“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

sábado, 14 de mayo de 2011

Mis XlV Edición 101K de La Legión. Ronda 2011

Este sábado pasado participé en los 101K de Ronda. Una carrera que organiza La Legión que comenzó allá por el año.............si queres saber estas cosas buscalas en su pagina Web!!!!!!!!

Yo te voy a contar mi experiencia que WOW!!!!!!!!......QUE EXPERIENCIA!!!!!!!!!!!! todavía estoy recuperándome.

Mi carrera empezó el jueves a la tarde cuando salimos para Málaga con Patri y Cati. Dormimos en la casa de Martín en Benalmádena y el viernes al mediodía salí solo para Ronda ya que por problemas de alojamiento no pude ir con las chicas. Yo me quedé a dormir en el polideportivo que la organización habilita para los participantes y las chicas seguirían la carrera por Internet ya que la iban a pasar en directo.

Llegué a eso de las 5 de la tarde y fui directamente al polideportivo a dejar las cosas. Me llevé todo lo necesario para estar cómodo: Colchón inflable, bolsa de dormir, almohada, manta, funda para la almohada suavecita, etc. Acomodo todo, inflo el colchón y me voy a una conferencia de dos Ultra Maratonistas que contarían sus respectivas experiencias en dos competiciones de las más duras del mundo. Estos dos Ultras comenzaron en Ronda.

Después de pasear un poco por el pueblo, comida de la pasta y cervecita obligada, me voy a dormir a eso de las 23:00. Cuando llego...ohh, sorpresa!!!...mi colchón desinflado....pinchado!!!!! Lo vuelvo a inflar con la esperanza que dure toda la noche. A las 3 de la mañana doy con mi espalda contra el suelo. Pu....madre! Hasta las 4:30hs. no me volví a dormir, el suelo estaba duro.

A las 6:30 me despierto y ya no me duermo más. Me levanto para usar los baños y llegar antes que muchos a la cafetería para desayunar porque éramos unos cuantos durmiendo en el poli.....digamos que estaba lleno. Ya a las 8 estaba haciendo huevo esperando para cambiarme ya que la prueba comenzaría a las 11 de la mañana.

A las 8:10 veía pasar a ciclistas y marchadores listos y en dirección de la salida. No entendía nada. Yo de pantalón largo y esperando que abra Mercadona para comprar fiambre y queso para hacerme los sándwich que me olvidé de llevar.

Dos cafés y dos tostadas después me voy a cambiar. El pronóstico, para algunos daba lluvia, para otros sol y calor...un quilombo! Ya había mandado mochilas con ropa al kilómetro 60 y al 78, que eran los lugares que la organización te las llevaba por si llovía, más geles, barritas, frutos secos y demás.
 

Había nubes negras pero también claros en el cielo. Impredecible lo que podía pasar.

Sigo mi plan y me pongo la ropa que había decidido junto con un chubasquero que venden en todo a 100 que es algo así como una bolsa de basura con gorro.

Llego a las pista de atletismo que es la salida y había muuccchhaa gente, más de 7000 personas, unos 5000 con sus respectivas mountain bikes. 

Empezó a caer unas gotas y todavía faltaba una hora para salir. La organización cerraba el acceso a la zona de salida a las 10:15hs. Intento acomodarme lo más adelante posible previniendo tener que esquivar mucha gente en la salida.

Las bicis salieron a las 10:25 para que no haya problemas con los marchadores que salíamos a las 11hs. Estuvieron 25 minutos para salir todas las bicis de la pista de atletismo. A las 11 en punto el chupinazo que daba nuestra salida. ALLÁ VAMOS!!!!!!

Salieron todos como si fuera una Maratón. Me tenía que andar frenando para no dejarme llevar por esos inconcientes.

Apenas salimos del pueblo empezamos a subir. Ni veinte minutos y estábamos subiendo una linda rampa. 

Mi objetivo era intentar hacer todo lo que pudiera corriendo...pero la cosa no iba bien. A la hora y media seguía con las mismas malas sensaciones, encima me iba conteniendo para no apurar el paso por los corredores que me pasaban. Me estaban haciendo calentar. Yo iba al ritmo que había planeado, había pasado en 56 minutos los 10 kilómetros, y me pasaban como parado gente con los bastones en la mano.

Generalmente me empiezo a soltar a partir de las dos horas, pero ya habíamos pasado el kilómetro 30 y seguía igual. Empezamos la primera de las cuatro subidas difíciles, 4 kilómetros al 9%, me enganché con un veterano para subirlos corriendo con muy buenas sensaciones pero cuando empecé a bajar no conseguía recuperar las piernas. 5 o 6 kilómetros más y ya me resigné a sufrir durante toda la carrera.

No me sentía bien. Mi cabeza me estaba jugando una mala pasada, dicen en las pelis. No tenía buenas sensaciones. No me dolía nada, mi ritmo cardíaco era suave...pero mis piernas parecían dos garrotes.

Viendo esto decidí tomarme las cosas con calma y dejar que los kilómetros pasen. Me dediqué a comer todo lo que podía porque sabía que lo iba a necesitar más adelante…seguro!

Decidí también aguantar la carrera hasta las 5 horas y a partir de ahí empezaría a caminar en las subidas difíciles. Así lo hice. Justo a las 4 horas y 58 minutos (miré el reloj!) empezó un cuestita corta…pero rendidora, ja! Cuando empecé a caminar, inmediatamente sentí que el cuerpo recibía energía. Seguí corriendo varios kilómetros más hasta la siguiente pendiente difícil y la volví a hacer caminando…y otra vez...una energía!!!

Llevaría una 5:30 horas cuando me renové, no sé como explicarlo, parecía que había salido hacía solo unos minutos. El correr era fácil. Empecé a pasar gente con una facilidad increíble. Me enganche con un portugués por unos kilómetros y entre charla y charla estábamos llegando al avituallamiento de Setenil, en el kilómetro 60 en 6 horas y 5 minutos.

Mi buena acción la hice con un soldado que estaba haciendo la carrera, y a unos 500m antes de llegar a Setenil lo vemos tirado en el suelo mientras se agarraba la pierna. Le pregunto que le pasó y me dijo que un calambre. Paré unos segundos para ayudarle a estirar y a ponerse de pie. Le dí un gel y unos consejitos. Al cabo de 5 minutos me pasó volando. Se había recuperado bien.

Entrando en Setenil lo pasé genial, la gente magnífica. Se re volcaron hacia nosotros. Pasamos por una zona de bares muy particular donde estaban todas las mesas fuera y la gente alentándonos con muchas ganas. Fue bárbaro. Tuve que parar en el avituallamiento poco más de 5 minutos, a dejar ropa y a agarrar unos geles, para volver enseguida al camino con la misma energía que había llegado.

Estaba en el mejor momento de la carrera, tenía que frenarme para no ir más rápido. Si seguía ese ritmo en dos horas estaría en el avituallamiento del Cuartel; kilómetro 78.

Nada más salir de Setenil comenzamos con una consecución de subidas y bajadas hasta que llegó la segunda de las cuatro difíciles. Unos 6 kilómetros entre el 6 y 8%. Chupao! Ja! Empecé a subirla y me llamó la atención de cómo pasaba gente. En eso siento de atrás que dicen: “Otra vez mi amigo, el de la tos”. Era el veterano con el que había subido la primera cuesta. Juntos subimos hablando hasta que llegamos y tocó empezar a bajar. Por favor....que bajada!!!...unos 7 kilómetros en un descenso del 13-15%...criminal!!! Comencé a bajar medio cagado hasta que le fui encontrando la vuelta y empecé a tirarme. Me golpeaban los cuadriceps, me dolían las rodillas del impacto, pero venia pasando gente y me gustaba. Como a 50m veo a dos con camisetas verdes iguales. Venía tan loco (ja!) que me propongo alcanzarlos, pero no era capaz. Cada vez me tiraba más fuerte. Cuando llegué abajo tuve que aprender a correr de nuevo. A los 500m empiezo a alcanzar a estos dos corredores, y para mi sorpresa eran los dos Ultra Maratonistas que habían dado la conferencia el día anterior. Le digo unas bromas y los pasamos (mi ego y yo…jaja!!!) pero no vayan a creer algo que no es. Creo haber escuchado que uno de ellos, o los dos, habían corrido un 100K unas semanas atrás. Estaban haciendo Ronda por cariño, creo. La hacen todos los años.

De todas maneras yo seguía con una energía indescriptible para las casi 8 horas que llevaba de carrera.

En 8 horas y 6 minutos llego al avituallamiento del Cuartel en el kilómetro 78 para agarrar el frontal por si me agarraba la noche. Venía a un ritmo de ensueños, pero ya empezaba a notar las horas en el cuerpo.

Kilómetro 79
En poco más de 5 minutos vuelvo a retomar la carretera que salía del cuartel y veo a un grupo de gente alentándome (creo que era a mi). El sol hacia bastante reflejo en el asfalto y no podía definir las caras, pero veo que una chica me alienta con más ganas que el resto, y pienso: “…que linda morocha”….jaja!....era Patri con Cati y Martín. Habían podido llegar. Que alegría!!!! Abrazo y beso a los tres para seguir con el corazón en un puño.

Con energías renovadas y sintiéndome acompañado salgo en busca de los últimos 20 kilómetros. Sabía que estaba por llegar lo más duro.

A poco de salir del Cuartel comenzamos a subir la famosa cuesta de la Ermita, unos 4 kilómetros entre el 11-13%. Ya mezclado con duatletas y ciclistas, subo pasando mucha gente, pero las piernas empezaban a gritar. 

La bajada también fue “interesante” y desgastante, unos 3 o 4 kilómetros con un 7%.

Unas vez abajo me quedarían unos 15 kilómetros hasta la meta…pero todavía estaba esa infame superfamosa cuesta del Cachondeo. Me dijeron que cuando empiece a subirla me daría cuenta por que le pusieron ese seudónimo.

Pasando el último pueblo quedaban 10 kilómetros. Yendo por el medio del campo, bordeando un río, me alcanza un corredor y al verle que en la camiseta llevaba la inscripción del gimnasio de unos amigo de Cáceres le digo unas palabras y seguimos corriendo juntos varios kilómetros muy amenos. Me vuelvo a encontrar con los chicos que me dicen que no se quedan a la llegada porque el camino de vuelta a Málaga es peligroso para hacerlo de noche, así que besos, fotos y nos despedimos.

Unos metros más y le digo a mi compañero que siga. Lo veía bastante fresco y yo cada vez peor. Ya no me daba cuenta de nada, me costaba mucho mantenerme corriendo. Era una pelea interna durísima. Empecé a pensar en mi entrenador, y a partir de ese momento lo sentí gritándome en la oreja para que no dejara de correr, como en los viejos tiempos. Fue algo genial pero al mismo tiempo horroroso.

Eso me mantuvo varios kilómetros pero las subidas, por chiquitas que fueran, ya no era capaz de hacerlas corriendo.

Me cruzo con tres chicos de unos 10 años que me dicen que solo quedan 5 kilómetros, pero yo pensaba en la “cuesta del Cachondeo”.

Al pie de la "Cuesta del Cachondeo"
Unas curvas, unas bajadas en dirección hacia la pared vertical de unos 150m de altura donde esta apoyada Ronda y yo buscaba la cuesta y solo veía la pared, y pensaba para mi: “¿Es joda (cachondeo), no esperarán que escalemos?...Ah! de ahí el nombre”…jaja!!!

Por fin empecé a subirla entre un montón de ciclistas. Unos 3 kilómetros al 12-13%. Me volví a encontrar con mi compañero de cuestas. Subimos casi toda la cuesta juntos y casi llegando arriba cambió el paso y me dejo tragando el polvo, ja!

"Cuesta" vista desde Ronda
Terminada la cuestita, solamente un kilómetro hasta meta. Las 22:10 marcaba mi reloj al pasar por el castillo. 11 horas y 10 minutos desde el chupinazo de salida. Estaba consiguiendo mi objetivo.

No voy a decir que la alegría me agarró por sorpresa. Varios kilómetros atrás tuve que contenerme para no moquear al sentir muy cerca la llegada, así que la boca se me abrió en una sonrisa de oreja a oreja. Miraba a la gente y escuchaba sus aplausos y me los guardaba todos. Veo la curva, hecha por vallas y gente, para entrar en la plaza y llegar. Sonaba una canción de Rocky, en vivo, tocada por tres o cuatro vientos más una percusión, muy desafinados, pero con un amor que tapaba cualquier fallo técnico.

El "Ladrillo"
Al ver la meta esperé ver a mis chicas pero no iban a estar. Paré mi reloj en 11 horas y 13 minutos, en el puesto 62 de la general y 44 en mi categoría (Vet. A). Me sentí muy satisfecho conmigo mismo. Pocas cosas lo consiguen. Agradecí a mi viejo y a mi tío por las fuerzas y recibí el famoso ladrillo. 

Recojo la sudadera de finisher y salgo caminando al polideportivo que estaba a la terrible distancia de 1,5 kilómetros. 

Inciso aparte para contar lo que vino: 

Llegué al poli, agarré la ropa y me fui a la ducha. El agua un poco templada que me destempló. Empecé casi a tiritar. No me podía secar. Intentaba ponerme los pantalones y se me acalambraron los músculos flexores de la cadera, primero una pierna y después la otra. Al ponerme las medias se me acalambraron los pies. Me meto en la bolsa de dormir con toda la ropa y cagado de frío, sobre el pu…to colchón desinflado. Eran las 23:30hs.

Intentaba dormirme boca arriba y se me endurecían las rodillas. Cruzaba una pierna sobre la otra y más de lo mismo. Me ponía de costado y me pegaba en el suelo los huesos de la cadera, que me dolían un montón por el roce de la riñonera.

Como pude me dormí hasta las 3 de la mañana donde me levanté para ir a buscar las mochilas que tenía la organización y estacionar el coche cerca de la puerta del polideportivo para no hacer mucho viaje con el pesado bolso por la mañana.

Me volví a dormir a las 4:30hs para levantarme a las 7 de la mañana y salir hacia Málaga. 

Llegué a eso de las 10 y media. Tomamos unos mates con facturas que compré. Pude comer solo una, tenía el estomago cerrado. Al mediodía, Martín hizo unos fideos a la bolognesa para chuparse los dedos pero no pude comer mucho.

A las 5 de la tarde salimos hacia Badajoz. 5 horas de viaje para llegar y dormir.

Al otro día fue otro cantar. Que mal me desperté. Aparte de todos los dolores musculares lógicos se me sumó fiebre y diarrea. Casi no pude comer nada en todo el día. El martes ya no tenía fiebre pero cualquier cosa que hacia me cansaba un montón. El miércoles mucho mejor, y ayer jueves troté media hora y me sentí muy bien.

No me canso de agradecerle a Patri su apoyo y su confianza, que junto a mis ganas es todo lo que necesito para seguir adelante.
Esto me mostró una puntita de lo que será Grecia…..pero ya estoy una puntita más cerca!

sábado, 30 de abril de 2011

A una semana de los 101K de Ronda

Por fin…a una semana de mi próxima carrera.

Hace un año que no compito y tengo unas ganas locas de estar ya en la línea de salida.

Esta es una competición que organiza un cuartel de la Legión que esta en una ciudad de Málaga llamada Ronda. Los “101km en 24hs, La Legión contra las drogas” se llama esta competencia.

Hace unos años que tenia ganas de hacerla pero por distintos motivos no pude (hace dos años Cati tomó la comunión el mismo día, y el año pasado no se hizo porque los Legionarios sirvieron en Afganistán, creo). Así que este año no me la quería perder.

El 1º de enero empecé a entrenar con mi antiguo entrenador con vistas a EL objetivo: el Espartathlon del 2012. Necesito hacer la marca minima para poder participar. Es de 10 horas 30 minutos para los 100 kilómetros. Como adelantaron los 100K de Villa Madrid para marzo, no tuve tiempo de prepararlo así que lo dejamos para Cantabria en septiembre. Cosa que me dio la oportunidad (…o la excusa) de estar la semana que viene en Ronda y usarla de entrenamiento….¿puedo decir eso?

Es una carrera que se hace por las sierras de Málaga, por caminos y senderos. Se acumulan algo así como 2200 metros de desnivel, y con lo que esta lloviendo estas semanas, acumularemos bastante barro también.

Como es la primera vez que la hago, tengo esa incertidumbre de ¿con que me voy a encontrar? Sé que es un sube y baja constante con unas 4 o 6 cuestas duras de entre 3 y 6 kilómetros, con una inclinación de entre un 6 y un 13%. Sobre papel se ve difícil pero allá se verá diferente. Es la primera vez que hago una carrera así.

En estos últimos 4 meses acumulé más de 1600km. Casi 900km en las dos semanas de carga, con una calidad que todavía me sorprendo que lo haya conseguido.

Estoy en un momento personal/profesional muy difícil, y sacar ganas y cabeza para hacer estos largos entrenamientos a veces se me hace cuesta arriba. Había días que llegaba a la tarde/noche de un viaje de 5 horas, después de haber trabajado por la mañana, me tomaba unos mates con mis chicas y salía a entrenar; generalmente me tocaban cuestas, y al otro día por la mañana un trote de varias horas…ufff!!!!

Estoy convencido que este tipo de carreras no hay que entrenarlas, sino incorporar el correr a tu día, con tus problemas incluidos. Me explico: Para un chofer de colectivo, manejar es algo automático. Se sube al micro y maneja 8 horas, llueva, truene, con ganas o sin ganas. Lo mismo creo para un Ultra Maratonista. Después…o antes…de las tareas cotidianas (familia, amigo, trabajo…etc.) salir a entrenar 2, 3 o 4 horas es algo más del día a día. El cuerpo lo tiene que pedir sino no tendría sentido hacerlo. No es una obligación, no es un entrenamiento, es lo que tenés que hacer, como lavarte los dientes. Así que rectifico las tareas cotidianas de un Ultra Maratonista: familia, amigos, trabajo, correr, lavarse los dientes…jaja!!!

Me fui por las ramas!

Pero bue…por lo anterior dicho, la carrera es mi premio. Todo un fin de semana de carrera, compartiendo esto con gente que hacen/sienten lo mismo que vos es genial.

Ultima semana de descarga muscular y carga de pilas, encontrando motivación para los momentos de bajón, preparando las cosas para el viernes ya estar en Ronda.

Podrán seguir la carrera por la página Web de la organización.

Mándenme buenas ondas!!!!!

jueves, 27 de enero de 2011

¿Alguna vez te faltaron ganas para salir a entrenar?

Cuando llegué de trabajar estaba dispuesto a ponerme mi ropa de entrenamiento y salir sin mas. Con un buen sol, como hace días que no se ve, pero en el horizonte aparecían una nubecitas amenazantes.

En este primer mes de pre-temporada no hay entrenamientos muy largos pero si algún que otro durito, sumado a que entreno todos los días de la semana sin descanso, las piernas notan una linda carga.

Hoy tenía una buena entrada en calor, saltos y 50´de Fartlek en terreno variado.

Después de una hora esperando que pasen esas nubes negras que anunciaban chaparrón fuerte, y en un acto de arrojo involuntario, me puse la siempre fría ropa de entrenamiento y salí. Cuando llego creo que tardé 10 minutos en bajarme del coche, entro en calor con un viento horrible, saltos y me quito la ropa para empezar ese horrible Fartlek. Me llama Cati por teléfono y empezó a chispear; me subo al coche. Estaba tan a gusto dentro. El viento no me golpeaba los oídos, no me estaba mojando, no tenia frío, estaba hablando muy a gusto con mi hija…..y dejó de llover.
 
Por fin me decido y salgo. ¡Que pocas ganas, por favor! Trotando los primeros metros buscaba alguna motivación y me acuerdo del plan que decía “Fartlek en terreno variado”, y pienso: “¿que haría Pablo (mi nuevo entrenador de toda la vida) en este caso?”….veo las dunas y lo tuve muy claro. Me acordé inmediatamente de aquellos años donde salir a trotar por la ciudad con él era toda una aventura. No había banco o valla que no saltásemos, ni loma de tierra que no subiéramos, ni contar los cambios de ritmo cuando no había otra cosa mejor que hacer. Y cuando salíamos por la sierra!!....nos quedaban las piernas arañadas como si las hubiéramos puesto en una bolsa de gatos. Así que derechito a las dunas y caminos serpenteantes por debajo de abetos y plantas de esas que te raspan las piernas.
 
Volví a esos despreocupados años de adolescente donde solo quería entrenar y correr. Volví a buscar los peores y más enrevesados caminos que hagan de mi carrera lo más complicado posible.
 
Subiendo por la arena blanda, peleando con la lluvia y el viento de cara, saltaba bajaditas abruptas intentando que los pies no se entierren en la arena, buscaba lugares donde nadie haya pasado y cuando veía una huella me enojaba y buscaba otro más difícil. Cuando pensaba en trotar por un sitio más fácil para recuperar un poco pensaba que la vuelta la iba a hacer por la calle para llegar rápido porque si volvía por el mismo camino tardaría más tiempo que lo que ponía el plan, así que seguía pensando en un camino difícil.
 
Cuando dí la vuelta busque una calle para volver pero después de 300m me aburrí y volví a las dunas que me trajeron. Eso si, con la condición de no volver por los sitios difíciles. Me volví a aburrir y otra vez a bajar y subir y saltar y disfrutar de este difícil y frío camino hacia el final……que no es otro que mi próximo reto.
 
Realmente este entrenamiento que empezó como un suplicio terminó siendo unas vacaciones mentales de 50 minutos.

martes, 7 de diciembre de 2010

Maratón de Lisboa 2010

Esta, posiblemente, sea una de las carreras más desorganizadas que he hecho. Y si a eso le sumamos las contrariedades que me sucedieron a lo largo del fin de semana…casi sería una carrera para olvidar. A no ser porque…

Desde el mes pasado estoy trabajando en El Puerto de Santa María, a 300 kilómetros de Badajoz. Todos los viernes vuelvo por la tarde para pasar el fin de semana. Esta semana era especial porque el lunes y el miércoles eran feriados, y por suerte me dieron el martes, así que hasta el jueves no tendría que volver. Me esperaban 5 días de unas “mini vacaciones”….ja!

El jueves anterior estaba pensando en el fin de semana y veo en Facebook que una amiga corría la Media Maratón de Lisboa y le pregunto a Patri si quería ir. Me dijo que si. En un comentario veo que una chica que pensaba correr la Media no podía ir por lesión y nos cede el dorsal. Me acuerdo que mi amigo Goyo tampoco va por lesión y con la inscripción hecha para la Maratón. En una hora, gracias a la magia de Internet, teníamos cada uno dorsal y el viaje casi organizado. Las tiradas largas del entrenamiento de esta semana las haríamos en carrera. Joya!!

Al día siguiente, viernes, termino de trabajar, como y salgo para Badajoz….muy contento…!!!!

Llegando a Sevilla, con un atasco enorme, se me queda el coche….y no resucitó. No les voy a contar lo que tuve que hacer pero si decirles que llegué a casa a las 11 de la noche con un coche alquilado.

Anuncian fin de semana de lluvia y viento.

Domingo, suena el despertador a las 4 AM para que una hora después estemos en la ruta hacia Lisboa. Patri 4 horas por trabajo y yo 5 horitas de sueño…..pero con muchas ganas salimos….lloviendo a cántaros.

Se prende un testigo del coche alquilado. Era amarillo asi que no le di mucha bola (ni idea que me quería decir). Llegamos a tiempo, encontramos el depto. de nuestra amiga muy bien (gracias al GPS, claro!)…cuando bajo del coche…sorprais!!!...rueda pinchada. No estaba muy baja asi que una vez que deje a Patri con Elenita iría a inflarla. Como no sabíamos el piso la teníamos que llamar por teléfono. Ho, otra sorpresa! los teléfonos no tenían cobertura. Buscamos un teléfono público pero había que poner una tarjeta de crédito y con las nuestras no funcionaban. Después de 10 minutos dando vueltas, gritando y silbando a la ventana…..se asoma.

Genial!...me da el dorsal y salgo 8:14 AM hacia la salida. A las 9 se largaba. Pongo GPS rumbo al estadio, llego en menos de 10 minutos y empiezo a buscar una estación de servicio para inflar la goma. 20 minutos y no encontré ninguna. 8:45 estaciono (con la rueda casi desinflada) a 850m de la línea de salida. Me cambio, meadita, vaselina y corriendo hacia el largada me como una barrita.

En 8 minutos me espera una MARATÓN!!!!

Llego a la línea de salida y dos fotos después…largamos!!!

Esta carrera no la preparé ni mucho menos. Era un entrenamiento. Pensaba trotarla sin mas…..pero las carreras hay que correrlas, así que durante el último minuto antes del disparo veo los dos globitos (personas que llevan un ritmo prefijado para que sirvan de liebre). El de las 4 horas y el de las 3h 30min. Mi idea era trotar y hacerla en 4 horas pero….las carreras hay que correrlas….y me acordaba lo que le dije a Patri durante el viaje: “Si hago 3h30min me doy con un canto en los dientes”. Jaja!!!...y salí a seguir al globito de 3 horas 30 minutos.

Un vientooooo!!!!!!!

Mi táctica de carrera (jaja!) era seguir al globito aunque pare a mear…bueno a hacer pis!! La cuestión es que al tipo, en el kilómetro 12 se le vuela el cartelito que decía el tiempo que iba a hacer y paró a agarrarlo para volver a ponerlo. Obviamente no paré así que me quedé solo con mi ritmo y el viento en contra.

Realmente, un poquito exigido pero lo podía mantener bien.

En el kilómetro 28 dimos la vuelta, el viento en contra se convirtió en un amigo y empezaron a aparecer los corredores de la Media Maratón que habían largado a las 10:30hs. Calculé que iba a encontrar a las chicas por el kilómetro 38 y 39, pero Elenita apareció, con mucho dolor en la espalda, en el 35. Nos saludamos y seguí mi marcha. En el kilómetro 36 el suelo se empezó a inclinar…para arriba. Sabía que teníamos una subida al final pero no tan larga…y tan recta. Hasta el kilómetro 40 el camino subió y casi todo recto.

Cuando empezamos a subir veía a los corredores como 3 kilómetros para arriba…uff!...que agotamiento mental. Ya tenía los cuadriceps para tirarlos a la basura. Varias veces amagaron a acalambrarse, y ahora con esta subida terminaría de matarlos.

Llego al 40 y terminó la subida. Solo 2 kilómetros y llegaría en 3h30min. Increíble, pero tenía las piernas rotas.


Por ahí veo que me pasa un corredor….era el globito de las 3 horas 30 minutos. Me prendo un kilómetro y casi llegando al 41 lo dejo porque estaba hecho mierda. Hago unos metros más pensando en aguantar y veo a Patri a 50 metros. Quería llegar con ella, y mi primera reacción fue cambiar de ritmo….ja!....que dolooorrr!!!!....casi le grito para que me espere pero era hacerla frenar así que me dedique a mirarla.

Entramos a la pista, media vuelta y llegamos. Que linda sensación verla llegar en su tercera Media Maratón.

Al final 3h 30min 30seg en mi reloj. No es mi mejor marca pero estoy contento como si lo fuera.

La preparación para la Ultra me encanta. El ser capaz de correr una Maratón un fin de semana cualquiera me dice que voy por buen camino.
Durante la carrera me sentí con plena confianza, sentí que estaba en mi lugar, sabía en todo momento lo que tenía que hacer y fui capaz de entender las señales que mi cuerpo me enviaba.

No solo quiero correr, sino aprender y sentir. Patri lo entendió el domingo; vio su límite y lo reconoció. No dudo que la próxima lo supera.
Estoy contento conmigo mismo.

viernes, 15 de octubre de 2010

Reflexiones de George Carlin

  La paradoja de nuestro tiempo es; que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

  Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

  Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

  Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

  Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el atomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.
  
 Estos son tiempos de comidas rapidas y digestion lenta, de hombres de gran talla y cortedad de caracter, de enormes ganancias economicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en dia hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rapidos, pañales deshechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y pildoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

  Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

  Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejara de ti.

  Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

 Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo puedes reparar una herida, cuando se dan con toda el alma.
  

 Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

 Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas. 
 Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.
Veinticinco discos, catorce especiales de la HBO, publicó cinco libros, participó en varias películas y protagonizó su propia serie de televisión. Carlin murió el 22 de junio del 2008 a causa de un fallo cardíaco. 

martes, 21 de septiembre de 2010

Decidí


Después de los 60K de Madrid entré en un momento de decisiones para afrontar muchas cosas. Llegó el verano y con él un calor de muerte. No dormía casi nada por la noche, así que salir a entrenar a las 6 de la mañana iba a acabar conmigo.

Decidí mantenerme nadando, con Spinning® y trabajando la resistencia muscular y la fuerza hasta que el calor pase y vuelva a dormir bien.

Y así fue. Hace unas semanas empecé a incluir trotes después de los trabajos de fuerza durante la semana y el sábado un trote largo.

Todo bien, pero sin un objetivo en mente no tengo motivación para entrenar así que empecé a barajar varias cosas pero ninguna me convencía como la que originalmente me movió para volver a correr.

Varias cosas pasaron este verano que hicieron que me plantease hasta el dejar de correr.

Como siempre, espero que algunas cosas se vayan dando para poder hacer otras. Y esto era lo que me estaba frenando para emprender ese largo camino, esta recta final hasta el gran objetivo por el cual estoy hoy escribiendo esto.

Encontré la motivación en la misma persona que indirectamente me empujó volver a ponerme las zapas hace unos años atrás.

No quiero esperar más. No quiero, dentro de unos años, mirar atrás y ver que no lo hice. Así que con más dudas que convicción decidí empezar la preparación para intentar largar en septiembre del 2012 el Espartathlon.

Sé que es un reto muy ambicioso y que me falta mucho camino por recorrer. Pero también sé que estoy muy cerca de conseguir la marca para hacerlo. También sé que solo no lo lograría, y por eso la decisión la tomamos con Patri. Su apoyo es fundamental asi como el de los amigos. Goyo y Elenita se sumaron a esta locura, Juan prepara su primera Maratón, Patri este domingo corre su primera Media Maratón, cuando hace algunos años un trotecito de 3 kilómetros la ponía de una mala leche que ni se imaginan.
Estoy rodeado de buenas ondas así que no puede salir mal.

sábado, 17 de julio de 2010

Voy hacia el fuego como la mariposa...

Dicen que en los largos días de verano, algunas mariposas tropicales nacen cuando el sol despeina sus rojos cabellos mordiendo el horizonte.

Despliegan sus alas y se lanzan al aire, gustándolo todo con fruición y deleite.
Salen de su capullo enamoradas ya y ardiendo de ganas, despilfarran olores y escalas cromáticas en busca de su pareja, con furiosa alegría, con inocente y salvaje desparpajo.

Nada les importa que su vuelo nupcial atraiga a los temibles predadores, que no dudan en aprovechar la torpeza típica de los enamorados para darse un festín entomológico.

Estas mariposas nacen con la urgencia del amor, porque la Naturaleza las llama a dejar descendencia ese mismo y único día. Vuelan incansablemente durante las horas que se les permite la vida. Besan a las flores, firuletean con el viento. Se burlan de los pájaros (si pueden). Se buscan, se encuentran, se seducen, se aparean, desovan con gracioso donaire.

Después, agotadas y pletóricas de sensaciones, se buscan un sitio desde donde contemplar nuevamente -y por última vez- el esplendor y la calidez del sol que se oculta.

Yo me pregunto, también, como Camila : esa mariposa "¿Cómo podría entender el significado de la palabra"noche"?"

Su vida es de una intensa luminosidad, de un vértigo absoluto. Fantaseo, con el bobo romanticismo que me caracteriza, con la idea de que esta mariposa de un día pasa sus breves horas a las risas y evitando sermones, haciéndose la desentendida cuando la alertan sobre los riesgos y peligros que la circundan.

Ocasionalmente, alguna de ellas escapa a su destino y sobrevive durante la aterradora y negra noche. Entonces la pobre busca su sol, busca su luz. Caramba! No se imaginaba que ese bello ardor que la mantenía vital pudiese desaparecer así como así...

Se ha vuelto sorda en su desesperación. No oye las voces de aviso. No oye las buenas intenciones de quienes le aseguran que la noche terminará y otro solo rojo aparecerá por el Este.

Y entonces, sucede.

Encuentra un fuego. Una lamparita, una vela, un leño ardiendo, lo que sea. Encuentra el sol. Se acerca y revolotea, gozosa y entregada. Algunos siguen diciendo "qué tonta es, no se da cuenta de que cerca de la luz, morirá".

Y así, en esa danza de alegría y reencuentro, en esa cercanía limpia, en ese calor palpitante, la mariposa de un día abraza la existencia.

Los que nunca han vivido en la luz...¿cómo podrían entender el significado de esta mística?

lunes, 31 de mayo de 2010

100K Villa de Marid



"Soldado que huye sirve para otra batalla"

Así es. Mi carrera terminó en el kilómetro 60.

Podría decir que la culpa fue por mi rodilla, o de los más de 30 grados de temperatura, o del infame circuito (definición extraída de un foro de atletismo al referirse a esta carrera) con más subidas de las que podía aceptar, o de la falta de fondo con el que sabía que asistía a esta competencia.

Mi meta era la de terminar 80 kilómetros CORRIENDO. ¿Por qué en mayúsculas? Porque quería probarme, ver mi ritmo y mi fuerza mental. No parar ni siquiera para comer. Y así lo hice.

Y la verdad es que no supe/pude solventar todos estos inconvenientes. Sería más fácil decir que fue a causa de alguna de estas cosas, pero sinceramente, mi mente me ganó. El dolor muscular por la falta de preparación específica hizo que, a partir del kilómetro 32, todo fuera cuesta abajo. La subidas agotaban mis cuadriceps una a una. Esta carga muscular hacia que mi rodilla “tocada” se fuera sobrecargando hasta llegar al dolor a partir de allí.

Creo que por lo años y experiencia decidí terminar mi carrera. Posiblemente algunas vueltas más hubiera llegado a dar ¿Pero a que costo? Hubiera empezado a caminar en algunos tramos pero ese no era mi objetivo. En los últimos 30 kilómetros estaba tomando 1 LITRO de líquido por cada 10km y mi sudor era escaso, y eso me estaba dando mala espina. El daño muscular y articular, sin hablar del psicológico, que hubiera  comenzado a tener habrían hecho que mi recuperación fuera más larga……y el fin de esta carrera no sería el que fui a buscar.

Mi objetivo esta en los 100K de Besana en septiembre. Todo lo que haga hasta ese día será preparación. Ese es mi objetivo.

domingo, 23 de mayo de 2010

A una semana...

Estoy nuevamente a una semana de mi próximo reto; 80 kilómetros en Madrid.

Los 100K Villa de Madrid se hacen sobre un circuito de 10 kilómetros. Tiene la particularidad que a partir de los 50K (5 vueltas) podés terminarlo en la vuelta que quieras. Esta vez voy a buscar una buena marca (para mi) sobre 80K ya que no llego con el fondo necesario. Esta prueba, junto con la Maratón de montaña que quiero correr dos semanas después serán parte de mi preparación para conseguir una buena marca en los 100K de Cantabria a realizarse en septiembre.

Realmente esta preparación la llevé muy bien. Pude sumar todos los kilómetros que me propuse con muy buenas sensaciones….salvo….siempre hay un pero….que en la última tirada larga del sábado pasado tuve un dolor fuerte en la rodilla derecha que me hizo parar antes. Era un entrenamiento de 45 kilómetros a ritmo de carrera…y me estaba sintiendo muy bien. Inclusive cuando me vino a buscar Patri, por el kilómetro 31, me sentía genial, tenía las piernas muy sueltas.

 

Hielo y antiinflamatorios durante varios días esperando poder llegar a largar el domingo que viene. Ya no me duele pero no la siento del todo bien. No sé si será mental pero….. Ayer hice 35K con la bici y hoy con Patri otros 45K y ningún aviso raro. Lo raro es mi cabeza, toda la semana sin correr me desconcierta.

Mi intención es salir a trotar unos 15 o 16 kilómetros el lunes para ver como esta. Si me duele no voy a poder largar.

No estoy nervioso ni ansioso. Tampoco me siento enojado por esto, solo un poco…¿como decirlo?....triste, tampoco….algo así como cuando esperas un regalo y estas viendo que no te lo van a regalar….algo así!!!

Tanto esfuerzo para conseguir estar en la línea de salida en la mejor forma posible y por una simple sobrecarga me tendría que quedar en casa.

Es que largar es mi regalo…es el regalo a todos esos días de entrenamiento, de dejar a mis chicas merendando solas mientras yo sumaba kilómetros, son todas esas horas solos por el campo….y un largo etcétera.

No sé si alguna vez se los dije pero a mi no me gusta nada entrenar. Me apasiona correr, pero entrenar todos los días NO. Me encanta los días previos, la largada y terminar victorioso…pero entrenar NO. Creo que lo hago por esos últimos 500 metros de la carrera….vale la pena todo el esfuerzo!!!

Espero el domingo que viene estar escribiendo buenas noticias.

lunes, 12 de abril de 2010

LXVII Millas Romanas 2010

No sé por donde empezar…si ya sé…por el principio…¿pero cual?...ese en el que hace dos años soñaba con terminar mi primer Media Maratón o cuando me dí cuenta que podía correr un 42K.

Si, de eso se trata, del camino que recorrí…mos hasta el día de hoy…al terminar mis primeros 100K.

Las sensaciones que tengo ahora mismo no son de las de terminar exitosamente una carrera o haber hecho una buena marca, trata del objetivo conseguido…un objetivo lejano, casi utópico, que tenía desde que comencé a correr…desde cuando me enteré que había carreras llamadas “Ultra Maratones”.

Hoy por la mañana me sentía raro….bueno….igual que ahora….siento como que mi cuerpo esta vacío. Me duele hasta los bíceps (¿?)….¿por qué? No tengo idea. Si solo corrí, no cargué ninguna carga pesada, ni empujé nada…pero igual me duelen los brazos. Siento que dejé todo mentalmente…..físicamente no sé!

Me encuentro genial; con los dolores lógicos (creo yo) de haber estado toda la noche y parte del día corriendo. Con la sensación de satisfacción de haber hecho algo grande.

Sé que maduré durante esa noche del viernes al sábado. Me dí cuenta de muchas cosas, acepté otras, y espero seguir aceptando y mejorando cosas que me pasaron por la cabeza durante esas casi 13 horas de soledad por el campo de Extremadura. Si, digo soledad porque de 374 corredores/marchadores que largamos el viernes, no pude engancharme con nadie.

El viernes a las 21:00hs largué junto con esas 373 almas a buscar ese objetivo común; terminar las LXVII Millas. Teníamos 24 horas para conseguirlo.

Sabía que la noche iba a ser difícil después del último entrenamiento nocturno, pero esperaba que al ir con más gente se haga más llevadera.

Les cuento que esta marcha es una actividad sin fines competitivos. La organiza un club de senderismo de Mérida con un tiempo máximo pero también con un tiempo mínimo de paso para que esta ruta siga con su filosofía senderista, sin otra excusa que la de pasar un buen rato y esforzarnos al máximo de nuestras posibilidades. Se trata de una ruta compuesta por tres bucles, dos de 27 km más o menos y la última de 45 km, con centro en un polideportivo donde dejamos la ropa y demás cosas para utilizar mientras necesitemos. Durante el camino teníamos 12 controles obligatorios que respetar donde te anotan el dorsal en una planilla y te sellan una hoja de ruta.

Largamos tranquilamente por un camino bordeando el río Guadiana hasta el primer control. Llegamos ya de noche y esperamos a que abra para que nos sellen la hoja y seguir. Seis minutos después volvimos a desandar el camino que nos trajo, cruzándonos con los marchadores que venían, hasta volver a Mérida y cruzar el puente Romano para seguir otros 6 km, sellar la hoja de ruta y volver hacia el polideportivo donde teníamos nuestro avituallamiento principal. Fideos y caldo estaban preparados mientras esperábamos que nos abra el cuarto control de ruta.

Por cierto, muy divertida esta parte porque me mantenía ocupado prestando mucha atención en el camino para pisar bien y no caerme, ni chocarme con otro corredor o con algún marchador que venia en sentido contrario. Fueron bastante lentos estos primeros 27K. Hasta el punto que estuve tirando en la cabeza por varios kilómetros.

27 minutos después de llegar al “primer polideportivo” salí solo en busca del segundo circuito llamado Proserpina, ya que este llega hasta una lago con este mismo nombre. Pasaban de las 12:20 de la noche.

Durante los primeros metros me engancho a un grupo ya que era un poco complejo salir de la ciudad aunque estuviera marcado. Cuando llegamos al campo me quedo solo; un grupito de tres corredores delante a 300 metros y el resto por detrás. Sin prestar demasiada atención a las marcas del recorrido, ya que tenía al grupito delante, hice los primeros kilómetros relajado…hasta que veo los frontales de “mis liebres” apuntando hacia mi…¡nos pasamos!... Nos juntamos con los que venían detrás y en un solo grupo de alrededor 15 corredores empezamos a buscar las marcas. Como kilómetro y medio hacia atrás encontramos el desvío. Con dolor en el ego seguimos por el camino correcto hasta que nos volvimos a separar. Minutos después veo otra vez los frontales de “mis liebres” apuntando hacia mi. ¿Nos perdimos, si no había ningún camino que saliera?…no…uno de ellos se había caído y los otros intentaban levantarlo.

Nos volvimos a separar…otra vez…(¿olería mal?)…Quinto control en medio de la nada. Aquarius, una banana y a seguir. Paso a otros cuatro corredores cerca del lago Proserpina y sigo solo. Esta parte es bonita ya que circundamos este lago rodeado de casas…y con luz por las calles…un descanso para los ojos.

Sexto control en el kilómetro 44. Casi la mitad del camino con 5 horas y 20 minutos. Agarro un gel, Aquarius y una manzana (no había bananas), sello el control y caminando termino la fruta para seguir corriendo. Saliendo del barrio paso una rotonda y las señales siguen por la ruta. Hago unos 500 metros y giro para el lado contrario a Mérida. Algo iba mal. Sigo hasta la próxima rotonda y ninguna marca…ME PASÉ…LA PU…..QUE LO PARIÓ!!!! Vuelta hacia atrás acordándome de las madres de todos los organizadores hasta que dí con dos frontales. Les pregunto si saben por donde…y en portugués me contestan. No les entendí nada. Inmediatamente vemos “al unísono” el cartel MAL PUESTO para agarrar un camino a la derecha. Los portugueses se quedan atrás. Sigo solo hasta agarrar a otro grupo…de portugueses también…estaba destinado a correr solo. Casi 11 kilómetros hasta el “segundo polideportivo” de un camino de mierda acompañado por un portugués.

1 hora y 23 minutos para hacer esos últimos 10 kilómetros. Tendría que estar en el kilómetro 55 y mi GPS me marcaba 60K. Ya es difícil terminar 100K para meterle 5 kilómetros más.

Durante el camino hablaba por teléfono con Patri y Cati que estaban en Badajoz. Correr de noche y solo no me iba bien. Muchas sensaciones malas me rondaban. No sé por qué. Esas charlas me ayudaban a desconectar.

Ya mis piernas acusaban cansancio. Tranquilo me cambio mis camisetas, me tomo un café con leche y algunas galletitas (muy ricas, por cierto), un gel, de nuevo vaselina en mis “partes íntimas”, agua al Camelbak, una cagadita y al camino…a empezar la tercera, más larga y última vuelta.

No estaba del todo convencido. Me acordaba de un comentario que le hice a un amigo antes de largar: -“La última vuelta hay que salir sin pensarlo”. 34 minutos después de llegar al poli así lo hice…solo…otra vez.

Llevaba 7 horas y veinte minutos más o menos…y otra vez al camino, pero esta vez la última. Pronto amanecería y eso me ponía las pilas. Sabía que iba a ser la más dura, sabía que podía pasar de todo. Me sentía bastante bien pero empezaban los miedos.

Por la ciudad me vuelvo a perder pero enseguida encuentro el camino…y de nuevo al campo; de nuevo a la oscuridad.

Yendo por un camino solitario y oscuro, veo la autovía que tenemos que cruzar. Sigo corriendo y de repente escucho: -“AGUAAA, AGUAAA”. Apunté mis linternas hacia todos lados y no veía nada. A unos 20 o 30 metros, en el camino veo un bulto que se movía. Sigo hacia él y veo a un “voluntario loco” de la organización tirado literalmente entre packs de aguas. Me cuenta que se les encajó la camioneta en el barro y no llegaron más adelante. Le dejaron ahí hasta las 8 de la mañana. Faltaban 3 horas todavía donde el loco iba a estar entre el frío y el viento que había, que por cierto sopló toda la noche. Un aplauso para él.

15 kilómetros después de salir del poli llego a Mirandilla; primer pueblo y control de ruta. Eran las 6 de la mañana y casi 70 kilómetros; ya me dolía todo. Gel, banana, Aquarius y sándwich de jamón. Empieza el camino con bastantes subidas. Decido subir caminando y correr los llanos y las bajadas para guardar fuerzas. No sabía como iba a reaccionar mi cuerpo con tantas horas. Prefiero dosificar…por las dudas, vió!!!

Llego al segundo pueblo; San Pedro. Me sellan mi hoja de ruta. Ya había amanecido. Calculé que me quedaba 10K hasta el último pueblo y 10K más hasta Mérida. Pregunto y me dicen que solo 16 kilómetros hasta Mérida. Con alegría y motivación salgo, después de una banana, otro gel y Aquarius.

Poco más de 6 kilómetros llego a Trujillanos; último pueblo. Banana, Aquarius, control de paso y salir finalmente hacia Mérida después de casi 12 horas de carrera.

10 kilómetros y mi victoria personal. Quería hacerla corriendo y lo estaba logrando. Sabía que entre 30 y 40 minutos llegaría a la ciudad. Ya la veía. Sabía el camino que tenía que hacer hasta la plaza España donde estaba la línea de meta y me esperaban mis chicas. Correr por la ciudad con casi 13 horas en las piernas, entre la gente con miradas incrédulas, fue genial. Llego a la peatonal que desembocaba en la plaza. Unos metros y veo a Cati corriendo hacia mi. La agarro de la mano y corremos juntos hasta el final. Nos abrazamos con Patri y Cati entre aplausos de la gente. Fue grande, fue precioso, fue único!!!
Tiempo no oficial personal 12 horas y 54 minutos en el puesto 12. Puesto y tiempo oficial: no lo sé y 12 horas con 55 minutos. Algo irrelevante comparado al logro personal.

 

Como siempre y en todo lo que hago, agradezco a Patri su gran apoyo. Sus charlas a las 3 de la mañana, su predisposición a bancarme. No podría hacerlo sin ella.