 de la noche para levantarnos a las 5 de la madrugada y desayunar. Venía saliendo todo genial!!!
A las 7 de la mañana en punto dan el tiro de salida….y allá vamos!!!!
El ritmo al que iba a salir era de 6 min/km, unos 10 kilómetros por hora. Me iba a costar mantenerlo pero era lo que mi entrenador me había recomendado. Haciéndole caso voy controlándome las primeras vueltas como un señorito inglés. Paso la primera vuelta unos 30 segundos más rápido, nada preocupante. Pero ya la segunda se me va 2 minutos más fuerte. En la tercera vuelvo a pasar unos 30 segundos más rápido y ya había acumulado unos 3 minutos debajo del tiempo de paso.
Empezando la cuarta vuelta me acompaña Patri. Ella tenía que hacer una tirada de 20 kilómetros para su entrenamiento de Maratón así que aprovechamos. Iría acompañado……que bien!!!...pero ya la cosa empezaba a sentirse un poquito. Esa cuarta vuelta fue mala, se me había ido el ánimo al suelo.
Lo especial de estar tanto tiempo en la ruta es que por momentos estas muy bien, y a los 10 minutos se te cae el mundo encima y todo son malas sensaciones y malos pensamientos.
Durante las tres primeras vueltas, Patri había ido colgando las fotos y comentarios en Facebook, y cuando pasaba me decía que me estaban mandando un montón de mensajes de ánimo. Me ayudó un muchísimo!
Ya empezando la quinta la cosa mejoró, mi ánimo subió con la buena compañía. Sigo en ritmo y mi ánimo era bueno. Llevaba poco más de 4 minutos de ventaja sobre el ritmo. Con Patri intentado esquivar las miradas de los jueces (había cuatro controles en cada vuelta) para que no me descalifiquen por irme acompañando. La cosa se hacía divertida ya que unos 500m antes del control Patri cambiaba de ritmo para pasar delante mío, y a los 200m de pasado este control me esperaba y volvíamos a correr juntos. ja! Claro, asi terminó sus 20km hecha mierda. Entre las subidas y bajadas, y los cambios de ritmo…!!!!!
Empezaba las 6 vuelta solo y con 5 minutos de ventaja. 4h55min para los primeros 50 kilómetros.
Patri se queda en esta vuelta y yo sigo con muy buen ánimo. Llego al kilómetro 5 de la vuelta y empiezo a darme cuenta que en media vuelta más llegaría a los 70 kilómetros. Venía muy bien pero como si la mente haya entendido que llevaba casi 7 horas sin parar empecé a sentir dolores musculares, así como de la nada.
La vuelta anterior habían largado una Media Maratón por el mismo circuito y eso le dio una vida bárbara a la prueba. La gente te pasaba super rápido y nos alentaba con mucho cariño. Fue genial!

Empezando la 7ma vuelta
 No me acuerdo mucho lo que pasó por mi cabeza durante esta séptima vuelta. Intenté relajarme, mantener el ritmo y dejar que pasen los kilómetros. Esperaba el kilómetro 75 para ver si podría apurar un poco el paso intentando llevar al pie de la letra las indicaciones de Pablo. Decidí que no, el dolor aumentaba y el ánimo caía.

Empiezo la octava vuelta pero todo iba a peor. No conseguía cambiar mi ánimo y los dolores eran cada vez más fuertes. Llevaba buen ritmo, y con los minutos que había acumulado me sentía tranquilo en conseguir la marca que había ido a buscar pero era muy difícil mantenerme corriendo, me dolían mucho las piernas.
No puedo explicar el dolor, las sensaciones, los pensamientos que pasaban por mi cabeza para empujarme aunque sea unos kilómetros más corriendo. Me acordaba de mi viejo. Me acordaba de mi tío y verlo en bicicleta conmigo. Me acordaba de las recomendaciones de mi entrenador que me dijo que la carrera empezaba cuando pasábamos los 75 kilómetros. Pensaba en Patri y lo que me dijo al empezar la vuelta: “Let it be”. Es una frase que hace un tiempo le di mucho significado……y empecé a llorar……con llanto!!!! No pasaba nada por mi cabeza. No había tristeza ni alegría, solo sentía dolor y decisión en seguir corriendo hasta el final. Eran dos sentimientos contradictorios y lo único que me salió fue el llanto.
Algo durito!

Algunos kilómetros atrás sentía tanto dolor, pero tanto dolor que la cara se me arrugaba como sonriendo pero con la sensación contraria, y me dí cuenta que estaba pasando por un momento importante, me di cuenta que estaba rompiendo algún límite. Eso me tranquilizó y me motivó, y como si me hubieran tocado con alguna barita, empecé a aceptar el dolor, no lo puedo explicar. Sentía como que las piernas iban a explotar pero no me importó. Relajé la cara y seguí tirando. El dolor estaba pero solamente en las piernas.
Ya había pasado el kilómetro 85 y mis piernas explotaban. Hasta ese momento, con poco menos de 8 horas y media, había parado solamente dos veces a mear unos 20 segundos cada vez y nada más, así que auto negocié y llegue al acuerdo de parar a tomar agua cuando termine la vuelta. Había mucha humedad y hacia mucho calor y me merecía ese regalo.
Kilómetro 87 y las cosa dolía mucho más. Empecé a pensar de pedirle a Patri que me acompañe los primeros 3 kilómetros de la ÚLTIMA VUELTA.
Con mi nueva sensación encontrada seguía tirando y pensando en Patri……y a poco menos de dos kilómetros para terminar la vuelta la veo. La muy guacha me vio tan mal que pensó lo mismo que yo. QUE ALEGRÍA!!!!
Termino esa durísima vuelta y Patri me da una botella de agua. Empecé a caminar por primera vez después de 9 horas. Que dolorrrr!!!!! Caminamos unos 100 metros tomando agua y volví a correr esperando infinidades de agujas en las piernas pero no, fue más fácil volver a correr que parar a caminar. Cosa rara!!!
ULTIMA VUELTA!!!!!!!!!!!
Venía un minuto por debajo de la marca que en mis mejores sueños había soñado. Bajar de las 10 horas es algo que siempre quise…y me sentía capaz.
Intenté volver al ritmo, incluso intenté ir más rápido pero no pude. La decisión fue correr al ritmo de mi cuerpo. Ya me olía que no lo iba a bajar pero me daba casi igual, mi objetivo estaba en seguir corriendo.
Dolía cada vez más y estaba un poquito de mal humor, y como para redondear esto nos pasa un juez en coche y le dice a Patri que no me podía seguir. Imagínense, casi 10 horas corriendo, sin nadie a mi lado. El corredor más cerca estaba a 1 kilómetro por delante y alguno más por detrás y este pelotudo, sentado en su p…to coche me dice que QUÉ???? Durante las vueltas que me siguió Patri me venía conteniendo para no mandar a la mierda a los jueces porque necesitaba la marca certificada para apuntarme en el Spartathlon. Que me descalifiquen no era una buena opción, pero con este no pude contenerme. Algo le tenía que decir así que le pregunto que le dijo a Patri y justo pasa un avión y no le escucho y le vuelvo a preguntar. Me vuelve a contestar de mala gana y tampoco le escuché bien (en realidad sabia lo que le había dicho pero creo que mi rebeldía natural me llevó a intentar molestarle…no saben lo que costaba contenerme) y el muy idiota me dice: “no me escuchaste o no me queres escuchar”. Huuu!!!! La vida te pone a prueba y les aseguro que me mordí la lengua como nunca. Solo le pude decir, con toda la calma que te da 10 horas corriendo: “Con 10 horas en la ruta y un avión pasando como queres que te escuche bien”. Y el muy pelotudo me contesta: “A ver si te tengo que descalificar después de estar 10 horas corriendo”. Les prometo, les juro que no le insulté porque necesitaba la marca. El que ganó había llegado hacia tres horas y a la organización le molestaba que me acompañen trotando? A ver si bajaba el record mundial y no me lo podrían homologar porque Patri estuvo al lado mío unas vueltas!!!
Llegando!
Lo que me quedaba de vuelta corrí masticando una bronca tan mala. Quería llegar y buscar al muy imbecil y ponerle una denuncia o algo, pero mientras pasaban los kilómetros y me iba dando cuenta, la situación perdió sentido.
Llegamos al kilómetro 3 de la última vuelta. Le digo a Patri que vuelva y me dice que no, que me iba a seguir toda la vuelta. Ella había hecho ya 20 kilómetros por la mañana y quería seguirme 10 más. No le pude decir que no, bue…en realidad no pude ponerme firme para que vuelva. Estaba muy cansado y realmente su compañía me venía muy bien.

