“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

jueves, 10 de diciembre de 2009

Una semana después...

Dicen que la Maratón empieza unos meses atrás con la decisión de correrla y termina algunos días después donde te das cuenta de lo que pasó…por tu cuerpo y por tu mente. Que ya no volvería a ser el mismo.

En mi caso no es distinto. El jueves pasado, tres días después de terminar mi primera Maratón, salgo a trotar nuevamente. Mis pulsaciones un poquito altas pero mis piernas mejor de lo que pensaba.

Inconcientemente (o no) salgo a correr por el primer camino que troté cuando llegamos a Badajoz; allá por el 2002, también pensando en la Maratón. Mi cabeza empezó a trabajar a mil. Recuerdos y sensaciones de aquel momento me llenaron. Esa época fue muy importante para mi ya que, había dejado todo lo que conocía, atrás. Había empezado una nueva etapa de mi vida.

Trotando por el mismo camino que hace un poco más de seis años, vuelvo a empezar.

Y es verdad…ya no soy el mismo. Me siento diferente. Aprendí a disfrutar del esfuerzo, a compartir mis pensamientos, a aceptar los dolores y a seguir para adelante sin quejarme, a apoyarme en las personas que tengo cerca y a darles aliento para seguir aunque no sepa como estoy corriendo yo todavia.

Trotando por ese mismo camino ya sueño en los 100km de Bezana, en Cantabria, para el mes de octubre. Pienso en los largos entrenamientos que voy a hacer. Siento en mis piernas el ritmo con el que voy a salir y siento ya el escalofrío por todo el cuerpo al imaginarme la llegada.

Mis piernas están muy sueltas en este primer trote.

Me faltan dos kilómetros para terminar y siento un calambre en toda la parte derecha de mi espalda que me obliga a parar de golpe y quedarme varios minutos doblado, mirando el suelo y pensando… lo rápido que la Maratón acaba de devolverme a la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario