“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

domingo, 28 de marzo de 2010

Entrenamiento nocturno

Que cansado que estoy…!!!!


Ayer hice mi primer entrenamiento nocturno en solitario. Fue, mentalmente, increíblemente duro. Que soledad, que sensaciones de vulnerabilidad. Todo tu mundo se comprime a la luz de tu frontal.

Las primeras horas las hice por un camino muy familiar…de día…pero de noche no tiene nada que ver. La sensación de correr por un mundo totalmente distinto, de no saber donde pisar, de no encontrar el camino. Intentas mirar más allá para ver donde sigue y no ves nada más que sombras. Por suerte la luna estaba casi llena.

Seguía corriendo hacia adelante con más ganas de darme la vuelta que de continuar. Una lucha constante conmigo mismo para seguir tirando. Mi mochila molestaba cada vez más. Los casi 5 kilos no me facilitaban las cosas.

Después de la segunda hora tomaba un camino por el cual pasé una sola vez el año pasado…y cada vez más barro…y cada vez me alejaba más de mi casa. Seguía corriendo con las luces de Badajoz a mi espalda, sumado a la sensación de llevar más de dos horas corriendo y alejarme cada vez más, estaba destruyendo mi motivación.

Muchas cosas pasaban por mi cabeza, pero la que más fuerza tenía desde los primeros 10K fue la de pensar: -“¿…y por qué? Dejar a mis chicas en casa y yo salir a sufrir y arriesgar mi seguridad…¿para qué?...¿para que gastar tantas energías en algo tan egoísta?”…Extrañaba, temía, añoraba. Esos pensamientos me acompañaron las primeras 3 horas. Solo cuando me acercaba a la encrucijada de caminos que me haría volver no comencé a levantar mi ánimo.

Pasadas las 3 horas de carrera me llega un sms de dos llamadas perdidas de Patri. La llamo y le empiezo a contar mis pensamientos. Sus palabras me ayudaron, su charla hizo que los kilómetros pasen más rápido. Ya con las luces de Badajoz a la vista los fantasmas comenzaron a quedar atrás.

Al final fueron casi 5 horas de carrera.

Generalmente, después de un entrenamiento sacrificado me siento muy bien…pero esto es distinto. Esta vez mi mente me jugó una mala pasada, hizo cuestionarme muchas cosas. El por qué y el para qué son dos preguntas muy difíciles de contestar….me. Tengo muchas dudas; inclusive la de correr los 100K de la próxima semana.

No sé si estoy preparado para afrontar lo difícil de esta prueba, tanto en su preparación como en la competencia en si. Ayer me dí cuenta que la Ultra va muuucho más allá de un simple entrenamiento físico. Va más allá de que tus rodillas te aguanten o conseguir tiempo para entrenar.

Espero aclararme para poder seguir disfrutando y divirtiéndome con esto. Ayer, sin ninguna duda, no lo pasé bien. Mi cuerpo respondió bien pero mi cabeza no.

Por lo pronto, creo que largaré los 100K dentro de dos semanas y después decidiré.

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