 Intentaba disfrutar de esos últimos kilómetros pero seguía de mal humor. Lo que quedó de vuelta no fue muy significante. Intenté saludar a todos los voluntari@s que estuvieron durante tantas horas en el recorrido, darles las gracias y seguir aguantando la carrera.
Recibiendo el bonito recordatorio

Pasando por última vez una subida de casi 1 kilómetro todo iba a ser más fácil. Llegamos a los dos últimos y se empezó a notar el olor a llegada. Seguimos y Patri me empieza a dejar para encontrarme en la línea. Sigo solo y ya veo a gente. Veo la plaza donde la rodeábamos para pasar por la línea de llegada. Giro en la última curva y ya veo el reloj. Como calculé unos 5 kilómetros antes, no bajaba las 10 horas, pero…que importa!!!....ME VOY A GRECIAAAAA!!!!!!!!!!

Gracias de nuevo a Patri que cada vez hace más para que yo consiga mis sueños, gracias a Pablo que siempre fué y sigue siendo una guía para mi, y gracias a todos los que estuvieron conmigo a través de la red.

Un gran abrazo!!!



sábado, 14 de mayo de 2011

Mis XlV Edición 101K de La Legión. Ronda 2011

Este sábado pasado participé en los 101K de Ronda. Una carrera que organiza La Legión que comenzó allá por el año.............si queres saber estas cosas buscalas en su pagina Web!!!!!!!!

Yo te voy a contar mi experiencia que WOW!!!!!!!!......QUE EXPERIENCIA!!!!!!!!!!!! todavía estoy recuperándome.

Mi carrera empezó el jueves a la tarde cuando salimos para Málaga con Patri y Cati. Dormimos en la casa de Martín en Benalmádena y el viernes al mediodía salí solo para Ronda ya que por problemas de alojamiento no pude ir con las chicas. Yo me quedé a dormir en el polideportivo que la organización habilita para los participantes y las chicas seguirían la carrera por Internet ya que la iban a pasar en directo.

Llegué a eso de las 5 de la tarde y fui directamente al polideportivo a dejar las cosas. Me llevé todo lo necesario para estar cómodo: Colchón inflable, bolsa de dormir, almohada, manta, funda para la almohada suavecita, etc. Acomodo todo, inflo el colchón y me voy a una conferencia de dos Ultra Maratonistas que contarían sus respectivas experiencias en dos competiciones de las más duras del mundo. Estos dos Ultras comenzaron en Ronda.

Después de pasear un poco por el pueblo, comida de la pasta y cervecita obligada, me voy a dormir a eso de las 23:00. Cuando llego...ohh, sorpresa!!!...mi colchón desinflado....pinchado!!!!! Lo vuelvo a inflar con la esperanza que dure toda la noche. A las 3 de la mañana doy con mi espalda contra el suelo. Pu....madre! Hasta las 4:30hs. no me volví a dormir, el suelo estaba duro.

A las 6:30 me despierto y ya no me duermo más. Me levanto para usar los baños y llegar antes que muchos a la cafetería para desayunar porque éramos unos cuantos durmiendo en el poli.....digamos que estaba lleno. Ya a las 8 estaba haciendo huevo esperando para cambiarme ya que la prueba comenzaría a las 11 de la mañana.

