“Hombre cobarde no coge mujer bonita”. Pepe Kierdelewicz

domingo, 28 de julio de 2013

Sábado día 29...y ñoquis!!

Salí a las 6:30 de la mañana a hacer 7 horas de trote por caminos variados.

Ya en los primeros kilómetros me dí cuenta que mis piernitas no andaban bien. Pensaba que con el paso del tiempo iba a soltarme pero no...fue a peor. las primeras 4 horas las iba a hacer por la vuelta del monte de siempre, que ya la tengo domada. Cuando empecé a subir sentía las piernas vacías; no podía empujar casi nada. Después de unos cuantos minutos de subidas acepté que iba a ser un día duro. Y no me equivoqué!


Me empecé a tomar el día con mucha tranquilidad. Cuando me pasaba esto, tendía a desesperarme e intentar correr más rápido aunque mi cuerpo no pudiera, pero ayer me lo tomé muy bien. Como no podía disfrutar de la escalada o del ritmo, decidí disfrutar del momento, el camino y el paisaje. 

Llegué arriba 25 minutos más lento que de costumbre y con un dolor de patas grande...y todavía quedaban 4 horas 30' más. Empecé a bajar muy tranquilo pensando en la Coca Cola de la panadería de Puerto de la Torre. Llegué muy duro y muy tranquilo, y casi no paré. Ahora quedaba pasar por casa que, aunque no iba a subir, el camino pasa justo por la puerta (entrenamiento mental: pasar por la puerta de tu casa hecho polvo y no entrar; eso es ganar fuerza mental jaja!) Compre una isotónica y otra Coca Cola y seguí hacia la playa.
Me sentía un poquito pelotudo correr por el paseo marítimo cargado con la mochila camelbak, con las dos botellas colgando delante, sucio, medio muerto y los corredores y/o trotadores domingueros mirándome.
Subí algunas cuestitas en encontraba por el camino y varias escaleras en las que parecía matrix, de como las subía, y llegó el momento de dar la vuelta para encarar la ultima hora y veinte hacia casa. Estaba muy cansado y con las piernas vacías, parecía que no iba a llegar, pero aunque sentía que me arrastraba seguía tirando para adelante con buena cabeza. En el "ultimo avituallamiento", donde siempre compro mi Coca Cola, decidí pasarlo de largo. El cuerpo no me lo pedía. Cosa curiosa que a partir de ahí empecé a levantar el ritmo y esos últimos 6 kilómetros me sentí muy bien.

Fueron casi 58 kilómetros en 6 horas 57' con 1120m de subida acumulada.

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