“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

jueves, 17 de mayo de 2012

101km Ronda 2012


2600 corredores esperando la salida

Empiezo escribiendo esto todavía con los dolores de carrera y las sensaciones de bienestar que te da una Ultra terminada.

Más allá que no me haya acercado a la marca del año pasado, estoy muy contento de haberme sobrepuesto a problemas incontrolables como pueden ser el terreno o la temperatura.

Terminé con 12 horas y 38 minutos, 1 hora y 22 minutos más lento que el año pasado pero este vez lo hicimos con unos 10 o 12 grados más de temperatura, el circuito modificado para más exigencia y 4 semanas después de un 24hs bastante duro. Hablan de entre 800 y 1000 abandonos de los 2600 corredores que largamos. Me parece mucho pero es lo que leí por ahí, y tampoco hay cifras oficiales. Acabé en el puesto 89 de la general. También leí por ahí que los 10 primeros tardaron 1 hora y 10 minutos más que el año pasado. Mal de muchos, consuelo de tonto…ja!
  
La cosa empezó como últimamente…con algún inconveniente. Llegué tarde a la retirada del dorsal el mismo día de la prueba y casi no me lo dan, pero con algunos minutos de charla y demás pude conseguirlo. A solo una hora de largar empiezo a cambiarme y relajar la cabeza después de casi 2 horas de viaje y media tratando de conseguir el número.

Entré al campo cerrado media hora antes y busco sitio lo más delante posible para evitar mucho estorbo de la gente que sale despacio. Inciso aparte para esto; no entiendo como la gente y su sentido común no hace que se ubique en el sitio que le corresponde para no estorbar a los más rápidos. Mientras tanto me llega un mensaje de Patri que se había podido colar dentro del campo así que nos encontramos para compartir esos últimos minutos, siempre tan especiales, antes que den la salida.
  
Unas palabras del General o Coronel, un cargo alto de la Legión, muy lindas y 11 en punto de la mañana dan el chupinazo de la salida. QUE HORROR!!!! Codazos, empujones, esquivando a gente con bastones (signo que iban a hacer caminando la prueba). Sabía que mi ritmo iba a ser por debajo de 6 min/km en las primeras horas, y así y todo esta gente con bastones me pasaba como parado.

Iba todo bien, muy cómodo pensando en todos los detalles que había organizado para la hidratación e ingesta. Pasa la primera hora y genial pero cuando se acercaba la segunda hora empecé a tener un dolor punzante en la parte baja del abdomen, como cuando tenes un “gas” que no te podes tirar. Intenté seguir tomando y comiendo normalmente pero cada cosa que metía hacia que el dolor sea más agudo. Hacía mucho calor y solo podía beber agua. Ni geles, ni sales, ni barrita, ni isotónica. Empecé a pensar que no iba a poder terminarla porque sabía que con los 30º que había para ese momento y con lo que estaba sudando, algo no iba a acabar bien. Faltaban más de 70 kilómetros.


Podía hacer las cuestas bastante bien pero las bajadas eran un suplicio. Ya para los 30 kilómetros tenías las piernas duras y hacía una hora que estaba a agüita nomás. Me puse música para ver si me distraía pero la cosa no mejoraba. Empecé a sentir que no estaba recuperado de las 24hs del mes anterior. Me empecé a dar cuenta de lo que estaba haciendo.
 
A paso por el primer pueblo me esperaba Patri y Cati. Quería contarles lo mal que iba para sacarme un poco de peso…no sé…pero poco tiempo estuve ya que ni paré. Solo beso a las dos, un: “me duele mucho la panza” mientras llenaba una de mis botellas, y seguí adelante.

Llegué al kilómetro 40 con casi nada de dolor y me tomé una pastilla de sales y la acepté muy bien. Esto me tranquilizó bastante porque ya para ese momento tenías las piernas destrozadas.

Kilómetro 50 y decido tomarme, con bastante miedo, un recuperante. Es a base de hidratos, proteínas, aminoácidos, glutamina y demás. A los 20 minutos me llegó un poco de vida. El estomago no se molestó por esta ingesta, el ánimo volvió y las piernas empezaron a responder. ¡Esto parece que camina!

En el kilómetro 59 iba a cruzar un pueblo llamado Setenil de las Bodegas donde me esperarían las chicas de nuevo. Entrando veo a Patri…que alegría! Me acompaña un par de kilómetros dentro del pueblo y me dice que Nacho había llegado, que estaba con Cati. Otra linda alegría.


Esto es como todo. Cuando haces las cosas solo y sufrís solo, parece que a nadie le importas y el sufrimiento parece más. Pero cuando alguien te espera; tu familia, tus amigos, y sentís sus palabras de ánimo, sus abrazos…hace que la cosa valga la pena…o eso me parece a mi. Como si el sufrimiento y el sacrificio se dividiera exactamente por el número de personas que te alientan.

Llegamos donde Cati y Nacho. Venia en el mismo tiempo que el año pasado…minuto más, minuto menos…pero las sensaciones mucho peores. Me tomo un respiro ya que en estas 6 horas y pico que llevaba en carrera no había parado ni una vez salvo obligado a cargar agua y algún que otro pis.
 
Me desahogo de lo lindo mientras comía una mandarina que no pude terminar. Cargo la botella con agua fría porque hasta ese momento todo lo de los avituallamiento estaba re caliente y salgo con más ganas. Me quedaban 2 horas de “solitariedad” (así me salió cuando me despedí de los chicos, ja!) para correr acompañado.

Estos casi 20 kilómetros hasta El Cuartel de la Legión, que es el avituallamiento más importante y donde esperaban podólogos, fisios y médicos, fueron durísimos. El ánimo que había conseguido se empezó a ir, las piernas empezaron a estar cada vez peor, el estomago empezó a doler de nuevo y cada bajada era un dolor punzante esperando que salga ese pedito, que no venía, para calmarlo.

A poco de salir de Setenil empieza la  subida más larga de la prueba. Entre pitos y flautas suman unos 9 kilómetros de ascenso con su prima, la bajada, de unos 7 kilómetros.

Venía subiendo como podía, agarrando rezagados y dejando paso a otros que venían más rápido. Para ese momento teníamos a Lorenzo en las espaldas que parecía una mochila de agua caliente, el viento no existía, la subida no terminaba nunca y abdomen super duro. Alguno me pidió agua porque ya no le quedaba, algunos acalambrados al costado del camino pero todos con la misma cara desencajada de venir dándolo todo. Una vez que llegué arriba y comencé a bajar mi barriga empezó a quejarse a gritos. No podía correr, tuve que parar un montón de veces. Movía la riñonera, intentaba hacer pis haber si me tiraba ese gas salvador, caminaba, corría más rápido y nada funcionaba. Llego abajo y todavía faltaban como 3 kilómetros para el Cuartel.

Cuando estoy entrando me cruzo con un soldado y le pregunto para donde. Me dice que a 100 metros había agua, comida…y “el fisio”. –“Bueno, pensé, no debo de tener buena cara”. A los 100 metros le pregunto a otro soldado para donde y me dice: -“Ahí”. Señalándome con el dedo un edificio. –“Hay agua, comida…y el médico al fondo primera puerta derecha”.

Llegué al cuartel 1 hora y pico más lento que el año pasado. Quieras o no, esto hace que tu ánimo caiga aún más. Por suerte al salir me estarían esperando los chicos.

Entro al salón donde me esperaba de todo lo que podía necesitar. Fisios, médicos, cocineros, sillas, mesas, baños, gente muy amable intentando ayudarme (cosa que durante el camino no hubo mucho) comida, Coca Cola, agua e isotónica frías…un paraíso! Pero para mi desgracia no tenía tiempo de usar nada de eso. Agarro un vaso de plástico, una botellita de agua y de postre una Coca Cola biennn hellaadaaaa. Me preparo otra vez mi recuperante, le pego dos sorbos a la Coca y la tengo que tirar para irme otra vez a ese infierno donde me esperaba la parte más dura.
 
Saliendo del Cuartel empiezo a subir una cuestita hasta la puerta donde estaban ellos y veo a Nacho caminando hacia mi. En ese momento estaba en la peor situación física y anímica posible. Decí que tengo la suerte de contar con estas personas al lado mío que solo con su energía hacen que mi ánimo sea mejor. Le cuento como iba mientras nos acercábamos a las chicas. Me dan una mandarina y mientras la pelaba empiezo a vaciar mi riñonera de todo lo que iba a tomar y no usé.

Unos 5 minutos después y con un par de kilos menos salimos al trotecito a buscar esos 20 kilómetros finales.

Tenía piernas pero mi estomago no me dejaba tranquilo. El aliento y la compañía de Nachete hacía que mi ánimo empiece a crecer y devuelva la energía a mis piernas. Empezamos a subir la famosa cuesta de la Ermita donde ya íbamos mezclados entre duatletas y ciclistas. Una vez que empezamos a bajar me empecé a sentir muy bien. Llegados abajo el camino seguía bajando más suave así que era momento de dejar lo que me quedaba. Mientras oscurecía encontramos un buen ritmo durante varios kilómetros.

Pasamos el anteúltimo pueblo; llegamos y pasamos el último pueblo donde nos volvíamos a cruzar, esta vez por última vez, con mis chicas a tan solo 10 kilómetros para el final.

Veníamos a un muy buen ritmo hasta que volvieron las subidas entre la oscuridad. Nuestra luz era poca así que casi ni veíamos cuando subíamos o bajábamos salvo en las sensaciones, pero con 12 horas en las piernas duele lo mismo bajar que subir, así que corríamos todo lo que podíamos hasta que llegamos al Tajo de Ronda iluminado y precioso.

Empezamos a subir la ultra famosa cuesta del Cachondeo de unos 3 kilómetros para llegar al pié del Castillo y correr los últimos 2 kilómetros entre alientos y saludos de la gente que bien vestida (vendrían de alguna cena o irían a seguir la noche en algún pub) y con todo su corazón nos decían unas palabras geniales. Ya vemos la curva que nos metía en la plaza y la línea de meta.
 No podía dejar de sonreír. Ya casi mi tiempo no me importaba, pero si mi actitud cuando la cosa iba mal. En ningún momento pensé en abandonar, solamente quería seguir adelante y que mi tiempo sea bueno. Ya comprendí que todo termina; es algo que siempre escuchamos pero entenderlo realmente, hacerlo carne, es algo un poco más difícil. Cuando todo esta mal, cuando faltan fuerza y todavía quedan por recorrer muchas horas…el entender que todo tiene un final hace que sigas adelante sin pensar en nada más que hacer bien tu trabajo presente, sin quejas, solo aceptas lo que te tocas y seguís…”o la cosa mejora o caes fulminado contra el suelo”.

Cruzamos la meta con Nacho y esa alegría de compartir algo especial, para recibir la medalla y la foto debajo del reloj; trofeos invalorables!

Dar las gracias a mis chicas que me hicieron el aguante durante esas 12 horas y 38 minutos que duró mis 101 kilómetros por la serranía de Ronda, más las 4 horas desde que nos despertamos hasta que largué y las 3 horas finales desde que llegué hasta que volvimos a casa.

Gracias a Nachete que se tiró 2 horas de viaje desde Chiclana de ida y de 2 de vuelta para acompañarme los últimos y más duros 24 kilómetros donde su inestimable apoyo hizo que mi carrera sea un poco más fácil.

Todavía no pude encontrar dos Ultras iguales. Todavía no pude dejar de aprender de cada reto que encaro. Esto esta pasando de ser retos físicos a ser retos de vida.

Vuelvo a agradecer a mi viejo y a mi tío que desde algún lado sentí sus fuerzas.

Aunque parezca el mismo, nunca es el mismo río que pasa bajo el puente.

viernes, 11 de mayo de 2012

Mañana 101km de la Legión

Que motivado que estoy!!!!!

Mañana toca los 101km de la Legión por la serranía de Andalucía. No puedo creer lo recuperado que estoy a tan solo 4 semanas de las 24hs de Mérida.

La semana pasada fue bastante dura por algunos problemitas físicos que tuve, pero después de descansar algunos días me puse a tono de nuevo y las piernas volvieron a responder. Hoy estoy de diez!!

Nutrición para mis proximas 11 horas de carrera
Ya esta todo organizado y el planning del paso por los pueblos, para que Patri y Cati vayan en coche a alentarme, también hecho. También organizado que Nacho se una a mi en los últimos 20 kilómetros para apoyarme….va a ser genial tener su apoyo!!
Entró todo acá!!!

En esta carrera incluí muchas variantes de nutrición e hidratación y tengo muchas ganas de ver como respondo.

Mañana día de prueba. Largamos a las 11 de la mañana. Objetivo: mejorar las 11 horas y 16 minutos del año anterior.

Manden buenas ondas!!!!!


viernes, 20 de abril de 2012

24hs Badajoz-Mérida/Millas Romanas


Hace seis días que terminé mis segundas 24hs en una travesía algo diferente y hoy terminé mi tercer entrenamiento semanal con 20 lomas de 200 metros. Increible!

La cosa fue así:

Largué desde Badajoz a las 14:30 con mucho viento y posibles lluvias. Por suerte todo eso iba a ser a favor porque sopló mucho y muy fuerte y llovió bastante.

El camino en solitario hasta Mérida la hice por rutas secundarias que nunca había pasado y el ir encontrando el camino se hacia divertido. Tenía que calcular donde comprar agua, y como los pueblos eran chicos, no todos tenían estaciones de servicio.

El viaje se hizo tranquilo y bastante rápido. Mis sensaciones eran muy buenas pero era conciente tooodooo lo que faltaba.

A falta de unos 10 kilómetros agarraría el camino de la prueba a la que me iba a unir; las LXVII Millas Romanas o 100 kilómetros pero en contra, me cruzaría con los participantes de frente.

Y así fue. Me crucé con los 400 participantes por un caminito de tierra de frente y mirándome raro sin saber porqué hasta que me empezaron a preguntar si yo era el primero. Jaja!!! No, les respondía…soy el último.

Me acababa de sacar la gorra..jaja!!!
Estaba buscando a unos amigos que hacían la prueba pero no podía distinguir a nadie. Decí que son muy altos y que tienen mejor vista que yo porque ellos me encontraron. Linda alegría y subidón para terminar mi primera parte.

Llego al polideportivo con 7h 15min. donde me estaba esperando Patri. Me dan el número de la prueba (no me duraría mucho), como algo, me pongo las calzas largas y salgo en busca de la prueba…y a empezar la noche.

Vuelvo al camino que me trajo, ya con el frontal encendido, y vuelvo a cruzarme con los participantes. Me empezaron a alentar y, no sé como, muchos sabían que venia desde Badajoz. Lindo subidón me daba, venía contento hasta que me para uno de los jueces de la prueba y me dice que estoy descalificado por no llegar a tiempo al primer avituallamiento.

De todas maneras, y obviamente, seguí adelante. Una horita y media y ya empecé a agarrar a los últimos. En ese momento me cruzo con otros dos jueces que me quitan la hoja de ruta la cual teníamos que ir sellando en los controles y el número de participante. Por suerte me dejaron utilizar los avituallamientos.

Kilómetro 95
No tengo ni idea a que hora terminé mi segunda parte. Iba alrededor de 95 kilómetros y ya la cosa se empezaba a notar. La riñonera me estaba matando la cadera pero me quedaba solo una parte de 28 kilómetros para revolearla al carajo y seguir más livianito con Patri acompañándome en bici.

Creo que paré unos 10 minutos con caldito calentito incluido. La noche una mierda; lluvia, viento y poca visibilidad. Salgo tranqui charlando por el manos libres con Patri pero tuvimos que dejarlo rápido porque el viento no dejaba ni que me escuche ni escucharla, así que me empecé a internar en la noche del campo con algo de lluvia donde estaban por aparecer algunas subiditas que para ese momento eran rampas del Tour de France. Rodeamos un barrio que esta al lado de un lago bastante iluminado donde no usamos el frontal. Que alegría para los ojos!

Saliendo del barrio empezamos a subir un poco más así que ya caminaba hasta llegar arriba de cada loma pero empezó a llover mucho y hacia que me cagara de frío. Esta parte molestó bastante ya que no podía correr para calentarme y con todo el viento y la lluvia de frente me bajaba mucho la temperatura pero sabía que una vez empezar a bajar iba directo al polideportivo a encontrarme con Patri y empezar mi última vuelta de unos 45 kilómetros.

Y así fue. Empezaba a clarear y llegue al poli para comer algo, un cafecito con cambio de medias incluido. Tenía los pies blancos y blandos por el agua. Me rozaba un poquito un dedo chiquito así que me pongo un Compeed (cachoeinviento) y sin pensarlo mucho salimos a buscar la última vuelta.

Saliendo de Mérida - Kilómetro 120
Que lindo! Después de 17 horas solo y sin hablar con nadie puedo empezar a compartir las sensaciones. Saliendo de la ciudad me empezó a agarrar un bajoncito anímico, así que sin pensarlo le metí comida pa´l cuerpo y en un rato la cosa mejoró, pero de todas maneras ya no me entraba mucho. Sentía como que el estomago dejaba de aceptar calorías e inclusive a rechazarlas; algo de nauseas empezaron a aparecer. Decidí, a partir de ahí, comer y beber solo cuando el cuerpo lo pidiera.

Todo, a partir de acá, lo empecé a llevar solo lo que el cuerpo me dejara. Dejé de forzar el correr, el comer o el beber. Extrañamente me sentía más cómodo corriendo que caminando aunque el ritmo de mi carrera sea el mismo que llevaría caminando pero esta vez no me importaba, sabía que estaba sumando kilómetros.

Al principio de este último recorrido empezó a llover bastante fuerte así que tuvimos que taparnos bien. Patri con su aguante y su buena charla hacia que los kilómetros pasen más rápido. El viento seguía soplando y creo que cada vez más fuerte…o eso me parecía.

Nos empezaban a agarrar otros participantes porque ya mi ritmo era de pena…pero mi ánimo era buenisimo. Pasaban las horas y lo kilómetros no tan rápido como quisiera pero iba avanzando y eso era genial. En cada puesto de control tenia que dar la repetida explicación de mi falta de hoja de ruta y número, aunque ya estaban avisados, hasta que por fin encaramos al último pueblo llamado Trujillanos.

Trujillanos queda a poco más de 9 kilómetros del final y ya para ese entonces sabíamos que mis 24 horas terminarían ahí. Pero con las ganas de seguir hasta Mérida, le calculé que tardaría un poco menos de 2 horas, osea que mis originales 24 horas serían casi 26.

A falta de 3 kilómetros para llegar al pueblo empezamos unas continuas subidas y bajadas donde la gente me pasaba caminando…y yo iba corriendo! En ese preciso momento decidí terminar mi camino en Trujillanos.

Y así fue. Cuando llegamos al puesto de control y Patri me dio mi besito de felicitación me senté en una silla…ahhhh!!!!....mes saqué las zapas y las medias…ahhhh!!!!!...y una mujer muy macanuda me trajo un sándwich y una naranja pelada.

Así terminé la mejor Ultra maratón de mi vida (hasta hoy).



Ahora quedaba el interrogante de cómo llegaríamos a Mérida. Patri me propuso que ella trotaría esos 9 kilómetros mientras yo los hacía en la bici. Al principio me negué, como es habitual en mi, pero lo pensé mejor y acepté. Me puse la ropa de abrigo que Patri se sacó, me subí a la bici tipo “La momia de Caradagian” y salimos. A los pocos kilómetros empecé a tener un poco de sueño hasta que unos minutos más tarde me dormía pedaleando. Así, tal cual. Le tuve que pedir a Patri parar y cerrar los ojos. Calculo que la subida de azúcar de la naranja tuvo algo que ver. Seguí pedaleando de todas maneras y los efectos fueron mejorando.

Llegamos a Mérida, pasamos por el centro y por la llegada de la prueba de casualidad y nos dirigimos a buscar la ropa al polideportivo.

No hubo felicitaciones ni aplausos, ni foto de llegada oficial ni camiseta de finisher, ni otro atleta que haya corrido 24 horas pero la sensación de bienestar y superación personal fue y es enorme. Cada día me separo más de necesitar lo convencional. No digo que no me guste, digo que creo que le voy quitando valor a lo pre-definido como normal y dándole más valor a los cambios internos que las Ultras me están aportando.

Cada día me siento mejor conmigo mismo y hace que sea mejor con el resto del mundo. Así que no será tan malo….digo, no?

miércoles, 11 de abril de 2012

A pocos días de 24 horas


Solo a pocos días de intentar algo que una vez creí no poder hacerlo.

El viernes a las 3 de la tarde salgo desde Badajoz, solo, hasta la Plaza España de la ciudad de Mérida que esta a 62 kilómetros para unirme a la salida de las 67 Millas Romanas (100 km). Intentaré completar unos 162 kilómetros en mis segundas 24hs de carrera.

Uff….tengo tanto en la cabeza ahora mismo que me podría pasar escribiendo mucho tiempo, pero resumiendo: conozco esta prueba porque la hice dos veces, conozco el sufrimiento de 24hs en pista constantemente acompañado, pero juntar las dos experiencias en una hace que me haga muchas preguntas.

Serán 24hs, la mayor parte del tiempo solo por el campo y durante toda la noche. Por la mañana Patri me seguirá en bici los últimos 45km.

¿Cómo saldrá? ¿Tendré el coraje para enfrentarme a todo lo que vendrá? En las 24hs de pista, si me cansaba paraba y me sentaba junto con todo el mundo. Acá no, si me canso me tengo que tirar en el medio del campo y esperar a que me vengan a buscar.

Estoy muy bien preparado (aunque siempre me quedan dudas de si podría haber hecho más), estoy muy confiado…y tengo más experiencia que la última vez. El sábado me responderé todas las dudas.

Tirenme buenas ondas!!!!

jueves, 8 de marzo de 2012

Comenzó el 2012


Hola familia, amigos!!!

Después de un 2011 lleno de objetivos, metas o sueños (como mejor quieran llamarles) la mayoría cumplidos, ahora toca la planificación de este nuevo año.

A finales del 2010 decidimos intentar clasificar para poder participar en el Spartathlon del 2012. Digo “decidimos” porque para conseguirlo necesitaba el apoyo de mi familia. Y así lo hicieron. Contacté con mi antiguo entrenador y nos pusimos manos a la obra. Fueron cayendo todos y cada uno de los objetivos, con buena nota, salvo esas 24hs de fin de año. Y a pesar del gran año, esas 24hs me mostraron que todavía estoy verde para encarar la recta final para Grecia. Me queda mucho por aprender…del camino y de mí. Por eso decidí posponer Mi gran sueño un año más. Tengo programadas unas 24hs prefabricadas para mediados de abril…y sé que me van a salir genial pero el Spartathlon no va a tener en cuenta que soy novato y en la primera de cambio me dará ese hachazo que sin la dureza necesarias en mis piernas y en mi mente no voy a poder esquivarlo. Por eso, y con todo el dolor de mi orgullo, lo dejo para el 2013.

Estos casi dos años se me van a hacer eternos, pero no quiero largar en Grecia y a los 80km tener que abandonar. Digo esto porque un gran porcentaje del total de abandonos los hacen a esa temprana parte de la competencia. Así de dura es!

Por eso, pasito a paso, a disfrutar del camino y seguir subiendo!!

Estoy ansioso por ver que pasa este año. Si el año pasado fue duro, este tiene pinta que va a ser más todavía.

El 13 de abril hago las primeras 24hs prefabricadas del año en Mérida. Digo esto porque la armo yo, ja! Después de completar los primeros 70km en solitario desde Badajoz a Mérida, me uno a la salida de una ruta organizada de senderismo de 100km en la que dan 24hs para terminarla; las LXVII Millas Romanas.

Posiblemente, y a la espera de confirmación de mi entrenador, en junio el Ultra Trail 7 playas. 50km de pura arena en semi autonomía (esto quiere decir llevando a cuestas casi todo lo necesario para sobrevivir) sobre playas entre San Fernando y Cádiz.

Para principios de agosto voy a hacer por primera vez una competencia de 50km subiendo un pico de Sierra Nevada, en Granada, por una ruta que va ´to ´pa ´rriba, ja! Se llama Subida al PicoVeleta.

A finales de septiembre otro 24hs, también en semi autonomía por la costa de Cádiz. 24hs Non Stop BreñaXtreme.

Y para rematar el año y quitarme la espinita del anterior, en diciembre haría las 24hs en pista en Barcelona.

Año planificado, objetivos decididos…ahora solo queda sumar kilómetros.

Un fuerte abrazo a todos, y a seguir buscando y encontrando!!!

viernes, 23 de diciembre de 2011

2011...buen año. 2012...será mejor!!!


Estamos casi en Navidad y a pocos días del 2012 y no hago otra cosa que pensar en los regalitos, en lo que hice en el 2011 y lo que voy a hacer en el 2012. Pese a mucho, la balanza se inclina para el lado bueno, y eso me empuja para más.

Es increíble la motivación y las ganas que tengo de seguir sumando kilómetros después de esta última carrera. Ya tengo programada las próximas 24hs para el 14 de abril.

Los números de este año también me ponen contento. Desde el 1º de enero de este año no hubo mes que no haya sumado menos de 300 kilómetros hasta el pico máximo de más de 600 kilómetros. En total fueron 4592km. En otras palabras más de 382km mensuales, ósea 95,650km semanales…de media!!! Para hacer estos kilómetros pasé por interminables minutos solo en la ruta o por la sierra, fartleks, progresivos, infinidades de lomas, pasadas…

Tres Ultras Maratones: los 101K de Ronda, un 100K de ruta y un 24hs en pista. Creo que si hago la nota media apruebo con un 7 u 8…según yo, así que no creo que sea muy valido…pero como guía me sirve. Ja!

Siento mucha satisfacción y orgullo, no solo por estos números sino por lo que tuvimos que pasar para conseguirlos. Con el apoyo de muchos amigos y la familia me mudé varias veces de ciudad por trabajo, volviendo a Badajoz cada fin de semana para ver a mis chicas, hasta agosto que llegamos a Málaga y pudimos, por fin, centrarnos.

Para mi es muy importante conseguir un equilibrio entre familia, entrenamiento y trabajo. No puedo entrenar tranquilo si el resto esta mal, o viceversa x2.

Sinceramente lo que intento buscar es felicidad. Trabajo para ser feliz, entreno para ser feliz…y soy feliz para mi familia.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!!!!

Familia, viejos y nuevos amigos, espero, desde el corazón, que busquen y consigan cada uno de sus sueños. Estar viendo como lo consiguen y sentirlos conmigo cuando los intente.

Gracias por estar alentándome en cada carrera…gracias por estar ahí!!!!!!

lunes, 19 de diciembre de 2011

24 hores d`atletisme


Se acabó el año. Ayer fueron las 24hs d`atletisme y la verdad es que me vine con un mal sabor de boca…pero pensándolo mejor encontré un error que creo, fue el que hizo que no haya conseguido mi objetivo: suplementación y recuperantes musculares. Pensándolo y echando la vista atrás, los corredores que estuvieron por la marca que quería yo hacer, consumían este tipo de productos.

Estuve todo el año pensando en comenzar a usar suplementación pero quería saber hasta donde podía mantenerme con una alimentación adecuada y normal. Pero viéndolo ahora desde otra perspectiva, con el esfuerzo de los últimos dos días, me doy cuenta que estar 24hs corriendo no es un esfuerzo normal.

Aunque esto suena a excusa no es ni mucho menos eso. Intento aprender de mis errores así que voy repasando paso a paso lo que me trajo hasta acá hoy, y la suplementación es lo único que no cambié. Y la sensación a partir de las 13 horas de carrera era como que no tenía músculos para moverme. Ahora súmenle 11 horas más…uff!!

Acá va la crónica. Intentaré ser breve porque imagínense todo lo que habrá dentro del coco si me pongo a revolver estas ultimas 24 horas!!!

De movida contarles que el viernes por la mañana perdimos el avión ya que la compañía me pidió el pasaporte porque soy extranjero. Así que Salvador “el piloto” (y no es broma,tardó la mitad de tiempo en ir y venir al aeropuerto) conseguimos llegar a embarcar pero no nos dejaron subir al avión. Cabr…es!!!

Alquilamos un auto y salimos para Barcelona. Casi 1000 kilómetros después llegamos, a las 10 de la noche. Entre que entregamos el coche y volvimos al hotel nos acostamos a la 1 de la mañana.

Ya al otro día, en la pista a las 10 de la mañana, acomodamos todo en el sitio que te da la organización, charla técnica, presentación de todos los corredores, foto de grupo y a las 12 en punto…LARGAMOS!!!

Despacito y sin apuros intenté seguir a rajatabla el planning programado. Estaba bien entrenado, sentía mucha confianza, disponía de todo el apoyo de mi familia (aunque Cati protestó por nuestra ausencia tanto tiempo, ja) y tenía muchas ganas. ¿Qué más me faltaba para lograr mi éxito?

Las primeras 10 horas fueron muy bien. Inclusive llegué a pensar que podría conseguir más kilómetros de los que esperaba. Pero llegando a las 12 horas de carrera, cuando ya empezaba a apretar la noche, el frío y el viento (que por cierto sopló bastante fuerte toda la competencia) empecé a decaer un poquito.

Esperaba estar dentro de los 100km para las 12 de la noche y solo conseguí 93km. Ya eso hizo darme cuenta que algo no iba bien. Casi a la 1 de la mañana conseguí completarlos.

Iba comiendo y bebiendo constantemente. Mis tripas son bastante estables, por suerte, así que le metía de todo.

Seguía avanzando la madrugada y yo cada vez peor. Sabía que estaba en un pozo; un bajón anímico típico de las carreras de larga distancia y esperaba y aguantaba para que se vaya de una p…ta vez. Patri me leía todos los mensajes de ánimos que me mandaban por Facebook. Alguno que otro casi me sacaba alguna lagrimita, sobre todo las llamadas de Cati por teléfono.

4 de la mañana e iba cada vez peor. Mi trote re lento y mis caminatas lentas me desalentaban cada vez más. El planning era que desde las 12 hasta las 7 de la mañana caminara 10 minutos y corriera 20. Tirarme media hora a dormir y correr las ultimas 4 horas y pico hasta el final. ¿Fácil, no?

5 de la mañana y era una pena. Empecé a charlar con otro corredor que lo venía pasando tan mal como yo. Y como dicen: “la miseria une” seguimos contándonos nuestras penas y quejándonos como dos nenas…pero no parábamos de avanzar.

Patri me acompañaba algunas vueltas cuando caminaba, y cuando me tocaba correr se sentaba y me esperaba, a veces despierta y otras veces cabeceando. Ja, tenían que verla. A veces pasaba y ella estaba dormida pero cuando se daba cuenta se despertaba y me alentaba…pero yo ya había pasado!

La 6 de la mañana. 18 horas corriendo. Poco más de 120 kilómetros y todavía faltaba 6 horas. Para ese momento ya llevaba en un pozo desde antes de las 12 de la noche. Creo que eso es mucho tiempo para soportar tanto dolor y desazón, así que decidimos adelantar la cabeceada y dormir 30 minutos a ver si me recuperaba.

Que alegría! Me tiré en la bolsa de dormir sobre una colchoneta de gimnasio. Parecía una cama con el mejor colchón. Me dormí al toque. Me despierto solo a la media hora y le digo a Patri que 15 minutos más. Me vuelvo a despertar solo…increíble!...e intento ponerme de pie…………incontable!!!!! Me dolía hasta la nariz, inclusive hoy me duele. Me cambio las camisetas interiores para intentar hacer las últimas horas un poco más cómodo y cuando me pongo de pie, apoyándome de todo lo que había a mi alrededor, me empiezan a venir unas ganas de vomitar tremenda. Salgo de la habitación, donde dormían otros tantos corredores más, apurado para no molestarles con mis arcadas y buscando un lugar para vomitar pero con dos piernas que no podía flexionar las rodillas. Al baño no llegaba. Levanto la cabeza y veo un montón de cajas de cartón vacías apiladas y me apoyo en la pared con las dos manos, cabeza gacha gritándole a HUGGOOO!!! Que mal cuerpo me quedó. Con todo ese sudor frío decido no esperar más y salir a la pista a seguir sumando metros.
 
7 de la mañana y Patri acompañándome en esta caminata de pena. No podía enfocar, se me cerraban los ojos, creo que me tambaleaba un poco, me costaba tener la cabeza alta e iba todo encorvado. Empieza a amanecer y parece que vuelve la alegría….pero mis músculos no funcionan. 4 horas más para el final; mucho tiempo y Patri no me dejaba pensar en otra cosa que no sea seguir adelante.

Las siguientes 2 horas sobreviví. La compañía de Patri y el aliento constante de los voluntarios me sacaron adelante.

Pasada las 9 de la mañana solamente quedaban un poco más de dos horas para el final, y aunque seguía caminando, mi paso era más vivo.

El total de corredores que largamos las 24hs fuimos 100 que dábamos vueltas a la pista por el andarivel 6,7 y 8, pero a la par se hacia una competición por equipos de 24hs también por los andariveles 4 y 5. Y a la vez, por los andariveles 1, 2 y 3 se hacían diferentes competencias a toda hora. Inclusive se largó una Maratón…si, de 42K a las 12 DE LA NOCHE. Todo eso le daba una vida a la pista que te distraía y ayudaba muchísimo en esta monotonía de dar vueltas.

10 y media de la mañana e intenté correr porque me sentía mejor y duré 200 metros. Se ve que eso me sacó lo último que me quedaba porque ya no pude conseguir caminar al ritmo de antes.

Con Patri siempre a mi lado estaba llegando al final de estas locas 24 horas. Durante estas ultimas horas caminó conmigo, ella me cocinó todo lo que necesité, me atendió todas las necesidades, me alentó y no dejó que me ganen mis malos pensamientos, y en gran parte llegar al final fue gracias a ella.

Esta última hora fue genial. Se ve que los voluntarios y algunos acompañantes se dieron cuenta de mi estado anterior y me alentaban y felicitaban por estar en el final…pero, sinceramente, a mi me daba vergüenza. Veía el esfuerzo de todos los otros corredores donde había muchos que estaban corriendo todavía y yo no…y me alentaban por eso.

Este fin de semana me dí cuenta de la grandeza del ser humano, del cuerpo y de la mente. Este tipo de competencia va más allá de un planning o de pelear un puesto. Este tipo de carreras se resume en el espíritu, en la convicción de conseguir lo que fuiste a buscar, en vivir el presente porque el futuro esta 24hs corriendo por delante, en aprovechar los baches y la euforia porque los dos pasan, en cuanto dolor podes soportar sin bajar los brazos. No fui el único que vomité o al que le dolían las rodillas al punto de no poder soportar tu propio peso, pero ahí seguían. Tendrían que ver sus ojos, sus miradas llenas de convicción y de fortaleza.

Muchas veces pensamos que la felicidad y el desarrollo personal esta en la cantidad y comodidad de las cosas materiales que podemos comprar para que nos hagan la vida más fácil pero ayer, viendo la cara de todos esos monstruos y monstruas cabezasduras con 24hs en el cuerpo sin parar, no me cabe la menor duda que no es así.

Sonó el aviso del final de las 24hs y dejamos nuestra marca en la pista para que los jueces recojan los metros totales y caminamos juntos de la mano hasta cruzar la meta donde nos esperaba todo el público haciendo un camino de aplausos y felicitaciones. No recuerdo haber sentido tanta emoción al final de alguna carrera. Tuve que contener las lágrimas, y más cuando miro a Patri y la veo llorando.

Voy a comparar este tipo de carrera a la vida, creo que el secreto del éxito de ambas es el mismo: Prepararte a conciencia con paciencia y con pasión, apoyarte en tus amigos y en tu familia, ayudar sin esperar nada a cambio, conseguir el mejor equipo que puedas, aprender de tus errores y ayudar a que otros no lo cometan, competir con caballerosidad, aprender de las derrotas y disfrutar las victorias pero guardarlas en un cajón. Yo no conseguí el éxito todavía pero lo estoy buscando.

Ítem aparte para la organización de la carrera. ¡IMPECABLE! Lo difícil que debe ser la organización para este tipo de competencia donde hubo momentos que éramos 200 o 300 personas dando vueltas a la pista por tres carriles diferentes, en direcciones diferentes y en tres competencias diferentes y no hubo ni un error, ni mala onda y siempre te recibían con una sonrisa. Me gusta hasta la camiseta de recuerdo!

Gracias Negri por bancarme tanto, sos mi pierna derecha. Gracias a todos mis amigos por esos ánimos que me ayudan muchísimo y espero seguirlos recibiendo en las próximas competencias…claro!...Habrá más carreras….o que pensaban!!!!!

Números: pasé las 12 horas con 202 vueltas y termine las 24 horas en el puesto 47con 328 vueltas osea 143,664 kilómetros.

Creo que esta fue la carrera que peor me salió este año, pero la que más aprendí.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Pasó el finde!!!

Y pasó el fin de semana…y sobreviví…con buena nota!!!

Tomándome unos mates calentitos y comiéndome un sándwich que sobró de ayer, reflexiono: -¿Esta la felicidad en los pequeños triunfos diarios caminando hacia un gran sueño? Creo que si. Hoy estoy feliz!

Sin un foco u objetivo que me motive no sería capaz de salir a entrenar diariamente, y menos estar diez horas en la calle, con toda la lluvia que te podes imaginar, porque tu entrenador te lo escribió en un plan.

Este fin de semana llovió lo que no llovía desde hace…no sé…hace 6 meses que estamos en Málaga y nunca vi llover así. El sábado tenia tres jornadas: 6 horas a la mañana, 4 horas a la tarde y 2 horas a la noche. Salvo la primera jornada, llovió a cantaros en las otras dos. Y el domingo tenia 10 horas continuadas, en donde llovió durante las 10 horas con rayo, truenos, relámpagos y todo lo que se les ocurra.

El sábado conseguí 101 kilómetros en total, acostándome a la 1 de la mañana para levantarme el domingo a las 7 y salir a hacer el resto.

El primer día pasó bastante bien. Se me hizo un poco largo por la lluvia que obligaba a cambiarme de ropa cada poco tiempo. El domingo tenia previsto parar cada 4 horas a comer y seguir rápidamente pero llovió tanto que tuve que cambiarme de ropa cada vez por miedo a alguna gripe y/o ampollas por correr tanto tiempo con las zapas y las medias mojadas. Así que de tener previsto perder 25/30 minutos pasé a perder algo así como una hora y poco, lo que se tradujo en menos kilómetros recorridos.

El domingo sumé 73 kilómetros más, así que entre los dos días salieron 174 kilómetros. YEAHHH!!!!!!!!

Todavía un poco incrédulo de haber podido estar tantas horas en movimiento con tan buenas sensaciones. Hoy solo tengo un poco de fatiga en la parte de atrás de mis piernas y la parte baja de la espalda. No lo puedo creer!

Me queda un buen reto y diez meses más de duro entrenamiento para estar en Grecia.

Aunque haya pensado alguna vez que este sueño era de locos….ayer lo comprobé ¡es una locura! Pero esta locura me trae felicidad, así que ¿donde acaba la normalidad y empieza la locura?

viernes, 18 de noviembre de 2011

Mañana empieza un fin de semana de locos


Mañana empieza un fin de semana de locos. Voy a hacer la mayor carga de kilómetros que nunca y me llegan muchas dudas…pero me siento capaz!

La semana pasada sumé más de 23 horas de entrenamiento en 7 días y sigo admirado de cómo el cuerpo se adapta a la carga de entrenamiento. No solamente la cantidad de kilómetros por asfalto que estoy haciendo sino la calidad de estos. Entrenar semanas sin un solo día de descanso o salir a trotar 3 o 5 horas ya casi es familiar y lo hago sin muchos problemas. 20 o 30 cuestas de 200 metros recuperando al trote no me causa grandes trastornos psíquicos…jaja!

Las piernas responden sin dolores. Carga articular…toda y más de la que les puedo contar. El primer kilómetro de la entrada en calor parezco un autómata, casi ni me despego del suelo, pero luego sigo sin problemas.

El estomago y sus secuaces van genial. Le meta lo que le meta, en las condiciones que sea, lo digieren sin chistar. El domingo pasado hice una salida de 8 horas de trote, salí a las 5 de la mañana para volver a casa a las 9 y desayunar con las chicas (al final fue con una porque la más chiquita se quedó durmiendo. Eso de que papá salga a correr tanto tiempo le es familiar y mucha bola no me dá. Ja!) En menos de 10 minutos me tomé un café con leche, dos magdalenas con chocolate, media banana y dos vasos de Coca Cola. Las siguientes dos horas fueron buenísimas. Parecía que había cargado nafta.

En febrero del 2008 para mi cumple, cuando empecé con esta locura, mi amigo Juan me regalo un libro que cambió mis perspectivas.

Por octubre o noviembre del 2007 encontré la página web de mi antiguo entrenador donde me enteré que había largado, unos meses atrás, una carrera en Grecia de 246 km llamada Spartathlon. Lamentablemente la tuvo que abandonar por el kilómetro 120, más o menos…en camilla. Ahondé un poco más en sus notas, la busqué por Internet y pensé: “eso lo quiero probar yo”…digamos como una preciosa utopía. Yo nunca había corrido una carrera de más de 10 kilómetros.

Me hice una pequeña planificación y empecé a entrenar con el objetivo de correr una Media Maratón en 1 hora 30 minutos para abril. Bue!...sin mucho dar vueltas contarles que para abril en vez de la Media corrí la entera..jaja!! Mi primer Maratón preparada en muy poco tiempo…les podría decir que en cuatro meses, pero en realidad fueron 5 semanas.

A partir de acá pasaron muchas Medias otras tantas Maratones hasta que hice una marca que me convenció para empezar a preparar mi primer Ultra.

Mientras pasaban esos entrenamientos llevaba en mi cabeza las vivencias del autor del libro admirándolo por sus entrenos y logros; impensado poder conseguir algo parecido.

No le llego ni a las suelas de sus zapaz pero puedo decir que hoy estoy consiguiendo lo que hace 4 años soñé. A las órdenes de mi antiguo entrenador hice la marca necesaria en 100 kilómetros para participar en el Spartathlon, estoy consiguiendo un equilibrio deportivo/personal que me cuesta tanto como los kilómetros que hago….y mañana comienzo un entrenamiento de 22 HORAS.

22 horas….puedo hacer entre 150 y 180 kilómetros! Capaz que más…o menos, no sé…pero voy a estar dos días corriendo constantemente….y estoy feliz!

domingo, 2 de octubre de 2011

100K de Santa Cruz de Bezana...CONSEGUIDO!!!!!!!!

Empiezo a escribir esta crónica todavía bastante dolorido y sin haber reflexionado totalmente sobre lo que pasó el fin de semana.
Estoy muy contento ya que conseguí terminar mis primeros 100 km en ruta en el tiempo que esperaba: 10 horas 04 minutos 27 segundos. Esta marca me permite enviar la inscripción para participar en el Spartathlon del 2012.

Hubo 158 inscriptos y por el control de los 42 kilómetros pasamos 92 corredores. El resto o no largaron o abandonaron antes. Yo pasé en el puesto 79. Terminamos la carrera 55 corredores y yo en el puesto 39.
Estaba muy confiado en que la terminaría, y sobre todo con ese cronómetro. Es muy difícil asegurar esto en una carrera donde hay tantos factores externos que pueden torcerla, pero yo sabía que estaba preparado para hacerle frente a cualquier cosa. Así me sentía!
Esta preparación fue muy diferente a la anterior ya que tuve muchas trabas para poder entrenar en condiciones y tener la cabeza al 100% en esto. Estaba motivado pero me faltaron horas de sueños, una mejor nutrición específica, un poco más de tranquilidad para sumergirme las semanas anteriores de lleno en mi mundo de la competición. En estos últimos meses nos mudamos de ciudad, casa y trabajo; viajando cada fin de semana unos 900 km en coche hacía que no estuviera lo suficientemente descansado para afrontar los duros retos diarios que exigía cada entrenamiento, pero a pesar de esto conseguí completar cada uno al pie de la letra……por eso me sentía tan confiado!
A diferencia que las anteriores Ultras en las que participé esta era otra cosa. Las Ultra Maratones de 100km de ruta se hacen en circuitos de 10km, haciendo 10 vueltas al mismo. Esto facilita que puedas conseguir un mismo ritmo y lo mantengas todo el tiempo que puedas. Este circuito en especial, era un sube y baja constante. De poder mantener un ritmo…nada! No sé si había algún tramo plano; si no subías, bajabas.
También, a diferencia del resto, al dar vueltas en un circuito y saber lo que venia en cada vuelta, hacía que todo pasara por dentro tuyo. Dudas, incertidumbres, aburrimiento de las primeras vueltas, paciencia, calma, para comenzar con el dolor muscular, dolor articular, desgano, autoconvencimiento y decisión en llegar. Todo esto sin parar de correr en ningún instante.
Esperando largar

Acá va la crónica:
El jueves por la noche salimos de Málaga con Cati para Badajoz donde cambiaría de acompañante, y seguir por la mañana hasta Cantabria. Llegamos a las 2 de la madrugada para salir al otro día a las 10 de la mañana para Santander ya con Patri.
Las 6 de la tarde y llegamos al hotel. Dejamos los bolsos y nos fuimos a buscar el dorsal. Todo muy bien y muy tranqui. Nos acostamos a las 11 de la noche para levantarnos a las 5 de la madrugada y desayunar. Venía saliendo todo genial!!!
A las 7 de la mañana en punto dan el tiro de salida….y allá vamos!!!!
El ritmo al que iba a salir era de 6 min/km, unos 10 kilómetros por hora. Me iba a costar mantenerlo pero era lo que mi entrenador me había recomendado. Haciéndole caso voy controlándome las primeras vueltas como un señorito inglés. Paso la primera vuelta unos 30 segundos más rápido, nada preocupante. Pero ya la segunda se me va 2 minutos más fuerte. En la tercera vuelvo a pasar unos 30 segundos más rápido y ya había acumulado unos 3 minutos debajo del tiempo de paso.
Empezando la cuarta vuelta me acompaña Patri. Ella tenía que hacer una tirada de 20 kilómetros para su entrenamiento de Maratón así que aprovechamos. Iría acompañado……que bien!!!...pero ya la cosa empezaba a sentirse un poquito. Esa cuarta vuelta fue mala, se me había ido el ánimo al suelo.
Lo especial de estar tanto tiempo en la ruta es que por momentos estas muy bien, y a los 10 minutos se te cae el mundo encima y todo son malas sensaciones y malos pensamientos.
Durante las tres primeras vueltas, Patri había ido colgando las fotos y comentarios en Facebook, y cuando pasaba me decía que me estaban mandando un montón de mensajes de ánimo. Me ayudó un muchísimo!
Ya empezando la quinta la cosa mejoró, mi ánimo subió con la buena compañía. Sigo en ritmo y mi ánimo era bueno. Llevaba poco más de 4 minutos de ventaja sobre el ritmo. Con Patri intentado esquivar las miradas de los jueces (había cuatro controles en cada vuelta) para que no me descalifiquen por irme acompañando. La cosa se hacía divertida ya que unos 500m antes del control Patri cambiaba de ritmo para pasar delante mío, y a los 200m de pasado este control me esperaba y volvíamos a correr juntos. ja! Claro, asi terminó sus 20km hecha mierda. Entre las subidas y bajadas, y los cambios de ritmo…!!!!!
Empezaba las 6 vuelta solo y con 5 minutos de ventaja. 4h55min para los primeros 50 kilómetros.
Patri se queda en esta vuelta y yo sigo con muy buen ánimo. Llego al kilómetro 5 de la vuelta y empiezo a darme cuenta que en media vuelta más llegaría a los 70 kilómetros. Venía muy bien pero como si la mente haya entendido que llevaba casi 7 horas sin parar empecé a sentir dolores musculares, así como de la nada.
La vuelta anterior habían largado una Media Maratón por el mismo circuito y eso le dio una vida bárbara a la prueba. La gente te pasaba super rápido y nos alentaba con mucho cariño. Fue genial!

Empezando la 7ma vuelta
 No me acuerdo mucho lo que pasó por mi cabeza durante esta séptima vuelta. Intenté relajarme, mantener el ritmo y dejar que pasen los kilómetros. Esperaba el kilómetro 75 para ver si podría apurar un poco el paso intentando llevar al pie de la letra las indicaciones de Pablo. Decidí que no, el dolor aumentaba y el ánimo caía.

Empiezo la octava vuelta pero todo iba a peor. No conseguía cambiar mi ánimo y los dolores eran cada vez más fuertes. Llevaba buen ritmo, y con los minutos que había acumulado me sentía tranquilo en conseguir la marca que había ido a buscar pero era muy difícil mantenerme corriendo, me dolían mucho las piernas.
No puedo explicar el dolor, las sensaciones, los pensamientos que pasaban por mi cabeza para empujarme aunque sea unos kilómetros más corriendo. Me acordaba de mi viejo. Me acordaba de mi tío y verlo en bicicleta conmigo. Me acordaba de las recomendaciones de mi entrenador que me dijo que la carrera empezaba cuando pasábamos los 75 kilómetros. Pensaba en Patri y lo que me dijo al empezar la vuelta: “Let it be”. Es una frase que hace un tiempo le di mucho significado……y empecé a llorar……con llanto!!!! No pasaba nada por mi cabeza. No había tristeza ni alegría, solo sentía dolor y decisión en seguir corriendo hasta el final. Eran dos sentimientos contradictorios y lo único que me salió fue el llanto.
Algo durito!

Algunos kilómetros atrás sentía tanto dolor, pero tanto dolor que la cara se me arrugaba como sonriendo pero con la sensación contraria, y me dí cuenta que estaba pasando por un momento importante, me di cuenta que estaba rompiendo algún límite. Eso me tranquilizó y me motivó, y como si me hubieran tocado con alguna barita, empecé a aceptar el dolor, no lo puedo explicar. Sentía como que las piernas iban a explotar pero no me importó. Relajé la cara y seguí tirando. El dolor estaba pero solamente en las piernas.
Ya había pasado el kilómetro 85 y mis piernas explotaban. Hasta ese momento, con poco menos de 8 horas y media, había parado solamente dos veces a mear unos 20 segundos cada vez y nada más, así que auto negocié y llegue al acuerdo de parar a tomar agua cuando termine la vuelta. Había mucha humedad y hacia mucho calor y me merecía ese regalo.
Kilómetro 87 y las cosa dolía mucho más. Empecé a pensar de pedirle a Patri que me acompañe los primeros 3 kilómetros de la ÚLTIMA VUELTA.
Con mi nueva sensación encontrada seguía tirando y pensando en Patri……y a poco menos de dos kilómetros para terminar la vuelta la veo. La muy guacha me vio tan mal que pensó lo mismo que yo. QUE ALEGRÍA!!!!
Termino esa durísima vuelta y Patri me da una botella de agua. Empecé a caminar por primera vez después de 9 horas. Que dolorrrr!!!!! Caminamos unos 100 metros tomando agua y volví a correr esperando infinidades de agujas en las piernas pero no, fue más fácil volver a correr que parar a caminar. Cosa rara!!!
ULTIMA VUELTA!!!!!!!!!!!
Venía un minuto por debajo de la marca que en mis mejores sueños había soñado. Bajar de las 10 horas es algo que siempre quise…y me sentía capaz.
Intenté volver al ritmo, incluso intenté ir más rápido pero no pude. La decisión fue correr al ritmo de mi cuerpo. Ya me olía que no lo iba a bajar pero me daba casi igual, mi objetivo estaba en seguir corriendo.
Dolía cada vez más y estaba un poquito de mal humor, y como para redondear esto nos pasa un juez en coche y le dice a Patri que no me podía seguir. Imagínense, casi 10 horas corriendo, sin nadie a mi lado. El corredor más cerca estaba a 1 kilómetro por delante y alguno más por detrás y este pelotudo, sentado en su p…to coche me dice que QUÉ???? Durante las vueltas que me siguió Patri me venía conteniendo para no mandar a la mierda a los jueces porque necesitaba la marca certificada para apuntarme en el Spartathlon. Que me descalifiquen no era una buena opción, pero con este no pude contenerme. Algo le tenía que decir así que le pregunto que le dijo a Patri y justo pasa un avión y no le escucho y le vuelvo a preguntar. Me vuelve a contestar de mala gana y tampoco le escuché bien (en realidad sabia lo que le había dicho pero creo que mi rebeldía natural me llevó a intentar molestarle…no saben lo que costaba contenerme) y el muy idiota me dice: “no me escuchaste o no me queres escuchar”. Huuu!!!! La vida te pone a prueba y les aseguro que me mordí la lengua como nunca. Solo le pude decir, con toda la calma que te da 10 horas corriendo: “Con 10 horas en la ruta y un avión pasando como queres que te escuche bien”. Y el muy pelotudo me contesta: “A ver si te tengo que descalificar después de estar 10 horas corriendo”. Les prometo, les juro que no le insulté porque necesitaba la marca. El que ganó había llegado hacia tres horas y a la organización le molestaba que me acompañen trotando? A ver si bajaba el record mundial y no me lo podrían homologar porque Patri estuvo al lado mío unas vueltas!!!
Llegando!
Lo que me quedaba de vuelta corrí masticando una bronca tan mala. Quería llegar y buscar al muy imbecil y ponerle una denuncia o algo, pero mientras pasaban los kilómetros y me iba dando cuenta, la situación perdió sentido.
Llegamos al kilómetro 3 de la última vuelta. Le digo a Patri que vuelva y me dice que no, que me iba a seguir toda la vuelta. Ella había hecho ya 20 kilómetros por la mañana y quería seguirme 10 más. No le pude decir que no, bue…en realidad no pude ponerme firme para que vuelva. Estaba muy cansado y realmente su compañía me venía muy bien.

 Intentaba disfrutar de esos últimos kilómetros pero seguía de mal humor. Lo que quedó de vuelta no fue muy significante. Intenté saludar a todos los voluntari@s que estuvieron durante tantas horas en el recorrido, darles las gracias y seguir aguantando la carrera.
Recibiendo el bonito recordatorio

Pasando por última vez una subida de casi 1 kilómetro todo iba a ser más fácil. Llegamos a los dos últimos y se empezó a notar el olor a llegada. Seguimos y Patri me empieza a dejar para encontrarme en la línea. Sigo solo y ya veo a gente. Veo la plaza donde la rodeábamos para pasar por la línea de llegada. Giro en la última curva y ya veo el reloj. Como calculé unos 5 kilómetros antes, no bajaba las 10 horas, pero…que importa!!!....ME VOY A GRECIAAAAA!!!!!!!!!!

Gracias de nuevo a Patri que cada vez hace más para que yo consiga mis sueños, gracias a Pablo que siempre fué y sigue siendo una guía para mi, y gracias a todos los que estuvieron conmigo a través de la red.

Un gran abrazo!!!