A las 8:10 veía pasar a ciclistas y marchadores listos y en dirección de la salida. No entendía nada. Yo de pantalón largo y esperando que abra Mercadona para comprar fiambre y queso para hacerme los sándwich que me olvidé de llevar.

Dos cafés y dos tostadas después me voy a cambiar. El pronóstico, para algunos daba lluvia, para otros sol y calor...un quilombo! Ya había mandado mochilas con ropa al kilómetro 60 y al 78, que eran los lugares que la organización te las llevaba por si llovía, más geles, barritas, frutos secos y demás.
 

Había nubes negras pero también claros en el cielo. Impredecible lo que podía pasar.

Sigo mi plan y me pongo la ropa que había decidido junto con un chubasquero que venden en todo a 100 que es algo así como una bolsa de basura con gorro.

Llego a las pista de atletismo que es la salida y había muuccchhaa gente, más de 7000 personas, unos 5000 con sus respectivas mountain bikes. 

Empezó a caer unas gotas y todavía faltaba una hora para salir. La organización cerraba el acceso a la zona de salida a las 10:15hs. Intento acomodarme lo más adelante posible previniendo tener que esquivar mucha gente en la salida.

Las bicis salieron a las 10:25 para que no haya problemas con los marchadores que salíamos a las 11hs. Estuvieron 25 minutos para salir todas las bicis de la pista de atletismo. A las 11 en punto el chupinazo que daba nuestra salida. ALLÁ VAMOS!!!!!!

Salieron todos como si fuera una Maratón. Me tenía que andar frenando para no dejarme llevar por esos inconcientes.

Apenas salimos del pueblo empezamos a subir. Ni veinte minutos y estábamos subiendo una linda rampa. 

Mi objetivo era intentar hacer todo lo que pudiera corriendo...pero la cosa no iba bien. A la hora y media seguía con las mismas malas sensaciones, encima me iba conteniendo para no apurar el paso por los corredores que me pasaban. Me estaban haciendo calentar. Yo iba al ritmo que había planeado, había pasado en 56 minutos los 10 kilómetros, y me pasaban como parado gente con los bastones en la mano.

Generalmente me empiezo a soltar a partir de las dos horas, pero ya habíamos pasado el kilómetro 30 y seguía igual. Empezamos la primera de las cuatro subidas difíciles, 4 kilómetros al 9%, me enganché con un veterano para subirlos corriendo con muy buenas sensaciones pero cuando empecé a bajar no conseguía recuperar las piernas. 5 o 6 kilómetros más y ya me resigné a sufrir durante toda la carrera.

No me sentía bien. Mi cabeza me estaba jugando una mala pasada, dicen en las pelis. No tenía buenas sensaciones. No me dolía nada, mi ritmo cardíaco era suave...pero mis piernas parecían dos garrotes.

Viendo esto decidí tomarme las cosas con calma y dejar que los kilómetros pasen. Me dediqué a comer todo lo que podía porque sabía que lo iba a necesitar más adelante…seguro!

Decidí también aguantar la carrera hasta las 5 horas y a partir de ahí empezaría a caminar en las subidas difíciles. Así lo hice. Justo a las 4 horas y 58 minutos (miré el reloj!) empezó un cuestita corta…pero rendidora, ja! Cuando empecé a caminar, inmediatamente sentí que el cuerpo recibía energía. Seguí corriendo varios kilómetros más hasta la siguiente pendiente difícil y la volví a hacer caminando…y otra vez...una energía!!!

Llevaría una 5:30 horas cuando me renové, no sé como explicarlo, parecía que había salido hacía solo unos minutos. El correr era fácil. Empecé a pasar gente con una facilidad increíble. Me enganche con un portugués por unos kilómetros y entre charla y charla estábamos llegando al avituallamiento de Setenil, en el kilómetro 60 en 6 horas y 5 minutos.

Mi buena acción la hice con un soldado que estaba haciendo la carrera, y a unos 500m antes de llegar a Setenil lo vemos tirado en el suelo mientras se agarraba la pierna. Le pregunto que le pasó y me dijo que un calambre. Paré unos segundos para ayudarle a estirar y a ponerse de pie. Le dí un gel y unos consejitos. Al cabo de 5 minutos me pasó volando. Se había recuperado bien.

Entrando en Setenil lo pasé genial, la gente magnífica. Se re volcaron hacia nosotros. Pasamos por una zona de bares muy particular donde estaban todas las mesas fuera y la gente alentándonos con muchas ganas. Fue bárbaro. Tuve que parar en el avituallamiento poco más de 5 minutos, a dejar ropa y a agarrar unos geles, para volver enseguida al camino con la misma energía que había llegado.

Estaba en el mejor momento de la carrera, tenía que frenarme para no ir más rápido. Si seguía ese ritmo en dos horas estaría en el avituallamiento del Cuartel; kilómetro 78.

Nada más salir de Setenil comenzamos con una consecución de subidas y bajadas hasta que llegó la segunda de las cuatro difíciles. Unos 6 kilómetros entre el 6 y 8%. Chupao! Ja! Empecé a subirla y me llamó la atención de cómo pasaba gente. En eso siento de atrás que dicen: “Otra vez mi amigo, el de la tos”. Era el veterano con el que había subido la primera cuesta. Juntos subimos hablando hasta que llegamos y tocó empezar a bajar. Por favor....que bajada!!!...unos 7 kilómetros en un descenso del 13-15%...criminal!!! Comencé a bajar medio cagado hasta que le fui encontrando la vuelta y empecé a tirarme. Me golpeaban los cuadriceps, me dolían las rodillas del impacto, pero venia pasando gente y me gustaba. Como a 50m veo a dos con camisetas verdes iguales. Venía tan loco (ja!) que me propongo alcanzarlos, pero no era capaz. Cada vez me tiraba más fuerte. Cuando llegué abajo tuve que aprender a correr de nuevo. A los 500m empiezo a alcanzar a estos dos corredores, y para mi sorpresa eran los dos Ultra Maratonistas que habían dado la conferencia el día anterior. Le digo unas bromas y los pasamos (mi ego y yo…jaja!!!) pero no vayan a creer algo que no es. Creo haber escuchado que uno de ellos, o los dos, habían corrido un 100K unas semanas atrás. Estaban haciendo Ronda por cariño, creo. La hacen todos los años.

De todas maneras yo seguía con una energía indescriptible para las casi 8 horas que llevaba de carrera.

En 8 horas y 6 minutos llego al avituallamiento del Cuartel en el kilómetro 78 para agarrar el frontal por si me agarraba la noche. Venía a un ritmo de ensueños, pero ya empezaba a notar las horas en el cuerpo.

Kilómetro 79
En poco más de 5 minutos vuelvo a retomar la carretera que salía del cuartel y veo a un grupo de gente alentándome (creo que era a mi). El sol hacia bastante reflejo en el asfalto y no podía definir las caras, pero veo que una chica me alienta con más ganas que el resto, y pienso: “…que linda morocha”….jaja!....era Patri con Cati y Martín. Habían podido llegar. Que alegría!!!! Abrazo y beso a los tres para seguir con el corazón en un puño.

Con energías renovadas y sintiéndome acompañado salgo en busca de los últimos 20 kilómetros. Sabía que estaba por llegar lo más duro.

A poco de salir del Cuartel comenzamos a subir la famosa cuesta de la Ermita, unos 4 kilómetros entre el 11-13%. Ya mezclado con duatletas y ciclistas, subo pasando mucha gente, pero las piernas empezaban a gritar. 

La bajada también fue “interesante” y desgastante, unos 3 o 4 kilómetros con un 7%.

Unas vez abajo me quedarían unos 15 kilómetros hasta la meta…pero todavía estaba esa infame superfamosa cuesta del Cachondeo. Me dijeron que cuando empiece a subirla me daría cuenta por que le pusieron ese seudónimo.

Pasando el último pueblo quedaban 10 kilómetros. Yendo por el medio del campo, bordeando un río, me alcanza un corredor y al verle que en la camiseta llevaba la inscripción del gimnasio de unos amigo de Cáceres le digo unas palabras y seguimos corriendo juntos varios kilómetros muy amenos. Me vuelvo a encontrar con los chicos que me dicen que no se quedan a la llegada porque el camino de vuelta a Málaga es peligroso para hacerlo de noche, así que besos, fotos y nos despedimos.

Unos metros más y le digo a mi compañero que siga. Lo veía bastante fresco y yo cada vez peor. Ya no me daba cuenta de nada, me costaba mucho mantenerme corriendo. Era una pelea interna durísima. Empecé a pensar en mi entrenador, y a partir de ese momento lo sentí gritándome en la oreja para que no dejara de correr, como en los viejos tiempos. Fue algo genial pero al mismo tiempo horroroso.

Eso me mantuvo varios kilómetros pero las subidas, por chiquitas que fueran, ya no era capaz de hacerlas corriendo.

Me cruzo con tres chicos de unos 10 años que me dicen que solo quedan 5 kilómetros, pero yo pensaba en la “cuesta del Cachondeo”.

Al pie de la "Cuesta del Cachondeo"
Unas curvas, unas bajadas en dirección hacia la pared vertical de unos 150m de altura donde esta apoyada Ronda y yo buscaba la cuesta y solo veía la pared, y pensaba para mi: “¿Es joda (cachondeo), no esperarán que escalemos?...Ah! de ahí el nombre”…jaja!!!

Por fin empecé a subirla entre un montón de ciclistas. Unos 3 kilómetros al 12-13%. Me volví a encontrar con mi compañero de cuestas. Subimos casi toda la cuesta juntos y casi llegando arriba cambió el paso y me dejo tragando el polvo, ja!

"Cuesta" vista desde Ronda
Terminada la cuestita, solamente un kilómetro hasta meta. Las 22:10 marcaba mi reloj al pasar por el castillo. 11 horas y 10 minutos desde el chupinazo de salida. Estaba consiguiendo mi objetivo.

No voy a decir que la alegría me agarró por sorpresa. Varios kilómetros atrás tuve que contenerme para no moquear al sentir muy cerca la llegada, así que la boca se me abrió en una sonrisa de oreja a oreja. Miraba a la gente y escuchaba sus aplausos y me los guardaba todos. Veo la curva, hecha por vallas y gente, para entrar en la plaza y llegar. Sonaba una canción de Rocky, en vivo, tocada por tres o cuatro vientos más una percusión, muy desafinados, pero con un amor que tapaba cualquier fallo técnico.

El "Ladrillo"
Al ver la meta esperé ver a mis chicas pero no iban a estar. Paré mi reloj en 11 horas y 13 minutos, en el puesto 62 de la general y 44 en mi categoría (Vet. A). Me sentí muy satisfecho conmigo mismo. Pocas cosas lo consiguen. Agradecí a mi viejo y a mi tío por las fuerzas y recibí el famoso ladrillo. 

Recojo la sudadera de finisher y salgo caminando al polideportivo que estaba a la terrible distancia de 1,5 kilómetros. 

Inciso aparte para contar lo que vino: 

Llegué al poli, agarré la ropa y me fui a la ducha. El agua un poco templada que me destempló. Empecé casi a tiritar. No me podía secar. Intentaba ponerme los pantalones y se me acalambraron los músculos flexores de la cadera, primero una pierna y después la otra. Al ponerme las medias se me acalambraron los pies. Me meto en la bolsa de dormir con toda la ropa y cagado de frío, sobre el pu…to colchón desinflado. Eran las 23:30hs.

Intentaba dormirme boca arriba y se me endurecían las rodillas. Cruzaba una pierna sobre la otra y más de lo mismo. Me ponía de costado y me pegaba en el suelo los huesos de la cadera, que me dolían un montón por el roce de la riñonera.

Como pude me dormí hasta las 3 de la mañana donde me levanté para ir a buscar las mochilas que tenía la organización y estacionar el coche cerca de la puerta del polideportivo para no hacer mucho viaje con el pesado bolso por la mañana.

Me volví a dormir a las 4:30hs para levantarme a las 7 de la mañana y salir hacia Málaga. 

Llegué a eso de las 10 y media. Tomamos unos mates con facturas que compré. Pude comer solo una, tenía el estomago cerrado. Al mediodía, Martín hizo unos fideos a la bolognesa para chuparse los dedos pero no pude comer mucho.

A las 5 de la tarde salimos hacia Badajoz. 5 horas de viaje para llegar y dormir.

Al otro día fue otro cantar. Que mal me desperté. Aparte de todos los dolores musculares lógicos se me sumó fiebre y diarrea. Casi no pude comer nada en todo el día. El martes ya no tenía fiebre pero cualquier cosa que hacia me cansaba un montón. El miércoles mucho mejor, y ayer jueves troté media hora y me sentí muy bien.

No me canso de agradecerle a Patri su apoyo y su confianza, que junto a mis ganas es todo lo que necesito para seguir adelante.
Esto me mostró una puntita de lo que será Grecia…..pero ya estoy una puntita más cerca!

sábado, 30 de abril de 2011

A una semana de los 101K de Ronda

Por fin…a una semana de mi próxima carrera.

Hace un año que no compito y tengo unas ganas locas de estar ya en la línea de salida.

Esta es una competición que organiza un cuartel de la Legión que esta en una ciudad de Málaga llamada Ronda. Los “101km en 24hs, La Legión contra las drogas” se llama esta competencia.

Hace unos años que tenia ganas de hacerla pero por distintos motivos no pude (hace dos años Cati tomó la comunión el mismo día, y el año pasado no se hizo porque los Legionarios sirvieron en Afganistán, creo). Así que este año no me la quería perder.

El 1º de enero empecé a entrenar con mi antiguo entrenador con vistas a EL objetivo: el Espartathlon del 2012. Necesito hacer la marca minima para poder participar. Es de 10 horas 30 minutos para los 100 kilómetros. Como adelantaron los 100K de Villa Madrid para marzo, no tuve tiempo de prepararlo así que lo dejamos para Cantabria en septiembre. Cosa que me dio la oportunidad (…o la excusa) de estar la semana que viene en Ronda y usarla de entrenamiento….¿puedo decir eso?

Es una carrera que se hace por las sierras de Málaga, por caminos y senderos. Se acumulan algo así como 2200 metros de desnivel, y con lo que esta lloviendo estas semanas, acumularemos bastante barro también.

Como es la primera vez que la hago, tengo esa incertidumbre de ¿con que me voy a encontrar? Sé que es un sube y baja constante con unas 4 o 6 cuestas duras de entre 3 y 6 kilómetros, con una inclinación de entre un 6 y un 13%. Sobre papel se ve difícil pero allá se verá diferente. Es la primera vez que hago una carrera así.

En estos últimos 4 meses acumulé más de 1600km. Casi 900km en las dos semanas de carga, con una calidad que todavía me sorprendo que lo haya conseguido.

Estoy en un momento personal/profesional muy difícil, y sacar ganas y cabeza para hacer estos largos entrenamientos a veces se me hace cuesta arriba. Había días que llegaba a la tarde/noche de un viaje de 5 horas, después de haber trabajado por la mañana, me tomaba unos mates con mis chicas y salía a entrenar; generalmente me tocaban cuestas, y al otro día por la mañana un trote de varias horas…ufff!!!!

Estoy convencido que este tipo de carreras no hay que entrenarlas, sino incorporar el correr a tu día, con tus problemas incluidos. Me explico: Para un chofer de colectivo, manejar es algo automático. Se sube al micro y maneja 8 horas, llueva, truene, con ganas o sin ganas. Lo mismo creo para un Ultra Maratonista. Después…o antes…de las tareas cotidianas (familia, amigo, trabajo…etc.) salir a entrenar 2, 3 o 4 horas es algo más del día a día. El cuerpo lo tiene que pedir sino no tendría sentido hacerlo. No es una obligación, no es un entrenamiento, es lo que tenés que hacer, como lavarte los dientes. Así que rectifico las tareas cotidianas de un Ultra Maratonista: familia, amigos, trabajo, correr, lavarse los dientes…jaja!!!

