“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

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martes, 7 de diciembre de 2010

Maratón de Lisboa 2010

Esta, posiblemente, sea una de las carreras más desorganizadas que he hecho. Y si a eso le sumamos las contrariedades que me sucedieron a lo largo del fin de semana…casi sería una carrera para olvidar. A no ser porque…

Desde el mes pasado estoy trabajando en El Puerto de Santa María, a 300 kilómetros de Badajoz. Todos los viernes vuelvo por la tarde para pasar el fin de semana. Esta semana era especial porque el lunes y el miércoles eran feriados, y por suerte me dieron el martes, así que hasta el jueves no tendría que volver. Me esperaban 5 días de unas “mini vacaciones”….ja!

El jueves anterior estaba pensando en el fin de semana y veo en Facebook que una amiga corría la Media Maratón de Lisboa y le pregunto a Patri si quería ir. Me dijo que si. En un comentario veo que una chica que pensaba correr la Media no podía ir por lesión y nos cede el dorsal. Me acuerdo que mi amigo Goyo tampoco va por lesión y con la inscripción hecha para la Maratón. En una hora, gracias a la magia de Internet, teníamos cada uno dorsal y el viaje casi organizado. Las tiradas largas del entrenamiento de esta semana las haríamos en carrera. Joya!!

Al día siguiente, viernes, termino de trabajar, como y salgo para Badajoz….muy contento…!!!!

Llegando a Sevilla, con un atasco enorme, se me queda el coche….y no resucitó. No les voy a contar lo que tuve que hacer pero si decirles que llegué a casa a las 11 de la noche con un coche alquilado.

Anuncian fin de semana de lluvia y viento.

Domingo, suena el despertador a las 4 AM para que una hora después estemos en la ruta hacia Lisboa. Patri 4 horas por trabajo y yo 5 horitas de sueño…..pero con muchas ganas salimos….lloviendo a cántaros.

Se prende un testigo del coche alquilado. Era amarillo asi que no le di mucha bola (ni idea que me quería decir). Llegamos a tiempo, encontramos el depto. de nuestra amiga muy bien (gracias al GPS, claro!)…cuando bajo del coche…sorprais!!!...rueda pinchada. No estaba muy baja asi que una vez que deje a Patri con Elenita iría a inflarla. Como no sabíamos el piso la teníamos que llamar por teléfono. Ho, otra sorpresa! los teléfonos no tenían cobertura. Buscamos un teléfono público pero había que poner una tarjeta de crédito y con las nuestras no funcionaban. Después de 10 minutos dando vueltas, gritando y silbando a la ventana…..se asoma.

Genial!...me da el dorsal y salgo 8:14 AM hacia la salida. A las 9 se largaba. Pongo GPS rumbo al estadio, llego en menos de 10 minutos y empiezo a buscar una estación de servicio para inflar la goma. 20 minutos y no encontré ninguna. 8:45 estaciono (con la rueda casi desinflada) a 850m de la línea de salida. Me cambio, meadita, vaselina y corriendo hacia el largada me como una barrita.

En 8 minutos me espera una MARATÓN!!!!

Llego a la línea de salida y dos fotos después…largamos!!!

Esta carrera no la preparé ni mucho menos. Era un entrenamiento. Pensaba trotarla sin mas…..pero las carreras hay que correrlas, así que durante el último minuto antes del disparo veo los dos globitos (personas que llevan un ritmo prefijado para que sirvan de liebre). El de las 4 horas y el de las 3h 30min. Mi idea era trotar y hacerla en 4 horas pero….las carreras hay que correrlas….y me acordaba lo que le dije a Patri durante el viaje: “Si hago 3h30min me doy con un canto en los dientes”. Jaja!!!...y salí a seguir al globito de 3 horas 30 minutos.

Un vientooooo!!!!!!!

Mi táctica de carrera (jaja!) era seguir al globito aunque pare a mear…bueno a hacer pis!! La cuestión es que al tipo, en el kilómetro 12 se le vuela el cartelito que decía el tiempo que iba a hacer y paró a agarrarlo para volver a ponerlo. Obviamente no paré así que me quedé solo con mi ritmo y el viento en contra.

Realmente, un poquito exigido pero lo podía mantener bien.

En el kilómetro 28 dimos la vuelta, el viento en contra se convirtió en un amigo y empezaron a aparecer los corredores de la Media Maratón que habían largado a las 10:30hs. Calculé que iba a encontrar a las chicas por el kilómetro 38 y 39, pero Elenita apareció, con mucho dolor en la espalda, en el 35. Nos saludamos y seguí mi marcha. En el kilómetro 36 el suelo se empezó a inclinar…para arriba. Sabía que teníamos una subida al final pero no tan larga…y tan recta. Hasta el kilómetro 40 el camino subió y casi todo recto.

Cuando empezamos a subir veía a los corredores como 3 kilómetros para arriba…uff!...que agotamiento mental. Ya tenía los cuadriceps para tirarlos a la basura. Varias veces amagaron a acalambrarse, y ahora con esta subida terminaría de matarlos.

Llego al 40 y terminó la subida. Solo 2 kilómetros y llegaría en 3h30min. Increíble, pero tenía las piernas rotas.


Por ahí veo que me pasa un corredor….era el globito de las 3 horas 30 minutos. Me prendo un kilómetro y casi llegando al 41 lo dejo porque estaba hecho mierda. Hago unos metros más pensando en aguantar y veo a Patri a 50 metros. Quería llegar con ella, y mi primera reacción fue cambiar de ritmo….ja!....que dolooorrr!!!!....casi le grito para que me espere pero era hacerla frenar así que me dedique a mirarla.

Entramos a la pista, media vuelta y llegamos. Que linda sensación verla llegar en su tercera Media Maratón.

Al final 3h 30min 30seg en mi reloj. No es mi mejor marca pero estoy contento como si lo fuera.

La preparación para la Ultra me encanta. El ser capaz de correr una Maratón un fin de semana cualquiera me dice que voy por buen camino.
Durante la carrera me sentí con plena confianza, sentí que estaba en mi lugar, sabía en todo momento lo que tenía que hacer y fui capaz de entender las señales que mi cuerpo me enviaba.

No solo quiero correr, sino aprender y sentir. Patri lo entendió el domingo; vio su límite y lo reconoció. No dudo que la próxima lo supera.
Estoy contento conmigo mismo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Maratón de Sevilla 2010

Que decir…!!!...Llegué…!!! Mi segunda Maratón en 15 días y la cuarta en 22 meses.

Me pude tomar este lunes sin trabajar y mañana festivo para recuperar porque sabia que iba a estar así…¿cómo?...me duelen las dos piernas desde los glúteos hasta los pies, de los dos lados (isquios, cuadriceps, glúteos, rodillas, tobillos). Me duelen los dedos y la parte de arriba de un pie (no me acuerdo como se llama), lo tengo negro e hinchado por los pu..os cordones muy apretados. Me duele una parte de la espalda y….nada más!

Mi cabeza esta volando, todavía. Intento recordar las sensaciones que tuve antes de comenzar a entrenar mi primera Maratón y cuales fueron los motivos para hacerlo, y compararlos con los que me quedaron al terminar esta cuarta Maratón.

Tenía muchas dudas de a que ritmo salir. El sábado anterior había decidido salir a 4:30/4:35. Intentar terminar en 3h 13min, pero me daban vueltas por la cabeza muchas cosas y mi cuerpo me pedía otro ritmo. Este sábado decidí “Matar o Morir”. ¿Qué me impedía salir al mismo ritmo que en Badajoz? ¿Quién me decía que no podría igualar la marca, o incluso mejorarla? No me gusta decir cuando todo pasa: -“¿y si lo hubiera hecho de otra manera…?”. Así que con dos “cojo…es” salí debajo de 4:20 por kilómetro. Quería probarme. ¿Nunca intentaron poner el coche a todo lo que dá para saber cuanto dá?...bueno…yo hice lo mismo. Quería conocer las sensaciones que me esperarían al ir un poco más rápido de lo que mis sensaciones decían.

He aquí la crónica:

Viajamos el sábado con Patri y Cati. Fuimos a buscar el dorsal y paseamos un poco por la feria del corredor, después centro comercial, Decathlon y temprano al hotel para dormir.

A las 5:50hs nos despertamos, desayunamos y todo listo para salir a las 8hs hacia el estadio…¡¡¡Un friooooo!!!...el coche marcaba 2º…pero no llovía…¡¡¡menos mal!!! Entré a la zona de calentamiento. Cola para dejar la ropa en el guardarropa, cola para hacer un pis y cola para acceder a la pista donde se largaba. Preocupado por no quedar muy atrás en la salida; sabía que correrían como 4000 atletas.Y así fue. Largaron 4126 corredores. Llegué sin problemas muy cerca de la línea…8:56hs…¡cagando!...9:03 largamos!!!

Pude encontrar el ritmo desde el comienzo. No estorbó nadie. Hasta el kilómetro 5 no ví ninguna marca. Había mucha gente. Alrededor de 4:20 min/km…bien!

Por esta parte del recorrido veíamos a los primeros que venían volando. Un pelotón de cómo 10 africanos y un Español, Pablo Villalobos (que salió segundo con marca para el Europeo). Lo estaba pasando genial. Cruzamos un puente y la gente animando, girábamos en una rotonda y la gente animando…durante todo el recorrido había mucha gente y animando de corazón. No sentía que molestábamos como me pasa cada vez que corro en Badajoz.

Los relojes de la calle marcaban 4º pero no había casi nada de viento y eso ayudaba mucho para no congelarnos.

Realmente no me acuerdo mucho del recorrido. Cuando corres medio jugado vas preocupado por no correr a tirones y encontrar un buen ritmo que de ver el paisaje. Me acuerdo que doblamos hacia una avenida y de fondo veía La Giralda. Después, de lo único que me acuerdo es de los pequeños desniveles y de intentar subirlos sin hacer mucha fuerza.

Desde la salida estuve buscando a alguien que corra al mismo ritmo que yo, y no era capaz de encontrar a nadie. Sabía que después del 35K la iba a pasar mal. Lo intenté primero con un par de chicos que iban juntos, que les escuché decir que mantendrían 4:20. El primer kilómetro con ellos fue a 4:09, y el segundo a 4:28. Opté por dejarlos. Paso la Media Maratón en 1h31min. Iba al ritmo que quería. No me pregunten porqué pero decidí buscar 3h02min. Manteniendo ese ritmo lo conseguiría. A los pocos kilómetros encontré a otros dos que iban a ese mismo ritmo. Por lo que me dí cuenta, uno tiraba al otro. Uno de ellos se quejaba del frío, y el otro movía los brazos en círculos para calentarlos, hacia skiping y talones al glúteo…a 4:15 que veníamos. Para mi pensaba: “Ni Martín Fiz hace eso a este ritmo y por el kilómetro 24”. Era medio fantasma, me estaba rompiendo las bolas. Veo, como a 20 metros, a un flaco y alto que inmediatamente bauticé como Richard, ya que me hacia acordar a un atleta de mi ciudad. Parecía saber lo que hacía. Lo alcanzo por el kilómetro 26 y me quedo con él. Clavaba casi todos los kilómetros. Se le veía bien, suelto, su respiración relajada, así que decido pegarme a él y no dejarlo ni con agua fría.

Ya empiezo a notar las piernas duras. Desde el kilómetro 7 la rodilla me empezó a doler, poco, pero es el mismo dolor que tuve después de la Ultra o después de la Maratón de Badajoz. Estaba preocupado. Por el kilómetro 11 o 12 empiezo a sentir un dolor punzante en el pie derecho. Me había pasado lo mismo en el otro pie hace varios meses por los cordones muy ajustados…¡¡¡ni en pedo paro para aflojarlos!!!

Así que con las piernas duras, dolor en la rodilla y en el pie, con la incertidumbre de ir rápido y mis sensaciones diciendo que iba rápido, decido seguir así. Decido seguir a Richard hasta el kilómetro 35 como fuese, después vería como terminaba la carrera.

En el kilómetro 29 venía medio jugado y casi caigo en la tentación de aflojar el ritmo, pero nooo…!!!...la decisión estaba tomada…hasta el 35K como sea.

Mientras intentaba no descolgarme pensaba justo en este momento; yo escribiendo esta crónica, sentado en mi sillón calentito y olvidándome de los dolores y el frío. Pero lo estaba pasando mal.

Pasan los kilómetros…y llegamos al 34K. No podía seguirlo más. 500 metros y se empieza a ir. Sentía ácido láctico hasta en los glúteos…y acá empezó mi calvario personal. Mi ritmo iba bajando angustiosamente y mi cuerpo cada vez peor. Empecé a sentir hambre. No puedo explicarles lo mal que lo estaba pasando, luchando conmigo mismo para no caminar. Estábamos en los alrededores del estadio…y mi ritmo era cada vez más lento. Kilómetro 40 y veo el avituallamiento. Casi me tiro contra las mesas cuando vi los trozos de naranja. Agarré un puñado y un vaso de Gatorade a la carrera. Es muy difícil respirar con un pedazo de naranja en la boca como un protector bucal. Me sirvió para distraerme unos metros.

Pasamos el 41K y todos nos alentaban diciéndonos que ya estaba hecho, que no quedaba nada, y para mi pensaba: -“veni a correr vos estos 41K a ver si este ultimo kilómetro es tan fácil como decis”. La cabeza razona raro cuando sufre. Sabía que el kilómetro 42 estaba dentro del estadio. 500 metros y doblamos. Veo la entrada y la pista. Pensaba que me iba a emocionar. Nada, estaba tan muerto que quería llegar para comer.

Damos la media vuelta a la pista y llego. 3:10:29. Me sorprendió lo mal que tenia las piernas, me costaba mucho caminar. Mientras intentaba no caerme uno de la organización me apuraba para que caminara más rápido. Lo debo de haber mirado de alguna manera rara entre las gafas porque inmediatamente otro me ayudó del brazo hasta un banco. Veo una mesa con naranjas y me tiro de cabeza. Con las dos manos llena de trozos y otro en la boca viene una voluntaria y pregunta si me quita el chip de la zapa. Con el protector bucal en los dientes le digo que mmssii. Miro la zapa y la muy guarra no me volvió a atar los cordones ¿Qué quería, que me caiga? Cuando estas sufriendo la cabeza razona distinto.

Mientras entraba al estadio para buscar mi ropa le pregunto a otro voluntario si había comida dentro. –“Si, claro”, me responde con un tono medio irónico.

Nos dan una bolsa con cosas para comer y tomar. Una latita de Gatorade, un Huesitos, un Donnuts, una manzana y una cajita de jugo. Me bebí y comí todo eso mientras hacía la cola para recoger mi ropa. Cuando me la dan agarré la banana que tenia y me la comí en tres bocados. Ya se me estaba yendo un poco el hambre.

Que frío!!!...Me visto, estiro un poco y salgo en busca de las chicas que me esperaban en el coche. Bastante difícil caminar hasta el coche que estaba estacionado como a 800m.

Duchita en el hotel, Mc Donalds y a Badajoz.

Buen comienzo del año!!!....primer objetivo cumplido. Ahora a recuperarme y pensar en la próxima.

lunes, 1 de febrero de 2010

Maratón de Badajoz 2010

3:06:36…que más puedo decir!...14 minutos menos que la del año anterior…14 MINUTOS!!! Cuando haces los cálculos sobre papel todo se ve diferente. Esos cálculos decían que podía correr en 3h 08 o 10min. Pero la marca que conseguí es algo que solo me imaginé en mis mejores sueños. Se lo atribuyo a la planificación y a un gran cambio de mentalidad por mi parte.

Durante la semana antes de la Maratón no tuve buenos días. Me sentía muy bien pero la garganta me avisó con unas de esas molestias que siempre me dan fiebre. Estuve dos días intentando que no vaya a más pero me sentía muy enojado pensando en el año pasado que unas semanas antes de esta misma Maratón estuve varios días con casi 40º de fiebre la que hizo que mi entrenamiento sea malísimo. También, en los 100K, que la gastroenteritis hizo que me quede fuera de la carrera. Por suerte no fue a más y el viernes estaba listo y decidido.
El domingo amaneció un día espectacular. Algunos decían que era la edición con la que mejor día se había largado. Pensaba que eso lo tenía que aprovechar.

En la línea de salida me encuentro con un conocido de mucha experiencia que me dijo que saldría a 4:15 el kilómetro. Mi ritmo iba a ser de 4:30 min/km.

Largamos y yo corría detrás de su grupo muy suelto y pensando que iban lento, para mi sorpresa que al pasar el kilómetro 1 clavó los 4:15. Con un poco de susto aminoré para empezar a correr a menos de 4:30min/km, cosa que me hacía dudar.

Realmente me sentía muy bien. Con Patri acompañándome tenía buenas sensaciones. Los primeros 10K los pasé 1min 15seg más rápido de lo que había programado pero seguí así. La anécdota me la dio la moto de la organización que amenazaron varias veces con descalificarme porque Patri me seguía a menos de 10 metros. Fueron dos kilómetros de discusión; el kilómetro 15 a 4min y el 16 a 4:09. Sabía que ese ritmo me pasaría factura más adelante.

Pasé la Media Maratón en 1hora31min, hasta hace algunas semanas mi antigua marca, y bastante suelto. No dudaba en ningún momento de lo que estaba haciendo pero, sinceramente, venía rápido y un poquito asustado.

Empezaba la peor parte ya que el recorrido es muy denso. Hasta el kilómetro 30 es un ida y vuelta por el mismo camino. Pasé los 30 kilómetros cuatro minutos más rápido. La cosa prometía pero faltaba mucho. Las piernas empezaron a avisarme pero podía mantener el ritmo. Del kilómetro 32 al 35 es una ronda donde también se hace bastante monótono. Del 35 al 36 una subida que te “marca”. A partir de esta parte la carrera se hace más llevadera. Intenté mantener el ritmo, y así lo hice.

Estos últimos kilómetros son muy gratificantes pero a la vez muy duros, y más cuando sabes que bajas tu marca. Hay una ansiedad…!

Duro pero con muy contento llegué en mi tercera Maratón en dos años. Le agradecí a mi viejo en silencio y agarré el comprobante que te dan en la línea de llegada donde acredita tu marca y puesto.

Salvo una sobrecarga en mi tendón rotuliano mi cuerpo responde fenomenal a estos 42,195m. Ya tuve esta molestia después de los 100K que me duró un par de semanas. Espero que esta vez sea más rápida la recuperación de la rodilla y me deje largar el 14 de febrero en Sevilla.

Este 2010 empezó genial. Haré que siga asi…!

lunes, 18 de enero de 2010

A dos semanas de mi próxima Maratón


Por fin!...a dos semanas de mi próxima Maratón. Ya me empieza a picar el estomago y comienzan a aparecer dolores y molestias por todos lados.


El sábado hice mi última tirada de 35 kilómetros. Solo, con mi botella en la cintura y un par de sobres de glucosa salí por la carretera que lleva a la ciudad de Olivenza buscando el ritmo de carrera. De ida 17,5K con viento en contra bastante molesto que me hizo estar un minuto sobre el deseado ritmo, pero la vuelta fue más rápida. Controlándome para no “gastar” de más y buscando soltura conseguí el tiempo deseado.

Como todas las Maratones, esta también es diferente. Ya no pienso en llegar, no pienso en bajar la marca, solamente pienso en el tiempo que quiero ver en el reloj de llegada. 3:08:14.

Estoy muy conforme con mi preparación, mejor de lo que esperaba. Me siento fuerte, conseguí ritmo de paso, estoy rápido y resistente, y lo que creo más importante, pude mantener mi motivación alta. Cada año aprendo; sobre entrenamiento y sobre mi.

A diferencia de otros años, el objetivo de este es “todo el año” en si, hasta el 25 de septiembre donde intentaré mis 100K nuevamente, pasaré por algunas Maratones, carreras de montaña y una Maratón Alpina.
Me siento diferente…estoy diferente, y por eso intentaré que este 2010 sea un año lleno de alegrías y victorias personales.

Pienso que en este mundo de corredores populares hay tres clases: 1_Los que corren para terminar la carrera, y salen saludando y bromeando con sus compañeros, y llegan igual de felices. 2_Los que corren para conseguir un mejor puesto y te pasan zumbando en la línea de llegada. 3_Y los que corremos para superar nuestros límites, en consecuencia entrenamiento duros y carreras cada vez más duras. Tres formas de entender y disfrutar el deporte…y tres formas de superarse día a día.

“Carreras cada vez más duras” es mi preocupación de esta Maratón. Ya conozco el tan hablado “muro” y realmente es duro. Por mi experiencia dura esos últimos 7 kilómetros que quedan desde los 35K a la meta. Tu mente divaga, intenta encontrar alivio en pensamientos tan dispares como “querer parar de correr” y al mismo tiempo “cambiar el ritmo para bajar la marca”.

Cuando pase por el kilómetro 35 me quedará una subida dura de 1 kilómetro, y a partir de allí empezará mi carrera final hasta los 42195 metros de prueba personal.

…solamente dos semanas!!!!

lunes, 21 de diciembre de 2009

Fin de una etapa de mi vida



Esta fue mi primer carrera, hallá por el año ´81. Tenía 6 años. Junto a mi amigo Marcelo Gomez…solo corrimos. Desde el Torreón del Monje bajamos hasta la Pileta Cubierta, algo así como 800 metros de simplemente....carrera!

Todavía recuerdo algo de lo que pensaba mientras corría. Marcelo era más rápido, llegó antes que yo, pero me daba igual. Al terminar, mi vieja me estaba esperando con un gran premio: un beso y algún caramelo.

Seguí corriendo toda carrera que aparecía. Primero en el cole y después me apunté a un equipo federado; el SOIP. La pista de atletismo estaba a solo 400 metros de mi casa y eso me hacia las cosas mas fáciles. Competí en algunas carreras en la primera categoría federada que se llamaba Pre-infantiles. No sé cuanto estuve corriendo con ellos, uno o dos años. Mi amigo Dani Voglino me lo dirá mejor pero dejé, seguramente, para hacer otro deporte. Podría ser natación, rugby o basket o tenis, no recuerdo bien, que junto con mis clases diarias de ingles me absorbía toda la tarde.

A los 14 años estaba corriendo triatlones y empiezo a entrenar con “el novio de una compañera de mi hermana”…je, como suena de largo….corrí el ultimo ese año para quedarme entrenando solamente atletismo. No recuerdo si corrí alguna carrera en Infantiles pero enseguida empecé a correr en la categoría Menor. Corríamos todo: vallas, 100m, salto en largo, 400m, cross, 300m c/ vallas, carreras de calle, heptatlón, etc, etc, etc…pero la reina era nuestra 4x100m…imbatibles! (y que alguien diga lo contrario…ja!). Llega la categoría Juveniles. Vallas más altas…de 300m pasamos a correr 400m c/vallas, gente más grande…nuestra 4x100 seguía imbatible…para que a los 21 años pasar a la categoría Mayor. Creo que competí hasta el año 98…y nuestra 4x100 terminó imbatible. Nace Cati, me caso con Patri y ya no volví a ponerme los clavos.

En el año 2006 vuelvo a trotar, ya por las calles de Badajoz, con 31 años. Vuelvo a competir en la categoría Mayor pero esta vez en una Media Maratón.

Ayer corrí mi última carrera en esta categoría y también en una Media Maratón.

La carrera se hizo a 200 km de Badajoz. Me levante a las 7:45 para desayunar y disfrutar de ese momento tan especial para mí. Quería correr una última vez antes de entrar en la categoría Veteranos.

Me sentía feliz por todo lo recorrido, por todo lo vivido y aprendido en estos años. Recordaba los momentos, las sensaciones, las cosas buenas que pasé y las malas que sufrí. La gente que conocí, los amigos que forjé, algunos quedaron en ese tiempo de luchas internas y con otros seguimos compartiendo experiencias.

Las dos horas de viaje solitario fueron geniales. Afuera un frío que cortaba la piel pero el cielo totalmente despejado y el amanecer de Extremadura que cada día me encanta más.

Llego y preparo las cosas para llevarme ya que la Media largaba de un pueblo cercano, llamado Valdehuncar, para llegar en Navalmoral de la Mata. Gorro, guantes, calzas largas, camiseta térmica de mangas largas y la musculosa con el número de la carrera arriba, más todo el abrigo para subirme al autobús que nos llevaba a la línea de salida y estar esperando media hora antes de calentar. Entro en calor pensando si había decidido bien la ropa de carrera porque me parecía demasiada. Inmediatamente me dí cuenta que no. No sé a que temperatura estábamos casi a las 11 de la mañana…¿a que temperatura se congelan los charcos de agua?...bueno, a esa temperatura estábamos!

A punto de largar, como siempre me pongo en la mitad del pelotón para no estorbar a nadie que quiera ir más rápido y, a las 11 en punto salimos. El primer kilómetro, como siempre me pasa, enojado conmigo mismo por no situarme más adelante en la salida para no tener que esquivar a tanto gordo, viejo y mujeres (con todos mis respetos) que salen al trotecito.


Ese primer kilómetro fue lento por este motivo, pero estaba decidido a seguir los sabios consejos de mi antiguo entrenador, Dani Diaz,…salí a “Matar o morir”…y maté!!!
 
Mi táctica era simple: salir todo los fuerte que pudiera correr hasta el kilómetro 12. Sabía que hasta el kilómetro 7 iba a ser todo subida. Después seguiría un poco rompe piernas, de muchas subidas y bajadas cortitas hasta terminar con una rampa de 900 metros en kilómetro 12. A partir de ahí la ruta era para abajo. Mi marca de Media Maratón era de 1h 31min desde el año 2008 en Lisboa. Una carrera llana y con una media de 24º de temperatura.

Mi reloj me decía que venia muy rápido, mis sensaciones me decían que venía muy rápido. Ahogado desde el segundo kilómetro. Por el kilómetro 4 me junto con otro corredor. Charlamos un poco y me pregunta que marca tenia. Se la digo pero también le conté mi táctica de carrera. No dijo más nada. Me vino un dolor en el costado derecho de mi abdomen que no me dejaba respirar bien. Adopté una técnica de respiración para relajar el diafragma porque sabía que la cosa venía por ahí. Mejoré y pasé el kilómetro 5 y 6 bastante bien. Llegamos al 7 y mis piernas iban bien pero mis pulsaciones “por el aire”. Venía subiendo a ritmo de 4´ el kilómetro…no lo podía creer!!! Mi carrera sería hasta el kilómetro 12, después no sabía que iba a pasar. Confiaba en mi y mi entrenamiento.

Pasaron los kilómetros y entramos a un pueblo. Ya iba solo porque mi compañero se retrasó ¿se abrá asustado de mi táctica?. Veo el kilómetro 11 y sabia que al salir de ese pueblo empezaba la última escalada dura. Salimos y a la izquierda veo la “rampita”. Empezaba con una subida de 20 metros pero de 50º de inclinación (mas o menos..jeje!!) para agarrar la ruta hacia arriba. No se veía la cima.

Delante tenía a un pelado que venía empujando como un Medio Fondista. No pude agarrarlo en toda la subida. Llegamos a la cima y me sentía muy bien. Un poco duro pero ese kilómetro me dio 4:10. No había perdido casi nada de tiempo! Empecé a sacar cuentas ya que pasé los 10K en 41 minutos. Si mantenía el ritmo haría 1:26min. Pero quiero contarles que yo nunca corrí tan fuerte durante tanto tiempo. Mi marca de 10K es de 39:30 desde el año pasado. Pero realmente confiaba en mi.

Ahora todo lo que quedaba era en bajada…y 10 kilómetros por delante!!!

Empezamos a bajar y hay un viento de cara helado que no hizo tan fácil la bajado como esperaba. Intento agarrar al pelado y lo consigo después de un kilómetro, y comenzamos a tirar juntos. Las piernas las sentía duras y me empiezan a tirar un poco los isquios. No le dí mucha importancia.

Ya vemos a Navalmoral a lo lejos. Pasaban los kilómetros y los parciales eran muy buenos. Sinceramente, venia un poquito asustado. Nunca había corrido tan rápido durante tanto tiempo.

Entramos a la ciudad y vemos el kilómetro 17 que pasaba a lado de la llegada. Seguimos tirando juntos. El pelado me daba ánimos. La carrera seguía todo derecho cruzando la peatonal y volvía por el mismo lugar. Veo el kilómetro 18 y el del puesto de avituallamiento nos dice: “¿un poco de agua para la última subida?”. Uff! No estaba preparado para eso. Empezamos a subir ese falso llano y todavía no entendía como me seguían respondiendo las piernas, eso si, mis pulsaciones “a mil”.

Kilómetro 19 y todavía seguíamos corriendo en dirección contraria a la meta. Me sale un grito del corazón: “¿Cuándo mierda damos la vuelta”. El pelado no me respondió. Quería que acabe ese sufrimiento. A los 100 metros veo que sale un corredor de una calle. Dábamos una pequeña vuelta manzana para recorrer el mismo camino de vuelta.

Ahogado y duro sentía que bajaba la marca; una marca que no vine a buscar, solo vine a correr mi última carrera de Mayor igual que cuando empecé en el año ´81. Solo correr.

El kilómetro 20 no llegaba nunca. Es mas, nunca llegó porque faltaba el cartel. Sabía que bajaba la 1:30. Sabía que podía hacer 1:28. No lo tenía muy claro porque desde el kilómetro 15 dejé de mirar los parciales. Enseguida veo la gente, el arco de llegada y el cartel de 21 kilómetros.

Le agradecí al pelado y llegamos; paro mi reloj; mi última carrera en la categoría Mayor. Miro mi reloj: 1:26:14

La felicidad me invadió. Estaba ansioso en llamar a Patri y contarle.

Sumado a otras cosas que me estan pasando me siento feliz. Y también soy feliz por sentirme asi.

Todo final es un nuevo comienzo…y disfruto de ambos.

La felicidad absoluta no existirá pero esto se le parece mucho.

jueves, 10 de diciembre de 2009

10 días después de la Maratón

Son las 12:49 y estoy en el gim. Recién termino las clases y se fué la ultima persona. Tengo que trabajar, hacer varias cosas, pero me preparé unos mates y volví a repasar las fotos de la Maratón.

Tengo ganas de volver a los caminos. Ya me siento bien

No salí a entrenar desde la carrera. Con las clases me bastaba para soltarme y recuperarme. Tenía pensado correr otra Maratón el 22 de febrero pero nos vamos a tomar unos días de vacaciones ya que es carnaval. Serán cuatro dias que nos vendrán muy bien para nuestras mentes cansadas...je! Asi que tranquilo me lo estoy tomando.

Programé varias carreras de acá al verano, incluida una Ultra para abril y una Maratón de montaña con más de 4500 mts de altura acumulados y el 40% de esos a más de 2000 mts constantemente en junio.

Si 42 km sobre asfalto y llanos me dejan con tantos dolores, no quiero ni pensar como será la montaña. Pero como les decía, cuando pasan los dolores solo te quedan las buenas sensaciones, y eso es la droga nuestra. La necesidad de volver a vivirlo hace que no te importe los sacrificios. Hay una frase que leí que decia: -"La droga es para los que no aguantan como el deporte es para nosotros". Por suerte, con los años y la experiencia hace que sepas hasta donde sacrificar y que sacrificar. Consiguiendo este equilibrio puedo disfrutar con mi familia esta pasión.

Ahora estoy terminando la Maratón. Esta segunda Maratón fué totalmente distinta a la anterior y la estoy disfrutando por eso.

Mientras me tomo el último mate, lavado y frio, sigo pensando en la carrera. Intento acordarme de las piernas duras de los últimos kilómetros o del frio del kilómetro 23 pero lo único que se me viene a la memoria es el reloj de la llegada y Catalina esperandome detras de la linea.

Un poco más de 3 horas para una experiencia que va a quedar en mi cuerpo muchos años. ¡Ojalá todo fuera asi de sencillo!

Maratón de Badajoz

Hoy lunes con la resaca de la Maratón. Tengo las piernas para dejarlas en casa. Sufrí. Mucho frío. Se anunciaba temporal. Por suerte la primera vuelta fue sin viento ni lluvia, pero en la segunda cayó lo que no cayó en la primera. Sumado al frío y a las piernas cansadas se hizo duro.

La semana anterior a la Maratón estaba de buen ánimo pero no muy motivado. Creo que por la falta de tiempo para entrenar. También las lluvias y los días fríos me fueron quitando ganas.

La noche anterior dormí poco aunque no estaba nervioso pero sí pendiente del tiempo. Me desperté como a las 4:30 y ya no pude dormir más. Escuchaba soplar el viento y la lluvia contra un alerito de chapa del piso de abajo. A las 4:45 llega Patri de trabajar y charlando nos acostamos a las 5:30. Una horita de remoloneo en la cama para levantarme a desayunar.

A las 8:45 ya estaba en el control de dorsales con unos 7º de temperatura. Me voy al coche para prender la calefacción y empezó a llover…mucho! Para las 9:05 habia parado y salí a calentar.

Me voy a la línea de salida y veo a Patri con Cati y mi amigo Juan (con muchas ganas de largarla algún día, se le notaba. Un pajarito me contó que tampoco durmió bien esa noche). A último momento desistimos que Patri me acompañara en bici por el aviso de temporal que dieron el día anterior. Me iban a seguir en coche intentando llegar a puntos de paso que habíamos establecido.

Esta vez me pongo lo más adelante posible en la línea de salida para no ir esquivando corredores en los primeros kilómetros. Largamos y me encuentro muy suelto. Según pasan los kms mi ritmo sigue bueno. Paso los10km un pelín más rápido pero sin preocupación. Las pulsaciones 148-150 como había programado. Encontré a Patri, Cati y Juan en un par de tramos del circuito con las relucientes cámaras de fotos recién adquiridas.

Por el km 18 alcanzo un par de corredores. Me preguntan a que ritmo iba y me dijeron que ellos también seguirían así. No sé si será por la testosterona o por mi grata compañía que empezaron a ir km a km más rápido. Paso los 21kms en el tiempo que quería para hacer una muy buena marca, pero mis pulsaciones ya iban demasiado elevadas para la solo mitad de la carrera; 155ppm y contando. Por el km 23 lluvia y viento en contra. Les dejo que se vayan e intento recuperar un poco. Las piernas empiezan a hacerse notar.

Un poco más adelante veo a Patri con la bici. Había tanto quilombo de tráfico que decidieron “dividirse”. Cati se quedó con Juan en el coche y Patri en bicicleta. Me vino muy bien porque ya los ánimos no eran los mismos que en la primera vuelta.

En los próximos kilómetros era importante seguir el ritmo lo más suelto posible para hacer la marca que había ido a buscar sin agotarme mucho.

Lo que quedaba era lo más duro. Había, todavía, varias subidas que normalmente no tendría problema en hacerlas fácilmente pero con casi 30 kilómetros en las piernas se iba a hacer nunca mejor dicho “cuesta arriba”.

Vuelve a aparecer Juan (Cati se quedó en el coche porque estaría re-podrida de tanto trafico para solo ver pasar a papito), subida corta pero intensa, bajada sufrida. En este punto cambiar de grupo muscular para bajar duele un poco hasta que se acostumbra.

Kilómetro 32 y a aguantar. Quedaba la peor parte del recorrido hasta el 36 (con subida de más de un kilómetro) pero con una muy linda recompensa. Pasaríamos cerca del barrio del gimnasio y varios de nuestros clientes se acercarían para saludarme. Una inyección para los últimos kilómetros. Por el kilómetro 37 las piernas ya eran dos troncos (de quebracho) ¡Que difícil se hacia!

De nuevo Juan pero esta vez con Cati. ¡Que bien me hizo!

Pasamos por el 38 y la cabeza no reaccionaba. Kilómetro 39 y las piernas increíblemente duras. Me empiezo a dar cuenta que faltan menos de 3 kms. Intento cambiar de ritmo pero lo único que consigo es volver al ritmo de carrera. Último kilómetro, doblo y veo la meta. Desde el 35 que dejé de mirar el reloj así que no tenía ni idea a que ritmo iba. Ya veo el reloj de la meta, intento enfocar. Me llevó varios metros definir los números. A falta de 60 u 80 metros veo 3h 19min 30seg. ¡La puta que lo parió! Intento hacer un Spring pero…¡adonde vas!...me dijeron las piernas al unísono.

Pasé la línea de meta en 3h 20min 16seg. No bajé las 3h20min pero bajé mi marca más de 4 minutos en unas condiciones no muy buenas.

Hoy, lunes, no reaccioné. Me duele mucho el cuerpo para pensar en la próxima. Seguramente mientras pasen los días y los músculos sanen me olvidaré del dolor y queden las buenas sensaciones de la carrera.

Lo que hoy les puedo decir es que la Maratón no es una carrera más. Puedo compararlo con un viaje. Podes hacerlo solo pero no es lo mismo. Podes dar la vuelta al mundo solo pero sin una compañía con la que compartir, las vivencias realizadas quedarán solo en tus recuerdos…o en tu olvido.

Las fotos que hoy comparto y que serán un precioso recuerdo son gracias al esfuerzo de Patri y Juan. Si yo hice 42 kilómetros ellos hicieron 120 para llegar a los puntos de fácil acceso para verme pasar solo 20 segundos.

¡¡¡Gracias chicos por el apoyo incondicional que permiten que siga buscando estas aventuras!!!

Camino a mis Maratones

Recién contandole a un amigo mi ultima Media Maratón me decidí en escribirles.

Estoy en una epoca dificil para entrenar. Mucho frio, mucho trabajo y poco tiempo. Salgo a las 10 y media de la noche, asi que llego a casa casi a las doce. Solamente estoy entrenando 4 dias a la semana porque los demas tengo muchas clases y mi cuerpito esta cansado. Los fines de semana es donde mas kilometros hago por la mañana antes que se despierten las chicas, pero tampoco puedo apurar las cosas. Ya sé lo que pasa cuando lo hago.

Esta semana, con todo el dolor de mi alma (y mis piernas) tengo que agregar un dia más de entrenamiento para poder cubrir la cantidad de kilometros que necesito para largar la Maratón el 1 de febrero.

Por suerte a Patri le dan un mes de vacaciones (digamoslo asi) el 19 de diciembre y voy a poder entrenar a una hora mas coherente, o por lo menos con sol.

Vengo bien, me siento bien. Despues de la lesión ya pude correr varias Medias Maratones. La ultima el finde pasado en Cordoba y pese a varias cositas corri muy cerquita de mi marca.

Me quedan dos meses para mi primer objetivo. Espero escribirles mas adelantes con buenas noticias también

A una semana de mi 2º Maratón

Vuelvo a estar a una semana de mi segunda Maratón. Esta vez será en la ciudad que vivimos, Badajoz.

Diferente sensaciones, más tranquilo, pero con la misma incertidumbre que en la primera. Después de los 35 kilómetros no sé como se pondrá la cosa.

La carrera es totalmente diferente ya que es más llana pero con más frío. Menos gente; en Madrid tenia que ir esquivando corredores, acá no creo que pase eso, al contrario. Soy local, así que Patri y seguramente un amigo me seguirán en bicicleta. También Cati estará en distintos puntos del recorrido con mis suegros. Todo esto será una ayuda incalculable para los peores momentos.

El entrenamiento no lo pude llevar como hubiera querido. Tuve que adaptar las salidas dependiendo de la cantidad de clases que tenia a diario. Hice muchos menos kilómetros que para Madrid. A finales de diciembre estuve 10 días sin entrenar por una gripe que me tuvo con antibióticos. Gracias a eso perdí algunos kilos que recién estoy recuperando.

Mi objetivo es bajar la marca que hice en la Maratón de Madrid: 3h24min. Me creo capaz. Mi única preocupación serán los primeros 10 kilómetros. Si logro mantener el ritmo relajado creo que todo irá bien.

El domingo 1º de febrero largamos a las 9 de la mañana. Mándenme buenas hondas que seguro las sentiré y necesitaré.

La vuelta del rengo

Después de dos meses de solo trotes suaves y cortos volví a correr como Dios manda.

El sábado me fui a la montaña a correr con Hawka (mi perrita para quien no la conoce) con la idea de correr una hora y veinte u hora y media. A los 20 minutos mi perrita no daba más. A los 30 paraba para darle un poco de agua porque venia 30 metros detrás mio. Asi que a los 45´ paramos.

Volví a salir el domingo y puede correr 18 km, mas o menos, a un buen ritmo y sin que me doliera la rodilla.

Creo que por fin voy a poder encaminarme a la Maraton de enero. Me queda todo octubre para desarrollar un poco la velocidad y en noviembre empiezo a sumar kilómetros.

Una semana después...

Dicen que la Maratón empieza unos meses atrás con la decisión de correrla y termina algunos días después donde te das cuenta de lo que pasó…por tu cuerpo y por tu mente. Que ya no volvería a ser el mismo.

En mi caso no es distinto. El jueves pasado, tres días después de terminar mi primera Maratón, salgo a trotar nuevamente. Mis pulsaciones un poquito altas pero mis piernas mejor de lo que pensaba.

Inconcientemente (o no) salgo a correr por el primer camino que troté cuando llegamos a Badajoz; allá por el 2002, también pensando en la Maratón. Mi cabeza empezó a trabajar a mil. Recuerdos y sensaciones de aquel momento me llenaron. Esa época fue muy importante para mi ya que, había dejado todo lo que conocía, atrás. Había empezado una nueva etapa de mi vida.

Trotando por el mismo camino que hace un poco más de seis años, vuelvo a empezar.

Y es verdad…ya no soy el mismo. Me siento diferente. Aprendí a disfrutar del esfuerzo, a compartir mis pensamientos, a aceptar los dolores y a seguir para adelante sin quejarme, a apoyarme en las personas que tengo cerca y a darles aliento para seguir aunque no sepa como estoy corriendo yo todavia.

Trotando por ese mismo camino ya sueño en los 100km de Bezana, en Cantabria, para el mes de octubre. Pienso en los largos entrenamientos que voy a hacer. Siento en mis piernas el ritmo con el que voy a salir y siento ya el escalofrío por todo el cuerpo al imaginarme la llegada.

Mis piernas están muy sueltas en este primer trote.

Me faltan dos kilómetros para terminar y siento un calambre en toda la parte derecha de mi espalda que me obliga a parar de golpe y quedarme varios minutos doblado, mirando el suelo y pensando… lo rápido que la Maratón acaba de devolverme a la realidad.

La Maratón de Madrid

Ya con la resaca de la Maratón. Tengo que subir de a un escalón y bajarlos de costado porque tengo un dolor en todo el cuerpo que ni les cuento. 3h 24min 25seg fue mi marca. Pude seguir la planificación que había trazado pero lo duro del recorrido no me dejó cambiar de ritmo como tenía pensado para los últimos 7 kilómetros. La Maratón es única. Ella sola te dice hasta donde podes llegar mientras van pasando los kilómetros.

Tenía casi todo controlado; los tiempo, las comidas pero el domingo no tenía buen cuerpo. Lo que más me preocupaba era poder (lo escribo como se los diría) cagar antes de la carrera y así fue. Dos veces fui al baño pero no me quedé satisfecho. Largamos y por el kilómetro 7 me empezó a apretar el estomago y no se me pasó en toda la carrera. Un “gasesito” por el kilómetro 12 y sentí que bajó acompañado. Otro por el 22 y lo mismo. El último por el kilómetro 30 y ya no me importaba nada. Creía que estaba corriendo “cagado” pero me daba igual. Si…ríanse…pero no saben lo mal que la pasé. No pude soltarme en toda la carrera.

A ese malestar le sumo el recorrido. DURISIMO. Si, con mayúsculas. Los primeros 5kms en subida y con una cantidad de gente increíble. No podía mantener un ritmo constante por esquivar a corredores. Perdí mucho tiempo.

Al paso de los 10kms iba ya al ritmo que me había fijado, pude recuperar un poco pero no me iba a desesperar, quedaba mucho todavía. En el kilómetro 16 me esperaba Patri para darme alimento y fuerzas. Intentaba soltarme pero sentía las piernas pesadas y mi estomago más pesado todavía.

Hasta los 21 kms bastante llano, con algunas subiditas pero bien. Inmediatamente entramos en un parque muy grande que fue donde empezó lo duro. Subidas y bajadas que me endurecían cada vez más las piernas. Por el km 29 me esperaba Patri para darme más alimento y las últimas fuerzas. Saliendo de ese parque una rampa de 100m que…ufff!

Llego al kilómetro 30 y empezaron realmente los dolores. Primero un cuadriceps, después un abductor, un poco más y la rodilla del mismo cuadriceps. Acuérdense del pedito a los 30 kms. Hecho una porquería.

Una pequeña bajadita y llano hasta los 35 km. Me empecé a sentir bien. Había esperanzas. Pero pasados los 36 llegó lo que estaba esperando. El camino empezó a subir. En el kilómetro 38 me siento muy fuerte, y llegamos al 39. Seguíamos subiendo. Unos metros más y la avenida doblaba justo en Atocha (la estación de tren donde fue el atentado) Pensando que la subida terminaría ahí, me llega una ráfaga de alivio. Al doblar veo que sigue para arriba, y escucho que uno dice:- “vamos chicos que el ultimo kilómetro es en bajada”. Les juro me agarré una calentura con el camino, la organización, el chavón que dijo esa estupidez. De solo pensar que quedaban DOS kilómetros de subida!!!…no sé…para explicarles las cosas que se me pasaron por la cabeza necesitaría otra hoja más.

Después de putear un poquito llegaron los 40 kilómetros y ya solo quedaba uno en subida. Ya veo la curva. Por fin doblamos hacia la meta. Bajada, intento soltarme para poder disfrutar de ese último kilómetro pero las piernas eran un garrote.

Llegan los últimos metros y la emoción es enorme. Solo recuerdo que tenia en la cabeza a Patri y a mi viejo. No pensaba en otra cosa. Quería cruzar la línea de meta para poder abrazarlos y darles las gracias, porque por ellos pude estar ahí.

Gracias a mi viejo que me enseñó unos valores bien marcados con sus ejemplos para aguantar a pesar de todo. Y gracias a mi Negri por apoyarme en cada kilómetro de esta vida que compartimos. Sin ellos no hubiera podido.

Mi reflexión sobre la Maratón es más difícil de lo que pensaba. Creía poder decir que el esfuerzo vale la pena ya que los últimos metros son muy emocionantes. Pero para mi fue otra cosa. 500m antes me salieron unos “pucheros” de la emoción pero hicieron que me ahogue así que, inmediatamente, intenté controlarme porque no podía respirar. Eso de llorar quedó de lado.

Acompañé a muchos amigos en muchas Maratones. En mi mente la corrí miles de veces y llegué otras miles. Sabía lo que me esperaba y como llegaría. La diferencia, y lo que hoy me llena profundamente de emoción y orgullo es el camino recorrido con Patri, que no empezó en diciembre sino hace muchos años, para poder largar la carrera. No es mi carrera. Es la de ella y la de Cati. Siento que corrí y llegué por los tres y para ellas. Que el cruce de la línea de llegada es la culminación de un sueño en común.

Mi primer Maratón

Me decidí a escribir estas primeras líneas para compartir con mi familia el estado de exultación que tengo a nueve días de mi primera MARATON.


Este estado esta maximizado por los pocos meses que llevo de preparación para estos 42 kilómetros.

Después de muchos años sin calzarme las zapas para correr, comienzo a trotar el 1 de diciembre del 2007. Me compro unas Mizuno de 50€ (no quería gastar más pensando que no iba a durar mucho ya que unos meses atrás había tenido unos lanzamientos fallidos) Me pongo como meta la Media Maratón Elvas-Badajoz el 20 de abril del 2008. Me fijé una marca a batir: 1hora y 34 minutos. Esto es a 4:30 el kilómetro.

Los primeros trotes fueron horribles. Mi pulsómetro marcaba 160ppm y mi ritmo era un poco más que caminar rápido.

Conocí un camino de tierra (piedras, pozos y más subidas que bajadas) que salía justo detrás del gimnasio, y me puse mis primeros objetivos: salir todos los días a trotar con lluvia, viento, desgano o dolores, y no menos de 40 minutos.

A partir del tercer día empezó lo bueno. Me aparecieron dolores en las dos rodillas para después pasar a la cadera y por las noches un dolor de espalda que a veces me despertaba. A la mañana era otro cantar. Tardaba algunos segundos en ponerme derecho después de bajarme de la cama, y varios pasos en que las rodillas se acomodaran.

Pensaba para mi: -“¿será bueno esto?”

Gracias a esos dolores un masajista amigo me encontró un par de vértebras desacomodadas de varios años atrás, y un naturopata me las acomodó. En cinco o seis días el dolor de espalda se fue pero mis rodillas seguían igual.

Llega navidad y con ellas un par de zapas Mizuno Creation 8 con amortiguación para mis casi 80 kilos que mi preocupada Patri me regaló.

A partir de ahí mis rodillas mejoraron, pero seguían doliendo.

Un parón de 5 días por año nuevo y reyes para dejar atrás los trotes suaves y empezar a entrenar con un pequeño plan de entrenamiento que me tracé. Mis pulsaciones empezaron a bajar y mis trotes eran cada vez más rápidos y cada vez más largos.

El 27 de enero corro una Media Maratón en Badajoz. Mi tiempo: 1h 47min. Tardé una semana en recuperarme de los dolores para volver a trotar.

Pero la vuelta fue mejor de lo que esperaba. Mis pulsaciones seguían bajando y mis trotes eran cada vez más rápidos.

El 2 de marzo corro otra Media Maratón en Mérida. Preciosa!. Pasábamos debajo de monumentos históricos y sobre también. Corrimos por caminos y puente romano.

No pude ver el ritmo hasta el kilómetro 3. Mis pulsaciones 155 y mi ritmo por kilómetro a 4:25. Me cagué en las patas y aminoré un poco. 150 pulsaciones y a 4:30. Me encuentra Patri en la bici (que se la regalé para el cumple) y a partir de ahí charlando pasan los kms y seguía igual. No lo podía creer. Por varios pasos del recorrido estaban mis suegros con Cati alentándome. Lo mantuve hasta los 15 km y después…cambié de ritmo!!! Sabia que en el kilómetro 18 había una subida de casi un kilómetro, así que me guardé un poco. Pasada la rampa todo era cuesta abajo. Paso por la peatonal y el centro de la ciudad, un par de esquinas y veo la meta. Mi tiempo: 1hora 34 minutos.

Había conseguido la marca que me había puesto como objetivo DOS MESES ANTES DE LO PREVISTO.

Con las pilas que cargué ese finde me anoté a la Media Maratón de Lisboa dentro de dos semanas. Largamos 14.000 personas: 7500 para la Media y el resto una carrera de 7km. Misma estrategia que en Mérida pero un pelin más fuerte: hasta el km 15 a 155 pulsaciones y después más.

A pesar de la cantidad de corredores durante todo el camino me sentí solo. No corrí con ningún español. Eran portugueses, ingleses, un alemán o bien no hablaban. Así que me fui distrayendo con la gente y los grupos de música que estaban a lo largo de todo el recorrido

Les juro que después de los 16 no me daban las piernas para ir más rápido. La barrera de los 4 minutos que estaba haciendo en cada km eran insalvable. Intentaba relajarme ya que en las carreras anteriores, en el ultimo kilómetro, me daban unas arcadas que parecía que iba a escupir la tráquea. Paso los 20 y un reloj que estaba puesto ahi marca 1 hora 26 min 37 seg. Calculé lo mas rápido que me permitió la falta de oxigeno y me dí cuenta que no solo iba a bajar mi marca sino que podía bajar la hora y media. Pero necesitaba correr en menos de 4 el km. Seguí empujando con todo lo creía que tenia. Por miedo a las arcadas (que aparecieron 500m antes) no puse más. Mi tiempo fue de 1h31min.

Ese mismo domingo decidí correr la MARATON. No sabia cual pero quería correr una. El lunes encuentro que la de Madrid se hace el 27 de abril. Quedaba solamente 5 semanas…y me anoté.

Y hoy, aca estoy, a una semana del objetivo que me había propuesto para fin de año. Con un sueño que soñé desde que corro, allá por el año ´89.

Para que a esta experiencia no le falte nada hay otro objetivo. No solamente quiero terminarla, cosa que sé que haré, sino que la voy a correr en menos de 3horas 20minutos.

Esto de estar corriendo varias horas solo todo los días por el campo me hizo conocer más cosas de mi que ninguna otra experiencia. Me motivó a ver las cosas con otros ojos, a tomarme las cosas de otra manera. Cuando lo junté con mis experiencias personales y laborales me di cuenta que todo es posible, que los sueños se pueden materializar, que no todo queda en la mente. Con empeño, confianza y paciencia podría lograr todo, y cuando digo todo estoy convencido que todo lo que me proponga puedo lograrlo.

Por eso me decidí no solo terminar la Maratón sino que a bajar las 3h20min; tiempo que piden para correr una carrera de 100km que se hace en octubre.

Las marcas en mis entrenamientos me dicen que puedo, el domingo que viene veré si la Maratón me deja seguir esta historia.

Lo que tengo muy claro es que si no es en esta será en la próxima, que por mis venas corre sangre de maratonista.

No llegaré a ser el más rápido, pero seré lo más resistente que mi cuerpo y mi mente me permitan.

Me queda la última semana antes del Maratón. Creo que la más difícil mentalmente. Espero que el lunes pueda escribir contando mi victoria personal.