Me fui por las ramas!

Pero bue…por lo anterior dicho, la carrera es mi premio. Todo un fin de semana de carrera, compartiendo esto con gente que hacen/sienten lo mismo que vos es genial.

Ultima semana de descarga muscular y carga de pilas, encontrando motivación para los momentos de bajón, preparando las cosas para el viernes ya estar en Ronda.

Podrán seguir la carrera por la página Web de la organización.

Mándenme buenas ondas!!!!!

jueves, 27 de enero de 2011

¿Alguna vez te faltaron ganas para salir a entrenar?

Cuando llegué de trabajar estaba dispuesto a ponerme mi ropa de entrenamiento y salir sin mas. Con un buen sol, como hace días que no se ve, pero en el horizonte aparecían una nubecitas amenazantes.

En este primer mes de pre-temporada no hay entrenamientos muy largos pero si algún que otro durito, sumado a que entreno todos los días de la semana sin descanso, las piernas notan una linda carga.

Hoy tenía una buena entrada en calor, saltos y 50´de Fartlek en terreno variado.

Después de una hora esperando que pasen esas nubes negras que anunciaban chaparrón fuerte, y en un acto de arrojo involuntario, me puse la siempre fría ropa de entrenamiento y salí. Cuando llego creo que tardé 10 minutos en bajarme del coche, entro en calor con un viento horrible, saltos y me quito la ropa para empezar ese horrible Fartlek. Me llama Cati por teléfono y empezó a chispear; me subo al coche. Estaba tan a gusto dentro. El viento no me golpeaba los oídos, no me estaba mojando, no tenia frío, estaba hablando muy a gusto con mi hija…..y dejó de llover.
 
Por fin me decido y salgo. ¡Que pocas ganas, por favor! Trotando los primeros metros buscaba alguna motivación y me acuerdo del plan que decía “Fartlek en terreno variado”, y pienso: “¿que haría Pablo (mi nuevo entrenador de toda la vida) en este caso?”….veo las dunas y lo tuve muy claro. Me acordé inmediatamente de aquellos años donde salir a trotar por la ciudad con él era toda una aventura. No había banco o valla que no saltásemos, ni loma de tierra que no subiéramos, ni contar los cambios de ritmo cuando no había otra cosa mejor que hacer. Y cuando salíamos por la sierra!!....nos quedaban las piernas arañadas como si las hubiéramos puesto en una bolsa de gatos. Así que derechito a las dunas y caminos serpenteantes por debajo de abetos y plantas de esas que te raspan las piernas.
 
Volví a esos despreocupados años de adolescente donde solo quería entrenar y correr. Volví a buscar los peores y más enrevesados caminos que hagan de mi carrera lo más complicado posible.
 
Subiendo por la arena blanda, peleando con la lluvia y el viento de cara, saltaba bajaditas abruptas intentando que los pies no se entierren en la arena, buscaba lugares donde nadie haya pasado y cuando veía una huella me enojaba y buscaba otro más difícil. Cuando pensaba en trotar por un sitio más fácil para recuperar un poco pensaba que la vuelta la iba a hacer por la calle para llegar rápido porque si volvía por el mismo camino tardaría más tiempo que lo que ponía el plan, así que seguía pensando en un camino difícil.
 
Cuando dí la vuelta busque una calle para volver pero después de 300m me aburrí y volví a las dunas que me trajeron. Eso si, con la condición de no volver por los sitios difíciles. Me volví a aburrir y otra vez a bajar y subir y saltar y disfrutar de este difícil y frío camino hacia el final……que no es otro que mi próximo reto.
 
Realmente este entrenamiento que empezó como un suplicio terminó siendo unas vacaciones mentales de 50 minutos.